Antonio Banderas atrapado en una mina (+Trailer)

Hace seis años 33 hombres quedaron atrapados —accidente mediante— en una mina en Chile. El mundo entero siguió por setenta días el desarrollo del suceso, que terminó en un exitoso rescate.

Basado en este hecho, la realizadora mexicana Patricia Riggen lleva a la pantalla grande la historia.  Los 33 (2015) asume en un tiempo promedio para un largometraje —poco más de hora y media— una hazaña que comenzó como tragedia y que duró varios meses.

Para asegurar el éxito de su cinta, la directora opta por un elenco de estrellas: Antonio Banderas, como uno de los mineros atrapados en la mina y Juliette Binoche, como vendedora de empanadas. Ambos, aunque por debajo de sus posibilidades histriónicas, aseguran la presencia de un mayor número de espectadores a la película.

Lástima que tanto Banderas, que interpreta a un minero chileno —cuando queda como el resto de los personajes separado del mundo, bajo tierra, por causa del accidente en el desierto de Atacama— hable inglés en esta versión cinematográfica del asunto. Para colmo, como si justificara en algo la extrema licencia artística, en un inglés con marcado acento latino. Así como lo están leyendo: El accidente de los mineros ocurrió en Latinoamérica, sus protagonistas son chilenos ¡pero no hablan español, sino inglés!

Pero esta salvedad no es el único traspié del filme: Todo la cinta parece, de tanta superficialidad, una telenovela mexicana más que un largometraje: Los 33 tiene una total incapacidad para narrar; no sabe armar secuencias que tengan tensión interna ni acertar en el tono.

La película cuenta con música de James Horner, quien trabajó para la cinta norteamericana del año 1999, Titanic, y con fotografía de Checco Varese, el mismo de la cinta argentina del año 2005, El aura, pero la colaboración de estos dos grandes del cine no le basta para el éxito: Los 33 no tiene ni a James Cameron ni a Fabián Bielinsky en la dirección y el mejunje de tecnicismos y arte no llega a ser glorioso.

La Riggen ofrece apenas un filme oportunista y sin personalidad propia, donde los pocos momentos emotivos son cortesía de la increíble historia acontecida y no mérito del filme.

Con un reparto multinacional, que incluye a los españoles Antonio Banderas y Mario Casas, la francesa Juliete Binoche, el brasileño Rodrigo Santoro, el norteamericano Lou Diamond Phillips, el irlandés Gabriel Byrne y los mexicanos Kate del Castillo, Adriana Barraza, Tenoch Huerta, Marco Treviño y Mario Zaragoza; la película, filmada entre Chile y Colombia, nunca consigue transmitir la sensación de estar viendo una historia acontecida en territorio chileno, con lo cual se vuelve apenas una tibia recreación de los famosos hechos.

Lástima, porque pudo haber sido mucho más; tela había por donde cortar.