Como el próximo domingo es el Día de los Padres, la crónica de hoy se la dedico al mío, de quien saqué muchas cosas, además de las piernas y el desparpajo para apreciar el sexo.
Mi viejo es un hombre lindo, zalamero, analítico, muy creativo y «luchoso» con los problemas sociales y de sus amigos, que antepone a los suyos por convicción, y porque disfruta más un «gracias» que un «cuánto le debo».
Lo suyo es inventar, no comprar o vender. Sus mayores tesoros, los que de verdad le causaron orgullo alguna vez, salieron de su ingenio transformador y sobre todo de sus manos. Incluso sus camionetas, sus casas de materiales reciclados y un montón de artículos que aún funcionan en los lugares donde trabajó, gracias a repuestos que recreó con habilidad y paciencia.
En materia de amoríos también tiene historias que compartimos en la mesa cuando viene a visitarnos, entre otras cosas para mortificar a mi mamá, quien asegura que además de esas parejas oficiales antes y después del matrimonio (ya difuntas la mayoría), hubo otros deslices inconfesados cuando eran jóvenes y las mujeres se rendían a sus ojos de aceituna, su voz de café recién colado y su sonrisa de mamey jugoso.
¿Qué estoy enamorada de mi papito…? ¡¿Y qué niña no lo está?! Todavía me encanta colgarme de su cuello y ganarme su aprobación en lo que hago, aunque venga disfrazada de burlón regaño. Nuestro pacto tácito se remonta a mi infancia de revoltosa marimacha consentida: cada vez que le demuestro dominio en algún tema, ya sea legal, técnico o filosófico, pero sobre todo práctico, mi padre me regala una herramienta.
Casi lo único sagrado en mi vida es lo que viene de él o es para él. No lo hago consciente, pero me doy cuenta porque mi mamá rechina de celos. Entonces Jorge remeda sus reclamos para echar más sal en la herida, que es pura fachada, porque ella misma se desvive por complacerlo… excepto en lo que él más desea e insinúa con miradas y chistes en cada visita.
Ahora, con la promesa de volver a casarse, lo tiene otra vez ilusionado como un novio, y dispuesto a acondicionar un confortable habitáculo, cuya construcción ya dilata su inicio por más de 30 años, y no por pereza del viejuco, sino por respetar los laberínticos trámites que envuelven esa vital necesidad humana de contar con techo y paredes alrededor.
En cuanto al sexo, ya saben: lo que se hereda no se hurta. Un par de décadas atrás no era muy de su estilo hablar de ese asunto conmigo o con cualquiera de sus cuatro hijos varones (dos básicos, dos adquiridos), pero a medida que la sociedad fue cambiando su mirada sobre estos asuntos, o que yo misma me fui volviendo experta en destaparlos en cualquier ámbito, mi padre también se sumó al círculo de oyentes y opinantes sobre todo lo humano, divino y tecnológico en materia sexual.
Fue fácil romper la barrera de las formalidades y pasar de lo teórico al desparpajo: un día mi primer vibrador dejó de funcionar, mi hijo no estaba en casa para repararlo y sin más lo puse en sus callosas manos.
Intenté explicarle el fallo, pero no hizo falta: con un ademán me obligó al silencio, estudió el mecanismo con desprejuiciada pericia y tras retocar aquí y allá par de veces me lo devolvió funcionando… no sin antes intentar pasarlo por la cintura de quien ya se imaginan, que salió chillando del comedor.
“Es como una linterna”, dijo con naturalidad, y desde entonces todos los dildos y vibradores que han entrado a casa han pasado por su escrutinio, incluido el que nos hicieron en la fábrica de tabaco de Jiguaní, que hubiera fumado sin complejo, pero lo desechó porque no están bien montadas las capas y no quemaría bien, según dijo admirando su curiosa forma.
Igual no perdió oportunidad de prestarse para el juego: con esa luz de picardía y creatividad que adoro ver en su curtido rostro, envolvió el delicado objeto en una flexible tabilla de cedro que sacó de su propia caja de tabacos y me regaló una antigua linterna rusa de metal, perfecta como estuche para cuidar las frágiles hojas y preservar el tierno aroma.
