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viernes, 1 de noviembre de 2024

“Adéu” Messi

La petición de salida del astro argentino llega en uno de los períodos más difíciles para el F.C Barcelona en su historia más reciente…

Haroldo Miguel Luis Castro
en Exclusivo 01/09/2020
1 comentarios
Messi foto
Si el argentino persiste en su deseo de abandonar la selección blaugrana y no logra un acuerdo de salida con la directiva, pudiera terminar en los tribunales por cuestiones de interpretación de su actual contrato

Lionel Messi se quiere marchar del F.C Barcelona. Lo que hace apenas unas semanas parecía la más absurda de las noticias, hoy recorre la prensa internacional con grandes posibilidades de convertirse en el bombazo deportivo del año. Demasiado ha pasado— y dejado de pasar— para llegar hasta aquí. La disertación futbolística dada por el Bayern Munchen en Lisboa al cuadro catalán mostró de una vez y por todas la realidad que, durante años, se trató de esconder detrás de los títulos de ligas. 

Con el batacazo de la Champions, se ha comenzado a hablar, y con razón, de la necesidad de sanear una plantilla avejentada y muy lejos ya de aquel balompié pletórico de ingenio. Las salidas de Xavi e Iniesta, sumado al lógico desgaste de Sergio Busquets y Gerard Piqué terminó por quebrar la columna vertebral de una filosofía y un supuesto ADN excesivamente dependiente de la perfección.

Temporada tras otra, asistimos a la prostitución gradual del estilo promovido por Pep Guardiola y nos convertimos en nostálgicos que muchas veces preferimos subvertir la realidad para negar, o al menos camuflar, lo ocurrido en el campo.

Mientras eso sucedía, vimos amontonarse los errores. Desde la falta de raciocinio para entender lo importante de contar con un director deportivo, pasando por pésimas planificaciones de las temporadas con fichajes con nada para aportar, hasta llegar a la flexibilización del orden interno del club para mantener a gusto a las vacas sagradas del vestuario.

Entonces, llegaron los días del Atlético de Madrid, de la Juventus, de la Roma y de Liverpool. Uno a uno se fueron enquistando los bochornos y rencores, aun cuando al final del calendario, la autoridad sobre los rivales de casa permitía respirar con cierta satisfacción.

Quique Setién resultó el enésimo intento de frenar el círculo vicioso de las humillaciones en Europa. Apeló a la memoria de los melancólicos al prometer el regreso de la estética y el buen gusto por el balón al Camp Nou, pero nada pudo cumplir. El caos y el abandono habían llegado a tal nivel que solo consiguió catalizar el fin de ciclo del plantel mejor pagado a lo largo y ancho del Viejo Continente. 

Sin embargo, y en lo que la inminente caída asomó, el Barça tuvo en Messi el mejor aliado. Como nunca antes hicieron con otro jugador, los culés se aferraron a la gracia del argentino para sortear contrarios y atrocidades. El rosarino hizo cuanto pudo para arropar los sueños de una afición que aprendió a venerarlo y a suponerlo por encima de cualquier aprieto terrenal.

Desde que Messi debutó en 2004 el Barça ganó 34 títulos (Fuente: AP)

Ya desacreditado y con las horas contadas en la presidencia, José María Bartomeu se trajo a Ronald Koeman para intentar la revolución. El técnico holandés, ícono de antaño y eterno soldado, aceptó la misión suicida de encabezar la limpia admitiendo la supuesta transferencia de quienes pertenecen a las páginas más gloriosas de la novela blaugrana. La gota que colmó el vaso.

Con extraordinaria frialdad y con un síntoma innegable de divorcio, el “10” le comunicó a Bartomeu a través de un burofax sus deseos de abandonar al conjunto de su vida. Muchos apuntan al “presi” como el principal responsable de tan fatídica decisión, y aunque ciertamente ha hecho y continúa haciendo las cosas mal, su culpabilidad no excede en demasía a la de otras personas y factores.

El silencio de Messi y la ausencia de explicaciones indican su falta de fe en el proyecto a punto de empezar. Con 33 años y hambre de triunfos, considera que en el equipo donde está carece de lo imprescindible para volver a imponerse y reinar. Sin cuentas pendientes entre una y otra parte, la permanencia del hijo pródigo del barcelonismo se antoja una cuestión de actitud y de capacidad para reinventarse y liderar en el período más difícil de la historia reciente del club. Visto lo visto, un hecho poco probable. ¿Quién lo puede señalar?


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Haroldo Miguel Luis Castro

Periodista y podcaster

Se han publicado 1 comentarios


Adriancito
 1/9/20 12:08

No sé, pero a mi entender, se equivocaron los dos, Messi y el Barcelona representado por su presidente. El primero por la forma en que pidió su salida y el momento y el segundo por el tratamiento que le dio a la petición del primero. De esta no van a salir bien parados ninguno de los dos y veo al Barcelona perdiendo de cualquier forma, si el 10 se queda y si se va. Si se queda va a ser a disgusto y esto de más está decir las consecuencias que trae y si se va, bueno, todos sabemos. Vamos a ver cómo y cuándo termina esta novela de verano.

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