miércoles, 24 de abril de 2024

Que mis hijos jueguen como Mascherano (+Videos)

El retiro del jugador argentino le pone fin a una historia donde prevaleció el sacrificio y la constancia por encima de calidad individual...

Haroldo Miguel Luis Castro
en Exclusivo 24/11/2020
2 comentarios
Mascherano
Luego de 15 años como referente de la albiceleste, el "Jefecito" lidera la estadística de más martidos jugados con 147 (Foto: Guetty Image).

Javier Mascherano le ha dicho adiós al fútbol como jugador profesional. Lo hizo desde su casa, Argentina, con el escudo de Estudiantes de la Plata adornándole el pecho. Si bien apenas dio motivos deportivos para la toma de tan drástica decisión, todo parece indicar que, a los 36 años, el nacido en San Lorenzo llegó a su límite.

Se pierde así a un tipo de futbolista excepcional y en peligro de extinción. De los que sin importar equipos, historias o esquemas siempre cumple. Uno al que te gustaría tener de compañero cuando vas a la guerra. El de los carajos y la mirada asesina en los partidos importantes. El de la pierna fuerte. El primero en sangrar o quebrarse un hueso. Con Mascherano se va un extraordinario militante de la más pura y ortodoxa filosofía sudamericana. Porque si no vas a la cancha a morir, mejor quedarse en las gradas.  

El de River Plate, West Ham y Liverpool marcaría a golpe de trabajo y constancia una época en el Barcelona de los iluminados. Ni siquiera la clarividencia de Pep Guardiola pudo anticipar la valía de aquel hombrecito de 1.74 metros de estatura. Pero el calendario hizo de las suyas y llegó el momento de confiarle la medular. Nunca se asemejó al ingenio de Sergio Busquets, aunque halló la manera de suplir sus carencias técnicas con inteligencia.

Mientras Xavi, Iniesta, Fábregas, Messi y compañía bailaban con el esférico, él corregía los movimientos. Se volvió imprescindible. Si los de arriba cometían la extrañeza de fallar, aparecía para enmendar el despiste, siempre con una solución. Guardiola encontró en “Masche” un Sancho Panza con el que discutir y echar a volar su grandilocuencia sobre la pizarra.

La necesidad obligó a colocarlo en la zaga y allí fue el buen soldado. Piqué tuvo el cómplice perfecto para potenciar la salida del balón, arriesgarse con las internadas en el área rival y cubrirse las espaldas.

Con la albiceleste se le idolatraría por exhibir en el campo el coraje que jamás le nació a sus compañeros. “La Pulga” ponía la magia y él se encargaba de todo lo demás. Hasta entonces, nunca se vio a un contención en el rol de volante creativo y defensa central al mismo tiempo.  Los equipos de Maradona, Batista, Sabela, Martino, Bauza y Sampaoli—sin excepción—marcharon al ritmo del “Jefecito”.

En el balompié de clichés y luces de neón solo los dotados tienen cabida en el imaginario popular. Sin embargo, las leyes del mundo real indican que apenas forman parte de un lienzo mucho más rico, bello y complejo. Mascherano deja, sobre todo, la certeza de que se puede brillar haciendo mejor al compañero. Por eso mañana, cuando tenga hijos y logre convertirlos en obsesos de este maravilloso deporte, quedaré tranquilo si al menos entienden que en la grama las personas también se definen por su tenacidad y disposición para sacrificarse. Ojalá vean la vida como Mascherano

 


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Haroldo Miguel Luis Castro

Periodista y podcaster

Se han publicado 2 comentarios


catalogo dupree
 29/1/21 22:34

Es una lástima lo de Mascherano, pero así es el futbol... no perdona la edad y las oportunidades saltan siempre para las nuevas generaciones venideras, esperemos que algún jovencito local sea igual o mejor que Mascherano para seguir  dejando en alto el futbol Argentino.   

Sos grande Mascherano!!!

catalogo avon
 7/12/20 17:52

Sos grande Macherano!!! Pero así es la vida.

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