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viernes, 22 de noviembre de 2024

“Doctor… ¡tampoco hay que exagerar!”

Un consejo: no abusar de los tecnicismos, pues pueden tender trampas...

Argelio Roberto Santiesteban Pupo
en Exclusivo 28/04/2018
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Médicos-salud
(Foto: Tomada del elespectador.com).

Queridas amigas, amigos dilectos, comadres y compadres:

Debo iniciar esta croniquilla admitiendo que la preside una frasecita hecha, manoseada, hueca, manida, kitsch,  cursi, es decir, picúa

¿Cuántas veces, en cronicones jaboneros radiales de medio pelo, allá por los años ‘50, escuchamos aquello de “el baúl de los recuerdos”?

 Pero admitámoslo a regañadientes: la frasecita  resulta  imprescindible. Porque, ¿dónde uno atesora desde la primera afeitada hasta el inaugural beso a la noviecita? Pues en ese tan traído y llevado cofre.

 Y hoy yo abrí el dichoso baúl para, desde el fondo de la memoria, entregarles esta insignificante anécdota.

  Una trampa del idioma

   De ese cofre extraigo un hecho que tiene por escenario cierto hospital del nororiente cubano, propiedad de la United Fruit Co. –sí, la torva compañía norteamericana Mamita Yunái--, donde mi padre ejercía como laboratorista clínico.  

   Lo dice el diccionario, clarito, clarito: el verbo “esputar” equivale a “expectorar” o “escupir”.

   Recordado esto, sépase que aquella mañana, en el hospital, cierto médico pasaba visita. Al contrario de sus colegas, quienes siempre se esforzaban por que se les entendiese, él pretendía mostrar superioridad abusando de los tecnicismos de la jerga profesional.

   Se acercó a la cama de una paciente, quien estaba acompañada por la madre.  Y en la rutina del interrogatorio clínico, preguntó: “Señora, ella esputa?”.

   Entonces la madre saltó como un resorte: “Sí, verdad que es una muchacha muy alegrita, algo salpicona, pero… lo otro, médico, lo otro… ¡es una exageración!”.


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Argelio Roberto Santiesteban Pupo

Escritor, periodista y profesor. Recibió el Premio Nacional de la Crítica en 1983 con su libro El habla popular cubana de hoy (una tonga de cubichismos que le oí a mi pueblo).


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