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viernes, 22 de noviembre de 2024

La Copa que marca un fin de ciclo

Real Madrid terminó por sepultar al Barcelona, un equipo que ha tenido una semana negra y que por primera vez en seis años, no llevará ningún título a las vitrinas…

Javier Montenegro
en Exclusivo 17/04/2014
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Pep, el artífice de los títulos del Barcelona.

Y después de mucho tiempo, las predicciones apocalípticas sobre el fin de ciclo del Barcelona parecen cumplirse. Tres derrotas al hilo en una misma semana, eliminación de la Champions, adiós a la Liga y subcampeones de Copa parecen esclarecer cuán mala ha sido la gestión del club catalán. Guardiola reconoció hace unas semanas los motivos de su marcha de la ciudad Condal: no lograba motivar a sus jugadores. Todos lo sospechaban, pero nadie se atrevía a decirlo. Con una base que literalmente lo ganó todo en cuatro temporadas (Eurocopa y Mundial incluido ¿Qué les quedaba por hacer? ¿Subir uno mismo la parada? Cuando todo sale perfecto y se llega al cielo, cuesta mucho ponerse nuevas metas. ¿no era mejor una renovación parcial del vestuario como hizo Pep al llegar?

Puyol, Xavi, Iniesta, Busquets, Pedro, Piqué y Víctor Valdés fueron (y algunos son) la base del equipo culé y artífices de los títulos de la Roja, unos más que otros. Guardiola, por algún motivo desconocido, se fue deshaciendo de los jugadores que más motivación podían tener debido a que no lograron nada con sus selecciones nacionales. En cuatro años Pep logró una cosecha monstruosa de títulos, pero dejó servida en bandeja de plata la cabeza de su sucesor.

Antes que nada, se deshizo de las viejas glorias: Ronaldinho, Deco, Zambrotta, Thuram, Silvinho, y dio paso a los jugadores de la cantera. También trajo a Aleksander Hleb, primer síntoma de su mala gestión de fichajes. Logró tres títulos, además del famoso tiki taka, gracias la purga hecha en el vestuario, algo impensable en el actual Barcelona. Al año siguiente, Eto’o se marchaba de forma inexplicable por la puerta de atrás (47 goles y 7 asistencias), y llegaban dos nuevos nombres: Chygrynskiy e Ibrahimovic. El ucraniano era la segunda prueba del mal ojo de Guardiola para fichar, y el sueco pondría sobre la mesa una de las principales fisuras en Can Barça: el protagonismo del delantero. Zlatan tuvo dos grandes momentos: el golazo ante el Madrid y el partido de ida ante el Arsenal en Champions; además, marcó 25 goles y dio 15 asistencias en la temporada, para una productividad de un gol cada 100 minutos. Pero al año siguiente también se fue por la puerta de atrás. Incluso ante el Inter de Milan en la vuelta de semifinales de Champions, Pep presicindió de él y prefirió colocar a Piqué como delantero centro. De paso, al final de la temporada dejó ir a Touré Yaya.

En el 2010 llegó otro mal fichaje que gracias a sus buenas actuaciones, ha logrado aguantar hasta la actualidad. Javier Mascherano nunca cupo en las alineaciones del Barça. Uno de los mejores contenciones del mundo quedaba relegando a un lógico segundo plano gracias a la espectacular labor de Sergio Busquets. Guardiola le fue buscando una posición y le usó para dar descanso a los titulares, incluso le utilizó de central con sus 174 centímetros de altura. Junto a él llegó otro delantero, español, acostumbrado al tiki taka: David Villa. Otro éxito: Champions y Liga.

En el último año del de Santpedor llegó Fabregas y cuatro títulos más. Ese fue el fin de la historia Guardiola. ¿El legado? Un estilo de juego efectivo, vistoso y de calidad, fobia absoluta a los delanteros, mala política de fichajes y lo mejor, o lo peor, un equipo formado por una base de jugadores que lo ganaron todo.

Con todos estos antecedentes, el actual Barcelona se ha sostenido en un jugador: Lionel Messi, un niño centrado en hacer lo que más le gusta: jugar fútbol. No me malinterpreten, el resto de los jugadores son esenciales, todos y cada uno. Víctor Valdés, Piqué, Busquets, e Iniesta, son la columna vertebral de los azulgranas y cuando tú alcanzas toda la gloria posible con tanta juventud ¿qué queda? Y si además, tus secundarios y otros jugadores que van perdiendo fuerza también lo ganaron todo con la selección, entiéndase Puyol, Xavi, Pedro y Fábregas, ¿qué queda? Lionel. Y si Lionel está en horas bajas, el equipo se derrumba. Si quieres agregarle una pieza más a este reloj descompuesto, solo Messi e Iniesta cobran más que Neymar, un jugador que no ha ganado nada de importancia y sin embargo llegó con la etiqueta de crack y un salario surrealista. ¿Qué pensarán al respecto Valdés y Piqué? El vestuario del Barça está roto, no por las malas relaciones, sino por la ausencia de un líder, un técnico que levante la moral del equipo.

Un último punto, la famosa política de la cantera se fue por el caño del lavabo, o quizás esa política nunca existió. Inolvidable el último cambio de Pep en la final de la última Champions obtenida: Afellay entraba en lugar de Bojan, una clara apuesta por un nuevo futuro, alejado de los muchachos del B. Junto a Krkic, se marcharon Jeffren, Thiago Alcántara, Marc Muniesa, Rafinha, Nolito y Fontás, transferidos o cedidos, la dirección técnica prescindió de ellos.

El Barça necesita deshacerse de muchos jugadores y traer nuevos bríos. Renovarse o morir, esa es la cuestión. Guardiola lo hizo y le salió a la perfección. ¿Por qué no le dan el chance al próximo director o al propio Tata la próxima temporada? Los negocios turbios siempre han estado a la orden del día en el Barça, pero si se siguen colocando ciertos intereses económicos por encima de los deportivos, los culés lo tendrán bien difícil el próximo año.


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Javier Montenegro

Amante del fútbol desde el 4 de julio de 1998 y escribidor del más universal hasta el último día...


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