El oro, incienso y mirra que los Reyes Magos llevaron de ofrenda al niño Jesús que acababa de nacer, con el tiempo y las apropiaciones han tenido diferentes interpretaciones. Fue tradición antigua que la noche antes a la epifanía los niños le escribieran cartas a los reyes para pedirles algún juguete o regalo deseado.
Por mucho tiempo en Cuba, esta tradición no tenía tantos seguidores y en época de mejores condiciones se trataba de repartir los juguetes que llegaban al país a través de sorteos en los que siempre me tocó el último día y tenía que conformarme con lo que allí quedaba y mis padres podían comprar.
No sé si se ha escrito mucho de este tema pero una de las primeras manifestaciones de democracia en Cuba estuvo relacionada con los juguetes, pues el día que a cada familia le tocaba comprarlos se hacía por un sorteo en asamblea abierta mediante un bombo.
Hay personas mayores que consideran injusto hacer creer a los niños en esta tradición y para nada permiten ponerles hierba ni agua en casa a los supuestos camellos en que vendrán los regalos. Imaginación y fantasía son imprescindibles en esta etapa de la vida, pero cada
familia cría a sus hijos según su cultura.
Ya con cincuenta años en las costillas creo haberles escrito alguna carta a estos embajadores de buena voluntad y hoy comprendo lo difícil que siempre fue para los padres cumplir con las expectativas de sus hijos.
Cuando el Estado cubano trató de repartir lo poco que entraba por el método empleado, al menos era algo; pero ahora que hay que acudir a las tiendas en divisas o a amistades del más allá, es mucho más complicado.
Usted pudiera pensar que un juguete no es imprescindible como una medicina; pero los niños, a veces, son crueles en sus relaciones entre ellos mismos y se llegan burlar del vecinito que no tiene nada y ahí los padres cubanos, sea la situación que sea, buscan una alternativa. Si no me cree, vea cuántos van con “mochilas de afuera” al aula, “porque el mío no se puede quedar atrás”.
lizmary
14/3/16 12:17
ES UNA LASTIMA QUE AUN EXISTAN PERSONAS QUE PIENSEN QUE VIVIR ESTA FANTASIA ES INJUSTO,LO CUAL NO LO CONSIDERO.ME SIENTO ORGULLOSA DE QUE MIS PADRES HASTA LA SECUNDARIA ME ESTUVIERAN DICIENDO QUE LOS REYES MAGOS EXISTEN Y HACIENDO TODO LO POSIBLE PORQUE YO LO CREYERA,DE HECHO LES ESCRIBI CARTAS DISCUTIA CON MIS AMIGUITOS PORQUE PARA MI SI EXISTIAN.pIENSO QUE ESO ES PARTE DE NUESTRA INFANCIA,POR QUÉ NO SEGUIR JUGANDO CON ELLO HASTA POR UN TIEMPO PRUDENCIAL,ESO HACE QUE EL NIÑO SE ESTIMULE Y QUE CREA MAS HAYA DE LO QUE ACTUALMENTE SE ESTA VIVIENDO.A VECES LE TEMEMOS A NO PODER REGALAR LO QUE EL NIÑO(A) PIDIO PEROESE NO ES PROBLEMA,PREOCUPENSE POR HACER ENTENDER SUTILMENTE QUE LOS REYES NO PUDIERON POR X O Y SIEPRE MANTENIENDO LA FANTASIA. ACTUALMENTE TENGO 23 AÑOS Y NO ME ARREPIENTO DE HABER VIVIDO ESA LINDA HISTORIA,LA CUAL MIS PADRES SUPIERON ADORNAR Y ASI HARE CON MIS HIJOS,NUNCA ESTA DEMÁS.
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