Las mejores recetas para el hipotiroidismo (+ video)

El hipotiroidismo es una enfermedad crónica. Provoca que la glándula tiroides sea incapaz de producir suficiente hormona tiroidea, la cual regula muchas de las funciones del cuerpo humano. Es una disfunción de dicha glándula capaz de ocasionar, ante todo, una disminución de la tasa metabólica, es decir, una disminución en nuestro metabolismo basal. Es más común en las mujeres y en personas mayores de 50 años. Los pacientes con esta enfermedad deben tomar hormona tiroidea por vía oral, de reemplazo, por toda su vida. Es importante saber identificar las manifestaciones clínicas del hipotiroidismo para no confundirlo con otros trastornos como la depresión.

CAUSAS DEL HIPOTIROIDISMO

Una de las causas más comunes del hipotiroidismo es la llamada tiroiditis de Hashimoto. Es una enfermedad autoinmune, la cual se va desarrollando muy lentamente con el pasar de los años, predominantemente en el sexo femenino.

Otra causa puede hallarse en personas que se tienen que someter a cirugías en las cuales se necesita eliminar parte de la glándula tiroides o su totalidad y por esta razón disminuye la producción de esta hormona. Con menor frecuencia, la falta de yodo en las comidas puede ser una de las causas de hipotiroidismo, principalmente en los países sub desarrollados. El uso de sal yodada ha disminuido en un 50 % el problema de falta de yodo y, según la UNICEF, el 65 % de los hogares tienen acceso a este producto. Sin embargo, datos de la ONU indican que en 54 países la carencia de yodo es un serio problema. También se puede presentar en personas que están siendo o han sido tratadas con sustancias radioactivas, utilizadas para combatir la enfermedad de Hodgking, de linfoma o de cáncer de cabeza, las cuales al ser aplicadas pueden dañar la función tiroidea. Igualmente se puede encontrar en pacientes hipertiroideos que han sido tratados con yodo radioactivo. Existen también casos de hipotiroidismo congénito, es decir que se nace con la deficiencia hormonal.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS DEL HIPOTIROIDISMO

Quienes lo padecen pueden experimentar diferentes signos, como aumento de peso sin una razón aparente, sufrir fatiga, piel y cabello seco, hinchazón, disminución del ritmo cardíaco, depresión, menstruación abundante, estreñimiento, dolores en músculos y articulaciones, pueden sentir frío, falta de memoria, etcétera. Sin embargo, la forma más segura y la única manera de estar seguros de encontrarse padeciendo esta enfermedad es cuando se realizan las pruebas de función tiroidea como TSH, T3 y T4.

CONTROL DEL HIPOTIROIDISMO

Las personas que sufren de hipotiroidismo y toman hormonas de reemplazo deben monitorear las dosis periódicamente con el especialista, pues estas pueden variar por diversas razones. Quien considere estar afectado por esta enfermedad debe tener presente siempre consultar con un endocrinólogo. Ninguna recomendación aquí descrita sustituye un diagnóstico y un tratamiento médico por un especialista.

PREVENCIÓN DEL HIPOTIROIDISMO

Aunque no se han encontrado recomendaciones avaladas por la comunidad científica, hacer ejercicio regularmente, además de mantener una alimentación balanceada y en cantidades apropiadas, podría ayudar a prevenir el hipotiroidismo de causa autoinmunitaria. Se recomienda, sobre todo, tomar la ingesta recomendada diaria de yodo.

NUTRIENTES QUE FORTALECEN LA TIROIDES

La tiroides se fortalece con yodo, zinc, cobre, hierro y todas las vitaminas como la A, D, B2, B3, y B6. Como una ingesta inadecuada de yodo puede causar hipotiroidismo, según un artículo publicado por la revista European Journal of Endocrinology, se recomienda mantener una dieta adecuada con la cantidad diaria recomendada de yodo. Algunos alimentos ricos en zinc son ostras, germen de trigo, salvado, jengibre, guisantes y carne de cordero. El cobre lo obtenemos del hígado, cacao, carnes rojas, harinas, frutas, legumbres y verduras verde oscuras. Del hierro se recomienda la ingesta moderada de alimentos ricos en este mineral. Las vitaminas se consiguen de los cítricos, arroz integral, carnes blancas, granos, semillas y cereales, entre otros.

A pesar de ser una enfermedad que responde bien a un adecuado tratamiento médico, hay algo que deben saber muy bien todos los pacientes: la necesidad de cambiar los hábitos alimenticios.

Cualquier alteración en nuestra glándula tiroides genera una serie de cambios en nuestro organismo que van a obligarnos a establecer nuevas rutinas y, por supuesto, a comer más sano.

ESTRATEGIAS ALIMENTICIAS A SEGUIR EN EL HIPOTIROIDISMO

Un primer aspecto establecido por los nutricionistas con respecto al hipotiroidismo es que se debe llevar una dieta equilibrada, aumentando nuestras dosis de yodo a niveles normales para regular nuestra glándula tiroides cuando esta funciona en un nivel bajo por deficiencia de este mineral.

Aunque no se trata en absoluto de consumir en exclusiva alimentos que lo contengan, pues no hay que cometer excesos ni llegar a los extremos. Se debe recordar que el café, así como el té, no son muy recomendables en caso de hipotiroidismo, aunque aún no existen estudios concluyentes que avalen dicha afirmación. Por eso siempre debemos consultar cualquier tipo de cambio en la dieta con nuestro médico especialista.

