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lunes, 25 de noviembre de 2024

Nuestro homenaje a Chávez

El reconocido fotorreportero Juvenal Balán, la periodista Gisela García Rivero y el bloguero y colaborador de Cubahora Iroel Sánchez compartieron recuerdos del gigante latinoamericano Hugo Chávez junto a nuestro colectivo...

María del Carmen Ramón
en Exclusivo 06/03/2014
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Queríamos, desde el pequeño espacio que nos toca, sumarnos a los múltiples y diversos homenajes que en todo el mundo le dedicaron a Hugo Chávez a un año de su partida; revivir sus anécdotas, recordar la risa de unos de los presidentes más alegres que probablemente haya nacido, su pensamiento.

Por eso este 5 de marzo el Centro de Información para la Prensa (CIPRE) volvió a ser un hervidero de emociones: hace justamente un año, asumíamos con dolor quizás una de las coberturas más difíciles para el equipo de Cubahora, hoy, esa marca nos obligó a volver sobre la fecha.

Estuvieron con nosotros tres personas que mejor no pudieron acercarnos a Chávez: Gisela García Rivero, periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, quien vivió desde Venezuela los difíciles momentos de la muerte de Chávez y la posterior elección presidencial, Juvenal Balán, fotorreportero de enorme experiencia dentro del periodismo cubano y quien estuvo en varias ocasiones cerca de Chávez durante los viajes del líder de la Revolución cubana a Venezuela, e Iroel Sánchez, autor del Blog la Pupila Insomne y colaborador habitual de nuestra revista.

Entre anécdotas y reflexiones viajamos con ellos una y otra vez por la historia, el presente y el futuro de Venezuela y nos acercamos a la vida  de ese hombre que fue marcando con su propio liderazgo y palabras la historia y que estaba decidido sobre su destino: "El amor por la Patria, si es verdadero, a uno lo lleva, incluso si es necesario, a dar la vida misma por ella, porque la vida nuestra es transitoria; la de la Patria debe ser eterna y tiene que ser una Patria grande, hermosa, libre, desarrollada”.

GISELA RODRÍGUEZ: “NOSOTROS EN VENEZUELA ERAMOS UN VENEZOLANO MÁS”

Gisela Rodríguez todavía no puede evitar emocionarse cuando habla de Chávez. Se ríe, siente orgullo por haber estado junto a los venezolanos en un momento crucial de la historia de su país, pero a veces cuando piensa mucho se le enjugan los ojos y tiene que parar.

Gisela formó parte del equipo de prensa que hace un año estuvo en Venezuela y nos llevó cada minuto de cuánto aconteció a las pantallas cubanas. “Yo tenía en ese momento 28 años y nunca había tenido la oportunidad de cubrir fuera de un país. Desde el día 4 de marzo, cuando Ernesto Villegas anunció un empeoramiento de la función respiratoria de Chávez, nosotros sabíamos que algo terrible pasaría. No obstante, uno no se conforma con eso, pensamos que como tantas veces había salido, iba a salir de ese bache”.

Pero luego llegó la noticia que paralizó a Venezuela y buena parte del mundo. Gisela relató lo difícil de aquellos días:

“Chávez estaba en el Hospital Militar y la oposición envalentonada, también los medios que le son propios, porque ellos controlan más del 70 por ciento de los medios de Venezuela. Enseguida nos movilizamos y tuve la misión de ir a Plaza Bolívar, allí Caracas parecía un arroyadero de gente: la gente se iba, la gente venía, la gente lloraba, hablaba por el móvil, cerraba sus negocios, porque también algo que ocurre en estas sociedades tan urbanizadas es el asalto a los comercios, se aprovechan los malandros y enseguida todos los venezolanos se movilizan”.

“Las busetas estaban repletas, el metro congestionado. Aquello fue muy triste. Yo me acuerdo que Omar de la Cruz, un camarógrafo de mucha experiencia, lloraba conmigo. Nosotros éramos un venezolano más allí en ese minuto. De ahí nos fuimos sin busetas, sin metro, caminando hasta el Hotel. Caracas parecía que le habían puesto una bomba, era un silencio total”.

