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sábado, 23 de noviembre de 2024

La Cuba de 1852

Lo que sucedía en Cuba en 1852 y los grandes acontecimientos culturales que hicieron época se exponen en este artículo como fiel retrato de la sociedad cubana de antaño...

Argelio Roberto Santiesteban Pupo
en Exclusivo 19/03/2016
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Por entonces, el viajero Antonio de las Barras visita La Habana, y declara que aquí no se echa de menos nada de lo que constituye un pueblo civilizado. Resalta que en materia de espectáculos la ciudad no envidia a Londres, París o Madrid, por la constante presencia de compañías de ópera. Pero el visitante ha recibido una visión edulcorada, epidérmica. Él no sabe que en esos mismos instantes el gobernador está engavetando la solicitud de autorización para fundar la Academia de Ciencias Cubana. Tampoco el viajero está al tanto de que, en garrote vil, acaba de sufrir suplicio el joven reglano Eduardo Facciolo, protomártir de la prensa en Cuba, editor de un periódico clandestino que combatía al poder colonial. MÁS SOBRE AQUEL AÑO El canario Andrés Avelino de Orihuela, quien vivió desde joven en Cuba, publica en París una novela de costumbres. Aparece como personaje un ser real, que también figurará en Cecilia Valdés: el sastre mulato Uribe, quien se suicidó durante el Proceso de La Escalera. Acaba de cerrar los ojos la Condesa de Merlín. Muere en París, donde le corresponde, pues, a pesar de su nacimiento habanero, escribió en francés. Tuvo entre los asiduos a su salón lo mismo a Goya que a Balzac. Sus obras entregaron una Cuba risueña, exótica, superficial y falsa. Huyó de España con su marido, general francés, bajo los tiros de los guerrilleros, que hostilizaban a las columnas napoleónicas en retirada. (De todas maneras, que Dios la tenga en su santa gloria). EL DANZÓN, NUESTRO PAGANINI Y UN MAMBÍ CATALÁN Viene al mundo alguien que nos va a ejercitar en la noble práctica de mover los pies cadenciosamente: Miguel Faílde, quien para nuestra dicha inventó el danzón. A la música también le toca otro regalo, cuando abre los ojos nuestro compatriota Claudio José Domingo Brindis de Salas, conocido como El Paganini Negro, o El Rey de las Octavas, quien tuvo fans en todos los rincones del planeta, lo mismo en Berlín que en Londres o Florencia. Y, en aquel remoto año, aunque ve la luz en la lejanísima Cataluña, anótese la llegada de José Miró Argenter, periodista, historiador y general mambí, quien fue nada menos que jefe del estado mayor de Antonio Maceo, biógrafo de El Titán y cronista excepcional de la Invasión. UN AÑO CARGADITO Por entonces, la habanera Iglesia del Cristo es elevada a parroquia. Editan la obra Los cubanos pintados por sí mismos, con ilustraciones de Landaluze. Un terremoto sacude el sudoriente cubano. Ya tienen periódico en Pinar del Río. Significativamente, se llama El Veguero. Fallece Manuel Pérez Ramírez, periodista y escritor que fundó once periódicos en Santiago de Cuba. Inundaciones en Galicia. La hambruna favorece la emigración de gallegos, que acá llegan en calidad de semiesclavos. Antonio Núñez Jiménez anota que ya en esta época comienza a surgir el Hato de Cruces, y agrega que Ciego de Ávila tenía treinta y ocho casas. Mientras, el ávido gobierno estadounidense propone comprar a Cuba por cien millones de dólares.

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Argelio Roberto Santiesteban Pupo

Escritor, periodista y profesor. Recibió el Premio Nacional de la Crítica en 1983 con su libro El habla popular cubana de hoy (una tonga de cubichismos que le oí a mi pueblo).


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