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jueves, 21 de noviembre de 2024

La manzana de Adán

un blog de Adán Iglesias Toledo

Vayan con Melba, que tiene una mano buenísima

Esa fue casi la orden que nos dio la doctora al salir de su consulta y por algo era su afirmación...

Adán Iglesias Toledo
en Exclusivo 15/11/2015
1 comentarios

Claro que el niño lloró, pero más por el miedo al pinchazo que a la manera con que Melba le introdujo el medicamento en su cuerpo. Con tanto que ha avanzado la ciencia, y por ende, las investigaciones medicas, hay dos cosas muy dolorosas que a la hora de enfrentárseles hay que ponerse bien fuerte. Una es la extracción de una  pieza bucal y otra las inyecciones.

Para realizar ambas especialidades hay un personal sensible y preparado, pero ha usted nunca le bastará saber su currículo técnico, si va con una enfermera conocida o alguna referencia, ya sus nervios van más calmados a la consulta. La limpieza de este personal siempre me ha sorprendido. Esas batas blancas no perdieron su tonalidad ni en el “periodo especial”, donde el jabón se puso más difícil que el algebra, pero allí estaban ellas, batas y las y los que la lucían con mucha dignidad.

Hasta qué punto se ha reconocido a este personal es algo que desconozco, pero como en muchos sectores de la sociedad cubana de ahora, predomina en ellos y ellas más el amor a su trabajo que  a su salario. Con las carencias cotidianas y la manera de resolver y también agradecer va siendo costumbre llevarle un regalito al médico en consulta, pues “el pobre, lleva horas ahí atendiendo a mucha gente y seguro ni ha almorzado, pues no hay quien se coma lo que elaboran en el comedor del Hospital”. La razón que fuere, usted lleva hasta un bolígrafo nuevo para resolver el problema del especialista y lograr una esmerada atención.

Sea ético o no, legal o ilegal, casi nadie le lleva nada a las enfermeras, ni de las tantas variadas ofertas del surtido mercado negro de las afueras del Hospital o de los revendedores que logran evadir las fronteras de estos centros y con voz discreta van proponiendo su mercancía hasta al recién intervenido quirúrgicamente.

Siempre que hablamos de enfermeras las asociamos al sexo femenino, y aunque es una especialidad para todos, no menos cierto es que muchos varones de orientación sexual diversa optan por esta especialidad. Sin el menor asomo homofóbico, reconozco igualmente la consagración de los varones en este servicio.

En Cuba, quizás sin proponérselo, quedaron inmortalizadas en el largometraje de Juan Padrón, Vampiros en La Habana. El grito del paciente al ser chupado por el vampiro ya está en el imaginario popular, y muchos al verlas pasar, le gritan a modo de piropo: ¡Enfermeraaaaaaa!


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Adán Iglesias Toledo

Amo contar mi realidad en imágenes. Soy caricaturista y director del Dedeté, suplemento de humor de Juventud Rebelde.

Se han publicado 1 comentarios


Livia91
 17/11/15 10:46

Creo que el trabajo de las enfermeras debía salir más en los medios, lo merecen!

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