Para cerrar, les cuento que todas las veces que me he casado o unido en concubinato, mi padre reclamó dote al espantado pretendiente. Unos 30 años atrás pedía un saco de arroz y dos latas de leche, pero como están los precios ahora —y cuando vea el dibujo que el yerno se atrevió a hacer—, sospecho que la multa será más variada y sustanciosa… si es que no lo pone a preparar concreto para echar los cimientos de su futuro “nido de amor”.
juliana
18/6/21 10:28
Muy bonito escrito, mi padre fue genial, con todos su defectos, todos los días lo extraño y quisiera tenerlo a mi lado en mis momentos difíciles porque su aliento era positivo, tenerlo a mi lado es la gloria de dios, con él bailaba, cantaba, me complacía en mis comidas favoritas, simplemente era felix placeres palacio, que en paz descanse
Carlos de New York City
18/6/21 9:17
Ayer mismo una mujer buscaba mi ojos y mi mirada,venia de frente , ella como de 30 años , hermosa y con un cuerpo formado,partalones apretados,yo solo mire a sus pies, venia en chancletas,unos pies lindisimos , la mire a ella de su hombros abajo , me sentia un hombre dichoso , joven, alegre , feliz,mi lampara de aladino , busco frotarse un momento en mi mente , "viajando como un relampago de luz a mis viejos recuerdos de cuando joven , soy un joven , me siento joven,sinceramente , no alardeo ni me gusta presumir y menos decir una mentira ni aun piadosa en cuanto a mi juventud que llevo en mi mente," Llegue a pensar cuando deje su figura perderse despues de pasarnos unos a el otro , fue cuando pare y mire Pa atras , ya ella ,lejos como media cuadra " me dije " que linda, que hembra,siendo mia en estos mismos instantes , te enseñaria lo que buscate enmi a nuestro paso de frente con tus Ojos" ! niñaa! , me queje contra el tiempo y a la misma vez me sentia orgulloso " porque ella me miro , buscando mi cara , mis cejas aun negras como el mismo petroleo y grandes , mi pelo recortado como si fuera un militar y blanco tirando a cenizos, yo alto con 6 pies casi una pulgada,mas bien delgado 186 libras,ella buscaba tan rapido me parecio imaginarme y seguro estoy que la compracion mia con alguien que ella hubiera querido tener O parecerse a mi , por cierto; " yo habia salido a Caminar como acostumbro a diario casi 3 kilometros, no me gusta estar Perdido con el Tiempo ni con la vejez, ella la asumo con Valor y Mi Dignidad , con mi respeto a mi mismo y a la vida , sobre Todo y ante Todo a la Mujer, que sin ella Nunca Hubieramos sido NADA en esta Vida , ella que a sido siempre la Mas INTELIGENTE y la que mas tiene Valor y Decision que nosotros los Hombres, y aprovecho esta para contarle algo , se positivamente que esta gran Mujer , sabra que mis letras escritan llevan la Verdad que no hay mentiras ni Inventos ni Fantasias, cada letra que ella a leido ella sabe que es mi Humildad y sencillez como Hombre,como un Hombre de experiencia , amigo , compañero , Un Hijo maravilloso que fui siempre y soy, aunque ellos no esten para mi siguen vivos en mi mente y mi corazon, Esposo , Padre y Abuelo.
cleopatra
18/6/21 9:00
Que bello escrito sobre tu papá el mio me enseño casi todo lo que se de electricidad, carpinteria y desarmar y armar mi bici. Mi mamá siempre le decia que yo era hembra no varon y tengo que confesar que a veces yo la apoyaba. Menos mal que aprendí pq cuando me becaron tuve que usarlo para arreglar tomacorrientes y planchas. Yo también tengo linternas una de 3 pilas y la otra de 2 igual a las del dibujo que todavía alumbran.... FELICIDADES A TODOS LOS PADRES.
tocayo
17/6/21 11:23
Buenos días, periodista, usted no lo puso pero sé que su padre se llama miguel porque es tocayo mío y coincidimos en uno de sus centros laborales cuando usted todavía era una muchachita y no trabajaba en el periódico. Yo era del área de economía y él no debe recordarme, lo saqué por la caricatura y porque he visto su foto de usted en el Juventud Rebelde la página 2 y está igual a cuando visitaba a su papá y los hombres de esa empresa la admirábamos, con el mayor respeto lo digo, pero nadie le decía nada porque su papá tiene un caracter estricto que impone respeto. Yo lo recuerdo como usted dice, imbentando siempre cosas para resolver y en su camioneta hecha po él mismo. Hace unos meses que leo esta sección porque a mi nieto le gusta esta revista y Cubadebate, pero me daba pena comentar en temas que me han llamado la atención porque ya no tengo edad para opinar de esas cosas, pero hoy me animé al ver al viejo Miguel y me alegra que su madre decida acompañarlo en el final de la vida de ambos. Felicidades a toda su familia y a los `padres todos que leen Cubahora.
Rodin
17/6/21 9:36
Muchas felicidades para los padres en este dia...que disfruten pero con precaucion que la covid sigue haciendo de las suyas. Un padre reclamando dotes a los yernos...jajajaja, por suerte el mio - que yo sepa - no a pedido nada aunque con lo despistado que soy quien sabe...jajaja. Tengo unas lintarnas de esas del dibujo. FELICIDADES...
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