El SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es un padecimiento producido por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Este virus debilita y ataca el sistema inmunológico del individuo afectado, concretamente las células T CD4, que son decisivas para proteger al cuerpo contra las infecciones. Mientras el VIH aniquila estas células, el sistema inmunológico va perdiendo su poder para combatir enfermedades e infecciones, lo que hace que el individuo se torne más sensible a enfermedades oportunistas, como ciertos tipos de cáncer o algunas infecciones graves. Sin medicación, el VIH pudiera avanzar hasta convertirse en SIDA, el período más avanzado de la infección.
El VIH principalmente se transmite por medio de los fluidos corporales, como semen, sangre, leche materna y fluidos vaginales. Los modos más frecuentes de su transferencia son por compartir agujas contaminadas, por medio de relaciones sexuales no protegidas y de madre a hijo durante el parto, el embarazo o la lactancia. No obstante, el VIH no se trasfiere por el aire, ni por el contacto casual como besos, abrazos o por compartir utensilios.
Si bien no hay una medicina para el SIDA, los adelantos en la medicina, principalmente con el uso de antirretrovirales (ARV), permiten que los individuos que tienen el VIH pudieran controlar la enfermedad y sobrellevar una existencia siquiera normal. El adecuado tratamiento pudiera disminuir la carga viral a grados no detectables, lo que significa que el individuo afectado ahora no puede traspasar el virus a nuevos individuos, en una expresión conocida como "indetectable = intransmisible" (I=I). Esto ha constituido un significativo avance en la previsión de la transferencia del VIH y una mejoría de la calidad de vida de aquellos que padecen la afección.
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Recientes avances en el SIDA
Últimamente, los progresos en el manejo y tratamiento del VIH/SIDA han sido manifiestos, debido a la continua investigación en terapias antirretrovirales (ARV). Uno de los adelantos más reveladores ha sido el progreso de terapias de combinación más efectivas y con falta de efectos secundarios.
Los medicamentos actuales permiten a los individuos con VIH tener una carga viral no detectable, lo que no solamente mejora su calidad de vida y su salud, sino que además impide la transmisión del virus a nuevos individuos. Este camino ha sido esencial para la tarea global de salud pública "Indetectable = Intransmisible" (I=I), que subraya que los individuos con VIH que poseen una carga viral no detectable no logren trasferir sexualmente el virus a sus parejas.
Igualmente, de los ARV se han logrado progresos en la previa profilaxis a la exposición (PrEP), un procedimiento protector para quienes no tienen VIH, pero se encuentran en elevado peligro de contagiarse. La PrEP demuestra ser marcadamente segura en disminuir la posibilidad de contagio por VIH cuando se consume de forma constante. Esta táctica ha constituido un cambio de ejemplo de prevención, sobre todo en ciudadanos quid como personas transgéneros, varones que tienen sexo con varones y trabajadores sexuales.
Las representantes de salud han señalado la eficacia de la PrEP como un arma clave para la supresión del VIH.
Otro importante avance es en cuanto a vacunación y a estrategias de inmunoterapia. Si bien aún no se ha conseguido una efectiva vacuna en contra del VIH, las investigaciones continúan progresando, con algunas investigaciones promisorias en etapas clínicas.
Igualmente, ciertos enfoques de inmunoterapia, como son la terapia génica y los anticuerpos monoclonales, se están probando para fortalecer la respuesta inmunológica de los pacientes o intentar exterminar el virus del cuerpo. Estas tácticas no solamente intentan optimizar el procedimiento, sino igualmente y de manera eventual brindar una curación para el VIH.
Finalmente, en el avance en la búsqueda en relación a la cura del VIH se han franqueado nuevas puertas. Se han reportado ciertos casos de "cura funcional", como el caso del "Paciente de Berlín" y el "Paciente de Londres", los que después de un trasplante de células madre de individuos con resistencia natural al VIH, consiguieron erradicar el virus de sus cuerpos sin que se necesitase tratamiento antirretroviral. No obstante, estos pacientes son considerablemente raros y no ajustables a la mayoría de los individuos con VIH, han aportado valiosas pistas para investigaciones futuras y probables terapias curativas.
Aunque aún no se ha hallado una cura planetaria, estos progresos crean expectativa para que, en un porvenir, fuese posible eliminar el VIH de forma definitiva.
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