I
Nos dice la venerable Real Academia de la Lengua que bongó es un instrumento que “tocan los negros”.
Y a uno le entran deseos de preguntarle a la honorable abuela matritense si el bongó ha de tomar otro nombre cuando su percusiva cadencia se escuche mientras lo toca un mulato o un blanco. (Hecho, además, frecuentísimo).
II
La gente se desternilla de la risa, no se “destornilla”.
Decía el siempre recordado poeta y periodista José Zacarías Tallet que sólo podrían “destornillarse” en ese caso las máquinas, si fuesen capaces de reír.
III
No importa que lo llamen a uno “gramatiquero”, forma despectiva de referirse a quienes nos preocupamos por el sufrido idioma. Pero, en realidad, no son caprichos tontos ni exquisiteces alambicadas los móviles que nos impulsan. Una mínima palabra puede cambiar radicalmente el sentido de lo expresado.
Y, como uno cree en el poder del ejemplo, ahí va un botón de muestra, donde el sencillísimo trueque de una preposición todo lo puso de cabeza.
Hace poco escuché una noticia cuyo texto era aproximadamente el que sigue: “Mañana brindará un recital el poeta Mengano, en Batabanó, al sur de la provincia de Mayabeque”.
A mí me place la cartografía, y mapa que me vuele bajito, va para mi archivo. Por eso me dejó pensando lo dicho: “Batabanó, al sur de la provincia de Mayabeque”. ¿Se desarrollaría el recital, milagrosamente, flotando sobre las aguas del golfo de igual nombre? ¿Quizás está Batabanó en Isla de Pinos? O, insistiendo en el rumbo sur, ¿se hallan las coordenadas de Batabanó en Honduras? O, continuando tras el mismo punto cardinal, tal vez se encuentre en el Mar Pacífico.
Sí, gacetillero de mis pecados, aturdido emborronacuartillas: Batabanó no se ubica al sur de esa provincia, sino en el sur de tal territorio. Porque, de lo contrario, usted es un dios, un demiurgo, capaz de trastocar la geografía a su inverecundo gusto.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.