martes, 16 de abril de 2024

El Madrid más gris (+Video) (+Foto)

Los dirigidos por Zinedine Zidane han comenzado la temporada dejando demasiadas dudas...

Haroldo Miguel Luis Castro
en Exclusivo 10/11/2020
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Madrid
(Foto: Guetty Images).

Pues sí. El madridismo volvió a ser víctima de la frustración que poco a poco comienza a apoderarse de un vestuario comprometido y con ganas, aunque sin demasiado fútbol. El duelo contra el Valencia de Javi Gracia debió haber marcado de manera definitiva el camino hacia la regularidad luego de dar señales medianamente agradables ante el Barça y el Inter. Pero nada de los esperado ocurrió. Un equipo maltrecho y disciplinado como el conjunto “Che” se las ingenió para dejar en evidencia la insipidez y apatía de los dirigidos por Zinedine Zidane.

Más allá de la polémica que pueda generarse alrededor de los tres penales señalados por Gil Manzano—un árbitro sinónimo de mala suerte para el Real Madrid en los últimos años— a favor de los locales, la derrota confirma un trasfondo preocupante.

 

Incluso el menos entendido podrá dar constancia de limitaciones significativas relacionadas con la intensidad y el rigor táctico. Mientras la pasividad en posesión del balón ha pasado de mal ocasional a enfermedad crónica, el desmarque y la búsqueda de los espacios se ha vuelto un recurso en peligro de extinción.

Cuando ni siquiera se ha llegado al primer tercio del calendario competitivo, todo parece indicar que se cumplen los pronósticos de quienes anticiparon el bajón físico. Ocasionado, quizás, por el sui generis final de la anterior campaña y la todavía más atípica pretemporada, el rendimiento de la plantilla dista mucho del posible. Cuestión que preocupa por incidir de forma directa en el campo, sobre todo, en un momento donde el balompié moderno se define en muchos casos por la explosividad y capacidad de resistencia.

La carencia de alternativas efectivas en el banquillo y la falta de piezas de garantía para posiciones medulares también ha incidido en los resultados. Si bien al inicio del campeonato doméstico el Madrid sufría de overbooking y trazaba estrategias para aligerar el plantel, la zona noble consideró innecesario reforzarse y confió en las mismas piezas que desde hacía meses ya mostraban claros indicios de decadencia.

Salvo la honrosa excepción de Lucas Vázquez, reubicado por necesidad al lateral derecho, Isco, Marcelo, Jovic, Militao y Mariano se antojan caricaturas de lo que un día representaron. Encima, los descartes de Zidane— James, Kubo, Bale, Reguilón, Achraf, Brahim— la rompen en sus respectivos clubes y ponen en tela de juicio las decisiones tomadas por la dirección deportiva en complicidad con el estratega francés.

El último partido ante el Valencia volvió a poner en la mira a Marcelo (izquierda) y a Isco(derecha) dos de los jugadores que más se ha criticado en las últimas temporadas por su bajo nivel físico y competitivo (Foto:As).

En el terreno, el Madrid nunca ha conseguido identificarse con una propuesta. Se muestra torpe e incapaz de sortear las líneas de aquellos que prefieren cederle el esférico y a duras penas aguanta las embestidas de los rivales con la valentía de proponer y de llevar el ritmo del encuentro.

La zaga se mueve al compás de un Sergio Ramos todopoderoso y caudillo, pero padece en su ausencia. A Varane le aterrar salir del rol de escudero y le resulta trabajoso brindar cobertura o iniciar movimientos con sentido de cara al ataque. La defensa precisa de seriedad en el marcaje y de perspicacia para anticiparse a las intenciones del contrario. Los 13 goles encajados en los últimos seis partidos tiran por tierra la opción de apretar columnas y apostar por el sacrificio y la pierna fuerte en los límites del área defendida por Thibaout Courtois. Variante de la que dependió el más reciente título liguero. 

En la medular, “ZZ” continúa creyendo en Modric, Kroos y Casemiro. Con Federico Valverde de revulsivo, la sala de máquinas merengue funciona de memoria. Sin embargo, echa de menos la clarividencia de antaño a la hora de telegrafiar balones. La anarquía los invade por momentos ante la ineptitud para conectar con la delantera y ocasionan el derrumbe del entramado ofensivo. Según el periodista y analista español Julio Maldonado, el Madrid se ubica en la segunda posición entre las selecciones que menos balones recuperan en territorio enemigo, estadística que advierte del exiguo trabajo en pizarra.

Para los últimos tres cuartos de cancha, el inamovible Karim Benzema alterna apoyos entre Vinícius Jr, Rodrygo y Marco Asensio. Auténticos jugones. Revoltosos con el don de la gambeta a los que les cuesta batir porterías. Desde la banda Zidane tampoco ha sabido encontrar fórmulas salvadoras. Se ha visto errático e inseguro al arriesgar por alineaciones descompensadas y sin sentido práctico. Se le hace difícil entender las necesidades del partido y actuar en consecuencia, algo imperdonable.

Con las discretas actuaciones en casa y con la fase de grupos de la Champions comprometida, saltan las alarmas y hasta se pide la llegada de Mauricio Pochettino, nada nuevo. En el fútbol, sabemos, puede suceder cualquier cosa. Algo queda claro, el Madrid no puede permitirse seguir así.

 


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Haroldo Miguel Luis Castro

Periodista y podcaster


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