“Luego, en el Hospital Militar, desde donde saldría Chávez al otro día, vimos la gente muy emocionada. Los venezolanos sí querían a Chávez, lo quieren todavía, la muestra más grande fue la caminata tan grande que hicieron la hasta la Avenida de los Próceres. El pueblo venezolano se volcó en una marea roja que yo nunca había visto, ellos nunca pensaron que Chávez podía morir, pero la enfermedad era devastadora”.

“Fueron días muy difíciles y tristes para el equipo de prensa, por la propia tristeza que nos daba tener que cubrir aquello. Estuvimos 10 días cubriendo ese trágico acontecimiento, yo estuve 18 horas para ver a Chávez en la Capilla Ardiente. Tomamos también medidas en el orden personal, porque no se sabía que podía pasar, había mucha incertidumbre ante lo que podría hacer la oposición”.

Uno de los momentos que más la marcó- cuenta Gisela sin poder evitar la enorme emoción del recuerdo- fue aquel en el que los médicos cubanos entraron y todos los presentes se detuvieron en un gesto de infinito agradecimiento.

“Cuando reflexiono digo que tuve un gran privilegio. Mi madre me hace el cuento de la muerte del Che y dice que se hizo un silencio y la gente lloraba y lloraba en la Plaza, a mí me paso lo mismo con Chávez en Venezuela. Todos los lloramos desde acá, y a veces me pongo triste porque fue difícil para una joven reportera que no había vivido nunca una misión internacionalista, pero de esto le contaré a mis hijos como la hace mami con el Che”.

JUVENAL BALÁN: CHÁVEZ FUE EL MAYOR INTÉRPRETE DEL IDEARIO BOLIVARIANO EN EL SIGLO XX

A Juvenal no le gusta hablar de Chávez en pasado.  Este fotógrafo tuvo el enorme privilegio de conocer a Chávez desde hace varios años y de recoger en imágenes importantes momentos que marcaron la entrañable relación entre este Gigante y Fidel.

“Cuando Chávez vino a Cuba por primera vez y la prensa cubana que estaba acostumbrada a trabajar con Fidel vio que nuestro comandante fue a recibirlo al aeropuerto, todo el mundo se preguntó: ¿quién es él? Después, con el tiempo, supimos que era Chávez, cuando posteriormente se encontró con intelectuales en La Habana, habló en la universidad y devino el presidente que fue”, relató Balán.

“A mí me impactó mucho la personalidad de Chávez, su formación de las raíces de la familia. Donde quiera tenía presente a su familia, sus nietas, sus hijas, esa cualidad yo creo que vale mucho al ver al estadista, al ver al líder. Por otro lado admiro la formación militar, que le creo conciencia, disciplina, principio. Cuando hacemos un bosquejo, yo creo que Chávez fue el mayor interprete que tuvo el ideario bolivariano en el siglo XX, porque no solo lo interpretó para divulgar su pensamiento, sino para llevarlo a la práctica”.

“Chávez era de los que rompía cualquier protocolo. Paraba la marcha, se bajaba, saludaba, recogía papeles, porque era casi igual que en Cuba al Triunfo de la Revolución, que muchas personas tenían algo que decirle y escribían en un papel. Había un equipo que se dedicada a recoger los papeles y darles respuesta a las personas”.

Juvenal compartió con el equipo del CIP algunos de los momentos más importantes compartidos entre Hugo Chávez y Fidel. “A medida que vas viendo esas imágenes te das cuenta que se fue creando una misticismo entre los dos personajes. Tú miras las imágenes y te das cuenta que sin mediar palabras había complicidad. En las distintas cumbres, se puede ir viendo la amistad que se fue solidificando entre ambos”.

Recordó a Chávez y a Fidel caminando por un boulevard de Caracas como un venezolano más, los recorridos de ambos líderes, no como dos presidentes, sino como dos amigos. Revivió al Chávez que prefería siempre manejar, el gracioso juego de pelota entre venezolanos y cubanos, la llanera que le dedicara a Fidel Castro porque era 2 de diciembre y el comandante no estaba en su Patria.

“Recuerdo esa anoche, fue muy atípica, la gente de la radio que estaba ahí jamás en su vida habían reportado un juego de pelota. Juana Carrasco, la periodista de Juventud Rebelde, tenía el cierre del periódico,  y sin apenas haber escrito mucho en el papel, fue capaz de dictar una tremenda crónica por vía telefónica”, contó.

