Valorar minutos y segundos no es algo que vaya con nuestra idiosincrasia. A no ser en casos extremos, por ejemplo, como la etapa postoperatoria de alguna intervención quirúrgica en donde estamos arrebatados por estar fuera de la instalación hospitalaria, o los momentos antes de que el ortodoncista te vaya a aplicar anestesia en tus encías, o la tradicional espera de algunos padres en las afueras del Salón de parto para saber el estado de madre y criatura.
Hay, en verdad, muchos ejemplos en donde valoras con ansiedad el tiempo, pero solo, como he tratado de ejemplificar, son casos extremos, donde ya apenas queda oportunidad de planificar o reflexionar pues el limite de tiempo se agota. Planificar el tiempo definitivamente no va con nosotros, siempre alguna causa justificará nuestras tardanzas e informalidades.
Cuando no es el transporte, la idea de justificar la llegada tarde con la supuesta rotura de este a pesar de ser ya apenas creíble, se sigue usando como justificación del retrasado.
Algunos con auto propio han llegado a embarrarse las manos de grasa para hacer más dramática su irrupción ante los que le esperan desde hace rato.
Pero no solo es cuestión personal, jugar con tu tiempo es algo que en el área de los servicios se asume como algo natural.
En tal sentido, existen un grupo de respuestas ya preelaboradas por el personal que trabaja con el público que, tras la apariencia de buen trato y atención, son una subestimación para el tiempo de cada persona.
Estas son algunas de ellas:
1. “Por qué no se sienta y espera a fulano un momentico, el viene enseguida para acá”.
2. “Venga mañana que sin falta le resolveremos su problema”.
3. Apenas 15 minutos para el cierre: “ Pero mi viejo, por qué vino tan tarde a hacer esta gestión”..
4. “Un momento, por favor, que estamos haciendo arqueo de la caja contadora”.
5. “Estamos en horario de almuerzo" (y digestión).
6. “No abrimos a tiempo por que había que limpiar el local y estamos sin personal de limpieza”.
7. “Venga mañana que hoy toca fumigación”
8. “ El director esta reunido todo el día fuera de acá del centro”
Pero el despilfarro del tiempo va también en nuestras relaciones laborales. El abuso del uso de las Redes Sociales para gestiones personales en los centros con estas posibilidades es conocido, al punto que en algunos lugares las administraciones han tomado la extrema medida de cerrar Facebook y otros servicios. En un conocido centro laboral es ya tradicional ver la aglomeración de personas junto al reloj que marca la entrada y salida para desde a veces media hora antes marcar tu asistencia en la tarjeta registradora. ¿Acaso los minutos para llegar a la hora exacta no cuentan?
Jorge
21/8/14 11:41
No creo que cerrar facebook sea una medida extrema, debe ser la normal, y es normal en muchas empresas del mundo, pues la gente va a trabajar no a relacionarse. Claro estas personas tienen también internet en sus casas y en sus telefonos celulares y pues se mantienen al tanto. El problema nuestro es que la internet se tiene en los trabajos y ahí es cuando se ve la medida como extrema.
Sobre el tema del tiempo que decir, ya es casi una política establecida que las entidades del estado y el personal que trabaja en ellas hace con el tiempo lo que desean porque sencillamente el tiempo en estos casos no es dinero, como si pasa en muchas otras partes del mundo. En mi trabajo he visto como se han pedido oportunidades de negocio que generarían cientos de miles de dolares al país por demorarnos un mes en dar una respuesta, un mes que el cliente no está dispuesto a esperar y se busca a otra gente que un poco más caro pero igual le hacen el trabajo dentro del mes que iban a esperar por nuestra respuesta...Es solo un ejemplo de los varios que he visto, así que se pueden imaginar como está este tema.
Saludos.
Michelle
21/8/14 12:06
Estoy de acuerdo lamentablemente no tenemos ejemplo a penas en esto, muy pocas son las familias de este país que aprovechan al máxdimo el tiempo y enseñan eso a sus hijos, vamos a ver hasta donde llegaremos...........
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.