miércoles, 1 de mayo de 2024

El caballo del general

La falta de puntualidad puede ser nociva cuando se llega tarde, pero puede ser peor cuando se arriba demasiado temprano...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 20/02/2015
4 comentarios

El viejo Conesa era de los que en la primera mitad del siglo pasado no creía en la hora que daban ni los más afamados relojes de marca, y aunque lo dijera Radio Reloj, prefería saberla con el pitazo de los trenes al pasar muy pegados al patio de su casa en el apacible pueblecito de Jarahueca, en el centro de la provincia de Sancti Spíritus.

Cuentan sus familiares que antes de fallecer, tuvo la triste oportunidad de sufrir, como jubilado ferroviario, que ya ni los trenes eran puntuales, por lo cual tuvo que apelar al timbre de los despertadores para recibir avisos de los momentos en que debía consumir los medicamentos o cumplir sus quehaceres.

Hace unas décadas atrás, este tema se publicó abundantemente en los medios de prensa cubanos y fue motivo de conversaciones en todas las esferas de la sociedad, con quejas permanentes de la manera en que se pierde un recurso irrecuperable como lo es el tiempo.

Tal parece que el asunto estuviera considerado insoluble porque hasta hoy, las quejas, reclamos y sugerencias han sido como arar en el mar, pretender peras del olmo, o querer sacarle aceite a un ladrillo, pues por mucho tiempo que se le ha dedicado en las reuniones, y la enorme cantidad de medidas para garantizar el cumplimiento de los horarios, muy poco avanza el objetivo.

Antes de redactar estas notas, revisé publicaciones de otros colegas que antaño abordaron el asunto desde el punto de vista filosófico de las categorías de espacio y tiempo, o a partir del prisma económico en el cual se refirieron a las pérdidas ocasionadas por no realizar una acción en el momento programado.

Hasta encontré textos referidos a que está incluido entre los valores morales, que es una muestra de respeto hacia los demás, que debieran aplicarse sanciones fuertes a los impuntuales, que los regaños en las reuniones las reciben quienes llegaron a la hora citada, que no llegar a tiempo significa estar ausentes cuando se exponen argumentos o imparten orientaciones…

Por supuesto, no faltan quienes esgrimen la verdad de que en las reuniones se escatiman minutos, pero se pierden largas horas en hablar o escuchar asuntos intrascendentes y toman acuerdos de citar otra reunión para organizar una próxima reunión en la cual tampoco hay evidencias de que será productiva porque será una reunión parecida a la reunión anterior.

La impuntualidad no es un mal privativo de asambleas, sino que se extiende hasta el punto de que para combatirlo, nos erigimos en campeones de la previsión, provocando sucesos como el del simpático cuento del general que pidió un caballo para cabalgar a las 9 de la mañana, pero según fueron dándose las órdenes, el infeliz animal estaba agotado a esa hora porque estuvo toda la noche sin dormir, listo desde la una de la madrugada.

NOTA: Pido disculpas a las editoras del Cubahora por no haber entregado a tiempo este material, cuya redacción se demoró por causas ajenas a mi voluntad, pues tuve que dedicar tiempo a gestiones cuya realización dependían de alguien que se atrasó.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 4 comentarios


Jorge Nilo
 26/2/15 8:50

Buen tema, aquí hay de todo, reuniones que se demoran, muchas veces por no estar motivados para oírlas, pero eso es otro tema a debatir, la impuntualidad es una forma costumbrista, podría decir, de faltarle el respeto a los demás, desde el relevo a un trabajo en turno, por causas de transporte, por familiares enfermos, por mil problemas, que nadan tiene que ver con el buen respeto a los demás, el transporte no salió a tiempo por otras más, he visto trenes regresar a su estación después de haber avanzado varios kilómetros porque se quedó uno de la tripulación o un empleado, gesto muy humano; pero que a la larga es una falta de respeto a los que estaban en hora, de los aviones ni hablar. Se puede localizar en algunos países a través de Google map el horario del servicio local de ómnibus de algunas ciudades y lo que nos cuesta creer es que el ómnibus de la ruta tal, de una ciudad pase precisamente a la hora que dice en el Google, ¿y nosotros no podemos hacerlo igual?, cuando nuestros choferes se levantan muy temprano para que su carro esté listo, pero se encuentran que faltó el que tiene que darle la hoja de ruta, etc, etc. Lo más importante de todo es que nadie controla nada de eso y sobre los que tienen que controlar esto no leen lo que nosotros escribimos aquí.

mis saludos

Cuco
 25/2/15 13:27

Amigo Chang Anduve de visita por su tierra natal unos dias y no habia podido disfrutar de su columna . Que decir de la impuntualidad que no haya sido dicho antes.  Yo tengo una relacion de  odio  y amor con la Gran Bretaña de ellos  no comulgo con su mentalidad de casascas rojas y ello engloba mis sentimientos por las malvinas y otras cosa que ahora no vienen al caso. pero adoro muchas cosas de ese pais la diccion del idioma ingles pronunciado por un ingles de verdad es marvilloso. sus geniales actores , como emma thompson  , anthony hopkins , esas peliculas inglesas  de epoca y profundo contenido humano me gustan mucho, la liga inglesa de futbol es de mis preferidas  pero creo que la mejor virtud de ese pueblo es su disciplina y puntualidad alli , los trenes pitan a su hora de verdad , hace unos dias vi un documental en multivision sobre la reparacion de una via ferrea en inglaterra que se hizo en 7hrs 43 minutos  y estaba planificada para 8 hrs por que a esa hora pasaba un tren y para un cubano es casi imposible de creer ,pero el tren paso a su hora y ya la linea estaba arreglada. En nuestro pais la puntualidad paso de moda y ya a casi nadie le importa el valor de tu tiempo ni  el concepto de planificacion se derrumba ante los embates de un cubano categoria 5 ,es lamentable pero ese es un una virtud subvalorada en estos tiempos y la culpa no es del bloqueo es de nosostros  que peleamos cuando alguien de forma indolente  malgasta nuestro tiempo y no vemos cuando se lo hacemos perder a otra gente. la puntualidad es un componente esencial de la disciplina y no se puede aspirar a disciplina cuando por cualquier motivo de causa mayor o no, llegamos tarde hasta para las cosas buenas . mucho trabajo nos costara  enseñar puntualidad a los niños  que seran los hombres y mujeres del futuro cuando somos nosostros los primeros impuntuales .

alabausesanto
 22/2/15 7:49

No podré dejar de hacer un comentario de este excelente trabajo, solo que primero organizaré mis ideas.

Arturo Chang
 24/2/15 23:26


Espero sus ideas. Reciba mis saludos.

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