La UEFA Europa League también tendrá campeón inglés. Arsenal y Chelsea se sumaron a la rebelión de la Premier y protagonizarán por segunda ocasión una final entre dos conjuntos británicos, tal y como ya ocurrió en la edición 1971-1972 entre el Tottenham y el Wolverhampton, cuando todavía se jugaba bajo el formato de la Copa UEFA. El encuentro se celebrará en el Estadio Olímpico de Bakú y tendrá la novedad de contar por vez primera con el sistema de árbitro asistente de video (VAR) tecnología que la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol se había resistido a incorporar hasta ahora.
En sentido general, fue una temporada mediocre para Gunners y Blues, donde las expectativas de directivos y aficionados quedaron a mil años luz de lo esperado debido a la inexplicable irregularidad de resultados.
Tras sustituir al mítico Arséne Wenger, dueño y señor del Emirate Stadium durante 22 años, el español Unai Emery se propuso hacer historia con una plantilla caracterizada por su criterio y oficio. Sin embargo, hasta el momento solo ha conseguido ocupar los puestos de consolación en un campeonato doméstico que le ha resultado esquivo.
A su llegada, Emery se enfocó en patentizar un estilo propicio para su nueva versión de los rojiblancos, y lo consiguió. Contrario a lo que ocurría en la era Wenger, este Arsenal puede interpretar sin complejos conceptos tácticos que van desde los más ofensivos hasta los más conservadores. Con Özil de mediapunta y cerebro creador, su filosofía consiste fundamentalmente en adaptarse al rival y presionar bien arriba. Por lo general, gusta de esquemas compuestos por tres defensores, hecho que acentúa la ya tradicional vulnerabilidad de la zaga.
Como viejo zorro copero que es, el seleccionador vasco transitó con sus “artilleros” por la fase de grupos de la Europa League con solvencia y categoría. Ganó la eliminatoria de dieciseisavos al modesto Bate. En octavos eliminó al Rennes; en cuartos al Nápoles y en semifinales, al competitivo Valencia de Marcelino con marcador global de 7-3. De llegar a hacerse con el campeonato, el Arsenal estaría garantizando un puesto para la Liga de Campeones. Además, conseguiría un título europeo despúes de 24 años de sequía.
Esta será la primera final de Unai Emery como director técnico del Arsenal, después de conseguir tres títulos europeos con el Sevilla entre 2014 y 2016 (Foto: Arsenal.com).
Por su parte, el Chelsea afronta la definición del certamen continental con muchas más sombras. El fichaje de Maurizio Sarri el pasado verano en calidad de nuevo míster tras la destitución del también italiano Antonio Conte, supuso un giro radical de 180 grados con respecto a lo que habían mostrado las dos últimas campañas en cuanto a gestión de los encuentros y función de los jugadores.
Para sorpresa de muchos, la plantilla arrancó su peregrinar por la liga como una de las selecciones más en forma del Viejo Continente. Sin embargo, la felicidad duró poco. Las derrotas y actuaciones dignas de olvido se comenzaron a suceder y con ellas, las confrontaciones en el vestuario. Sucesos similares a los acontecidos tras la apabullante paliza de 0-4 propiciada por el Bournemouth han hecho del futuro de Sarri una incógnita.
Pese a las críticas, mantiene innegociable su propuesta de practicar un fútbol centrado en la presión y recuperación a través del clásico esquema del 4-3-3. Para ello, cuenta con las virtudes de Jorginho en la medular del campo en función de pivote para dar pulcritud a los primeros pases y dirigir el empuje hacia la cancha rival, así como con David Luiz y su habilidad para salir con el esférico desde la zona defensiva sin necesidad de recurrir a la rifa del balón aéreo. Por no mencionar la importancia de la polivalencia de Hazard y Giroud en la delantera.
Si se añade su anterior participación, los Blues acumulan 17 partidos sin perder, con lo que han superado el récord de 15 que tenía el Atlético de Madrid (Foto: Guetty Images).
Luego de clasificar primeros en la fase de liguilla, los azules superaron en instancias de dieciseisavos al Malmö; en octavos al Dinamo de Kiev, en cuartos, al Slavia Praga y en semifinales al Eintracht Frankfurt. Eliminatoria que se decidió en tanda de penaltis y tuvo de héroe al joven cancerbero español Kepa, quien detuvo par de cobros.Será interesante ver si en definitiva el Chelsea logra su primer galardón de la temporada, después de haber caído derrotado en la final de la Carabao Cup ante el Manchester City y quedar tercero en la lid de casa.
La presente versión de la Europa League nos ha reservado una de las finales más parejas de la última década. Ambos conjuntos necesitan ganar. Ambos precisan del trofeo para maquillar los discretos resultados y afianzar sus proyectos. Avizorar un favorito a estas alturas resulta cosa de locos. Aun así, todo parece indicar que la primera gran final de la temporada nos deparará minutos de infarto.
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