“Después en Venezuela he tenido varios momentos cerca de Chávez, cuando el Golpe de Estado tuvimos la oportunidad de conocer ese pueblo humilde, quienes fueron los que realmente se tiraron para las calles a defender la revolución bolivariana. A medida que fue transitando Chávez en su vida política, se convirtió en el presidente más votado en Venezuela”.

“La última vez que vi a Chávez vivo fue después de la primera operación. Ese día estaba en la UPEC y a las 10 de la mañana me localizaron y me dieron la misión de estar en el aeropuerto a las 12 del día y ya a las 3 de la tarde yo estaba en Caracas. Luego nos dijeron que lo que se quería era esperar a Chávez, que retornaría de la operación a Caracas Venezuela y quería darle la sorpresa al pueblo. Chávez llego caminando, estuvo en el aeropuerto, y le hicimos las fotos. Saber que uno es participe de esto es importante”.

IROEL SÁNCHEZ: EL CHÁVEZ QUE DESVIÓ LA HISTORIA

“Mientras más tiempo pase más grande va a ser Chávez, como pasa con Fidel. Nadie compite con esa altura porque son hombres que cambiaron la historia, son hombres que la historia iba por un lugar y ellos la desviaron para que fuera por otro. Eso es excepcional”, dice Iroel, un incansable defensor de las causas justas desde su blog la Pupila Insomne.

De acuerdo con Iroel, Chávez gana las primeras elecciones en un contexto donde imperaba el neoliberalismo y decir la palabra socialismo o expresar simpatías hacia Cuba era equivalente a perder las elecciones.

“Nadie podía ganar unas elecciones desafiando a Estados Unidos y Chávez ganó más de quince. Con mencionar que Chávez retó el imperialismo, eso solo hubiese sido suficiente para que entrara en la historia, pero no se quedó ahí: al tomar el poder en un país tan importante económicamente como Venezuela, revalorizó el petróleo, porque Chávez puso a Alí Rodríguez al frente de la OPEP e hizo que el petróleo multiplicara varias veces su valor, y eso le dio un recurso para actuar en Venezuela, América Latina y el mundo”.

“A partir de ahí, Chávez desarrolló una transformación y eso es lo que le duele a la burguesía. Chávez no les quitó nada, ahí están sus clínicas, sus escuelas y universidades privadas, sus viajes a Miami; el desabastecimiento no les afecta porque van y compran en Miami, tienen dinero para eso. El principal problema es que los pobres pudieron acceder al consumo, a la educación y la salud gracias a las oportunidades que abrió Chávez, eso es lo que no le perdonan”.

Como con Gisela y Juvenal, Iroel testimonió sobre Chávez. “Recuerdo que en 2005 se organizó una Cumbre de los pueblos paralela a la Cumbre de los pueblos donde Chávez, con Kirchner y Lula, descarriló el ALCA. En el estadio de fútbol de Mar de Plata, ante más de cincuenta mil personas, estaban varias estrellas de la música argentina, las madres de la Plaza de mayo, Maradona… Silvio estaba cantando y de pronto se escuchó: “Chávez, Chávez, Chávez”. Me impresionó su popularidad en un país que no era el suyo.”

“Es una muestra de lo que Chávez alcanzó con ideas, con organización política, con su liderazgo y cómo eso fue transformando la América Latina. Yo creo que como mismo en América Latina hay un antes y un después de Fidel Castro, hay un antes y un después de Chávez”.

Colectivo del Centro de Información para la Prensa comparten con los invitados en el homenaje al Gigante de América. (Foto: Javier Montenegro/Cubahora)

En el encuentro, Iroel Sánchez fue reconocido por la delegación de base de UPEC del CIP por haber obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez en la categoría Periodismo Digital. (Foto: Javier Monetenegro/ Cubahora)

 

 

 

 


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María del Carmen Ramón

Se han publicado 1 comentarios


Horten
 6/3/14 14:33

Para mi fue muy bueno este encuentro, los relatos fueron muy interesantes porque fueron vivencias de los compañeros que nos la dijeron, y si Gisela se le truncaba la voz recordando ese día, a mi también se me llenaron los ojos de lagrimas, porque oir hablar de Chávez me llega muy profundo.

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