Amigos con beneficios (+ Trailer)

Sé que van a coincidir conmigo en que Amigos con beneficios (Will Gluck, 2011) no es la película más original del mundo. Ni siquiera tiene un gran aporte a las relaciones de amor. Pero tiene tanta, ¡tanta! química entre sus dos protagónicos y es tan natural y espontánea, que resulta una de las comedias románticas de mayor acierto de la última década.

Incluso supera a su homóloga en cuanto a tema, Amigos con derecho (Ivan Reitman, 2011), protagonizada por Natalie Portman y Ashton Kutcher. Aun con estos dos actores, Amigos con derecho no puede llegarle a los talones de la franca y desenvuelta Amigos con beneficios.

Ambas cintas tocan el mismo tema: una pareja de amigos que deciden intentar lo que una y otra vez la vida ha demostrado que es bastante difícil de lograr: tener sexo sistemático sin que haya emociones involucradas.

Amigos con beneficios -Friends with benefits es su título en inglés- tiene, además de la frescura que cualquier comedia requiere, y a una pareja protagónica (Mila Kunis y Justin Timberlake) con una química fenomenal, una tercera ventaja: la fotografía y el montaje de la historia se utilizan en todo momento como pilares que alimentan la trama.

Por si fuera poco, los aciertos de esta cinta, cuenta con encantadores personajes secundarios, interpretados por los ya probados actores Patricia Clarkson, Woody Harrelson y Emma Stone.

En este filme la ciudad de Nueva York aparece como escenario sugestivo -sitio encantador- donde todo es posible. Incluso que dos personas “psicológicamente dañadas”, como diría Mila Kunis en la cinta, terminen viviendo una historia de amor y besándose en el medio de una coreografía gigantesca en plena calle.

Pero lo más hilarante del filme que es, en definitiva, una comedia, son las réplicas ingeniosas que continuamente se da la pareja protagonista. Este ambiente inquieto, semiagresivo y desprejuiciado que mantiene el guion de la película impregna a cada escena de esta cinta de la más divertida y agradable sensación. Es precisamente esto lo que convierte lo que pudo ser algo tan intrascendente como Amigos con derecho en una película entretenida que quedará en el imaginario de una generación por décadas.

Porque más allá de si puede o no una pareja tener sexo sin implicaciones emocionales, y de la ecléctica y esplendida Gran Manzana, con sus coreografías y música de fondo, Amigos con beneficios plantea cómo la juventud actual está llena de talento y de sueños. Y cómo ha cambiado la manera de encontrar el amor –y la forma de vivirlo- en un sitio superpoblado, donde cada cual lucha por su propia supervivencia.