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viernes, 22 de noviembre de 2024

La manzana de Adán

un blog de Adán Iglesias Toledo

Historias en el Coppelia

En la famosa heladería cada uno de los cubanos tenemos una historia que contar. Comparte la tuya...

Adán Iglesias Toledo
en Exclusivo 13/11/2014
2 comentarios

Por supuesto que cuando Girona lo soñó, jamás imaginó toda la cultura que se emanaría de la famosa Heladería. Senel Paz, en su libro que inspiró a la película "Fresa y Chocolate", no encontró mejor lugar para desatar un encuentro que cambió la forma de pensar de gran parte de los que conformamos esta nación.

De pequeños, ponernos la mejor ropa para ir a Coppelia no solo consistía en disfrutar de buenos helados, era algo sublime que si te lo anunciaban la noche anterior no agarrabas con facilidad el sueño.

Por ahí andan mis fotos familiares en blanco y negro y mi recuerdo de comparar las semicirculares formas de su reja con las olas marinas.

En mi adultez, Coppelia paso a ser la antesala de La Maison, toda la ropa que se estrenaba algún joven, sobre todo la relacionada con los primeros pitusas y pullovers traídos a Cuba “por La Comunidad”, como se les llamó a los cubanos que regresaban de Estados Unidos a visitar a sus familiares, tenía que exhibirse en los pasillos de la Heladería.

Fue nuestro parque de pueblo, pues si te quedabas quieto en un sitio, sobre todo el sábado en la noche, veías como las mismas personas no se cansaban de darle vuelta a la inmensa torre que distingue la instalación.

En su parqueo se difundió el Rock y sonaron los más altos decibeles hasta entonces escuchados en la Habana.

Nada se comparaba con disfrutar de la película del cine Yara de las 12 de la noche y al cruzar a tomar helado antes que cerraran sus canchas y pisos altos.

Ahora que abundan tanto los pregones es bueno recordar que Coppelia fue promotor de este arte al que lo distinguía una envidiable memoria de sus dependientes cuando desde lejos le gritaban al sorbetero: ¡Síguelo con jimagua de fresa-bombón, ensalada de chocolate, vainilla, pistacho y menta (sin montar), Sunday de albaricoque y Copa Lolita de tiramisú! Todo esto era gritado de un lado a otro de la cancha  y había que ver la habilidad y la capacidad del que conformaba estos platos, para no equivocarse y para maniobrar una bolera de cuando estas no salían huecas.

Jamás se me hubiera ocurrido discutir al final de la jornada laboral con un dependiente así, el adiestramiento que tendría en su muñeca no era como para enfrentarlo…

Todos tenemos nuestros recuerdos de este magnífico lugar, a pesar de sus pegajosas mesas, del tener que sentarte hasta con tu enemigo para disfrutar del helado, de los “sinsabores”, o de la venta clandestina de tinas de helado. Fue precisamente la venta, (no  creo que clandestina, quizás ilegal) la que me hizo reparar en esta instalación al escuchar un diálogo entre dos vendedores de sorbetos, bizcochos y demás.

Estas almas de Dios evitan que disfrutes de un helado sin el respectivo acompañamiento de estas golosinas. El porqué ellos tienen más variedad que la instalación llevaría un largo proceso de investigación.

El diálogo decía en sí:

-¡Muévete rápido que hay inspectores!

-¡Pero yo tengo licencia, no tengo porque huir!

-¡Yo también tengo licencia, pero si te ven parado te pueden multar!

-¿Y eso porqué?

-¡Por que la licencia dice que solo acá pueden vender los ambulantes, y si te ven parado vas a recibir tu castigo!

Al parecer el inspector dedujo que la palabra ambulante definía movimiento, no tan rápido como una ambulancia, pero necesaria para hacer cumplir lo establecido.

¡Ay Carpentier!


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Adán Iglesias Toledo

Amo contar mi realidad en imágenes. Soy caricaturista y director del Dedeté, suplemento de humor de Juventud Rebelde.

Se han publicado 2 comentarios


eustaquio
 13/11/14 13:35

ESA ES LA EPOCA QUE LA MAYORIA DE LOS CUBANOS QUE PASAMOS DE 40 AÑOS RECORDAMOS CON UN SENTIMIENTO DE NOSTALGIA TREMENDA. DE LO DESCRITO POR LA PERIODISTA CREO QUE SOLO QUEDA EL NOMBRE, AUNQUE EN CUALQUIER MOMENTO PUDIERA PASAR A COOPERATIVA NO AGROPECUARIA Y LE LLAMARIAN LA BAILARIAN DE 23 Y L , U OTRO NOMBRE CUALQUIERA. ENTRE EL BLOQUEO, EL DESMERANGAMIENTO DE LOS LLAMADOS PAISES DEL SOCIALISMO REAL Y NUESTRA INCAPACIDAD SUPINA DE RESOLVER DETERMINADOS PROBLEMAS CON INMEDIATEZ, SENSATEZ Y PERSEVERANCIA  ESTO ES LO QUE NOS A QUEDADO: EL  REALENGO 23. Cry

Camilo sierra castillo
 13/11/14 11:41

Que bella descripción. Ahí vamos conociendo más la enriquecedora cultura cubana, muchas gracias

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