Echarle la culpa a "Dora la exploradora" sería una simple facilidad. Nuestras influencias en el vestir, en este mundo globalizado, todo lo justifican.
La mayoría de nuestros hijos quiere ir a la escuela primaria con mochila, pero no con la simple pieza que te permita tener las manos libres mientras cargas tus libros y merienda. Si la mochila es grande, bien grande y “de afuera”, mucho mejor.
Por supuesto que los padres somos casi siempre los más entusiasmados al verlos con bultos aunque le pesen un poco.
En nuestra etapa íbamos felices con los libros en una jabita sin que tuviera ningún diseño llamativo o personaje de moda en su cubierta. Recuerdo que lo importante era que en la mesa tuviera condiciones para guardar los libros debajo de esta, la forma de cómo llevarlos no era tan importante.
La competencia de mochilas que arranca este 1 de septiembre cuando arriben a las aulas más de dos millones de niños va a dar para buenas galerías de fotos. Si el niño comienza en primer grado, mejor.
Desde una semana antes (en ocasiones años) ya sus padres le tienen preparado el set que llevarán a la escuela, dentro de la mochila, por supuesto:
- Un envase de plástico para las croquetas pues hay que reforzar los almuerzos.
- Otro para dos huevos hervidos que “hay que comerse en el almuerzo o se echan a perder”
- Otro con rositas de maíz o chicharritas
- Un pomo para el agua hervida
- Otro para refresco “de paquetito”
- Papel sanitario completo
- Una tohallita
- Una jabonera con jabón nuevo
- Otro recipiente con más rositas de maíz o chicharritas por si algún niño te pide
Y así la lista de productos puede ir creciendo sin apenas dejar espacio para los libros y libretas. Tal pareciera que el niño y niña va a un Campismo y no a un Centro Escolar.
La mayoría de nuestros infantes no debe sentir preocupación si en algún momento llega a la escuela y le falta algo de lo anteriormente señalado, a la hora del receso detrás de la cerca estará algún familiar dispuesto a reponérselo.
Este primero de septiembre, antes que comience el matutino, ponga buen oído a la zona donde están los padres para que escuche los comentarios, parte de la competencia que les mencionaba:
—¡Mira la mochila de Marlon! ¡Se ve que este verano su padre hizo un viaje a Bulgaria!
—Yuyanka de la Caridad con mochila de rueditas? ¡Que va, en octubre yo le compro una mejor a Yaquelín de las Mercedes!
¡De todo podrá escuchar!
El tema no termina aquí, cuando el niño o niña ya está en casa o desde que sale de la escuela, una comprobación exhaustiva al retorno de los envases usados en el día será de la envidia de algunos aduaneros. Cada mochila va identificada con el nombre y dirección del niño y si por casualidad ese primer día recibe algún arañazo, pobre del niño.
Independientemente de las condiciones económicas de los padres, los esfuerzos que estos hacen para que la mochila del niño este lista es de reconocer. También es importante que aunque la mochila sea “de rueditas” la carga para las espaldas de ellos y ellas debe ser ligera.
Nos vemos el día 1 de septiembre en el matutino!
yude
2/10/14 11:58
je je je je je je que risa me ha dado este artículo, no es menos cierto todo lo que dice al respecto también hay muchos padres que se preocupan más por las mochilas que por el contenido y el aprendizaje del niño.
Además en el punto que estamos hay que llegar a un análisis de los altos precios de estos implementos. Es estresante toda esta situación, y la sociedad nos abruma con su rápido desarrollo.... y la economía nos sofoca con tantas necesidades
ya
2/9/14 14:32
ya todo eso lo he sufrido, hasta la mochila de rueditas, mi esperanza es que mejoren en la calidad y bajen los precios, aunque la verdad es que en pleno siglo XXI negar las mochilas es como negar la computadora, cada cosa en su tiempo
Ari
28/8/14 11:21
Jajaja yo se lo digo a la niña que yo fui la primaria entera con una maleta de piel de cocodrilo que pesaba y era más grande que yo. Ella ha tenido ya muchas mochilas que no duran nada, primero pq no las cuida y luego pq no tienen calidad y ni hablar de lo que cuestan. Todos en la familia aportan pq sino no hay quien pueda.Los precios en comparación con los salarios son para mandarse a correr. Lo importante para mi es que aprenda lo demás es cuestión del momento en que vivimos.
Michelle
28/8/14 9:05
jajajaj cómo me he reído con este comentario, y aunque no he visto hace rato como una familia prepara la mochila del niño, nada de lo que dice Adán me extraña jajaja hace poco una vecina me dijo cuando le hablé del inicio de curso y su niña: "!Ayer le compré una mochila que me costó 15 CUC y todavía me faltan los zapatos..... " candela por cuanto en mi primaria una mochila me iba costar tantoooooooo.... realmente no quiero imaginarme cuanto pudieran costarle los zapatos a esta muchacha que además no cobraba más hasta el 30 de agosto... y me dijo que "arreglando uñas no se compra un par de zapatos" esta fue la última respuesta que me dio cuando intente darle esperanza diciendole que con los arreglos de uña que hace pudiera comprarle los zapatos a su hija..... en fin, tremendo todo...... vamos a ver cuánto costará la mochila de aquí a 7 años aproximadamente de mi niño o niña.
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