Pero sí debemos cuidar en nuestra alimentación el beneficio de frutas y verduras fresca, pues son alimentos ricos en fibra y de alto contenido acuoso, y por eso pueden saciarnos con pocas calorías ayudando a contrarrestar el aumento de peso que caracteriza al hipotiroidismo, además de la gran cantidad de vitaminas y minerales que contienen. Pero, además, se ha vinculado una dieta vegana basada en gran cantidad de frutas y verduras con una menor incidencia de esta enfermedad, razón por la cual su consumo siempre es muy aconsejable. Se debe garantizar la ingestión de cinco raciones diarias con platos diversos como pueden ser las ensaladas o los guisados y muchos más. El ajo, según información aportada por la Fundación Española del Corazón, es muy adecuado para regular la glándula tiroides y ayudar a controlar los síntomas del hipotiroidismo y ayuda porque es rico en yodo y selenio, dos minerales esenciales necesitados en este tipo de enfermedad.

Se puede consumir untando dos dientes de ajo en una tostada de pan integral o también al preparar una sabrosa tortilla con ajos, teniendo en cuenta que los huevos también son muy adecuados en el caso del hipotiroidismo. La leche y todos los derivados de esta, como el yogur, queso o leches fermentadas, son buenas fuentes de yodo en nuestra dieta. También aportan calcio, vitamina D y proteínas que estimulan el metabolismo y que contribuyen a prevenir complicaciones del hipotiroidismo. Se pueden utilizar lácteos en platos diferentes, recomendando siempre las opciones más magras y con buenas proteínas sin azúcar añadido, como yogur natural sin azúcar, queso fresco u otros; se pueden incluir en un postre, en una salsa, una ensalada o un helado.

Para quien no tiene ninguna intolerancia a la lactosa, el yogur natural es una propuesta para los desayunos, ya que es un probiótico natural muy rico en yodo, según sugiere una investigación realizada por la Sociedad Española de Nutrición. Se debe consumir uno de elaboración orgánica, aunque para quien lo sabe elaborar, le será mucho más beneficioso.

Todos los condimentos en general son de utilidad para sumar buenos nutrientes al organismo y la gran mayoría de ellos contribuyen a elevar el metabolismo. Pero algunas especias en particular, como el curry, la pimienta, los pimientos picantes o la canela, son de gran utilidad para prevenir o revertir el aumento de peso que suele ocasionar el hipotiroidismo y se pueden incluir en platos dulces y salados para dar sabor, aroma y color a los mismos.

Todos estos son alimentos que pueden ayudar a controlar el hipotiroidismo comiendo sano y siempre acompañados de la medicación adecuada, así como de otros hábitos de vida beneficiosos.

ALIMENTOS RECOMENDADOS Y NO RECOMENDADOS EN EL HIPOTIROIDISMO

No existe una dieta específica o suplementos dietéticos para tratar los trastornos de la glándula tiroides. Pero, para asegurar la salud, es importante comer la variedad adecuada de alimentos en las proporciones correctas. No obstante, hay algunos alimentos recomendados y otros que deben ser eliminados de la dieta de una persona que padece de hipotiroidismo.

Se debe aumentar el consumo de alimentos ricos en selenio, tales como carne roja, pollo, salmón, atún, granos enteros sin refinar, nueces, ajo, cebollas. Consumir granos integrales como arroz integral, avena integral, pan integral, con el fin de prevenir el estreñimiento, y aumentar el consumo de legumbres como son frijoles negros y rojos, garbanzos o lentejas, pues son una excelente fuente de energía y previenen sentirse con la energía baja. Alimentos y suplementos no recomendados son los derivados de la soya, pues sus fitoestrógenos pueden interferir en el uso de la hormona tiroidea por su organismo; también las verduras tipo crucíferas, como el brócoli o la col, pues pueden interferir en la producción de la hormona tiroidea por su alto contenido de tiocianatos; ellos dificultan la absorción del yodo por la glándula tiroides. Se suman a estos los azúcares de todo tipo y los alimentos ricos en grasa o con azúcares ocultos como pasteles, galletas, chocolates y jugos de frutas comerciales, pues su exceso provocará aumento de peso. Tampoco se debe consumir alcohol, pues tiene un efecto tóxico sobre la glándula tiroidea y dificulta el uso de la hormona por el organismo. Algunos medicamentos tales como el sulfato ferroso pueden interferir con la absorción de la tiroxina. Se recomienda un intervalo de dos horas entre la toma de la tiroxina y el hierro, y siempre teniendo en cuenta que algunas pastillas de vitaminas múltiples contienen hierro. Algunos suplementos y alimentos ricos en calcio como los productos lácteos interfieren con la absorción de levotiroxina. Un intervalo de 4 horas entre los dos es suficiente para asegurar que no hay un impacto significativo en los niveles de tiroxina en la sangre. Se debe conocer que los antiácidos que contienen aluminio o magnesio interfieren con la absorción de la tiroxina.

RECETAS PARA EL HIPOTIROIDISMO

Lomo a la parrilla

Ingredientes:

-1 kilo de carne de lomo

-Aceite de la mejor calidad posible

-2 cucharadas de mantequilla

-Pimienta al gusto

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Encender el carbón y dejarlo hasta que se forme la brasa.

-Una vez que la brasa está encendida, pintar la parrilla con aceite, usando una brocha o vertiendo directamente un poco de aceite sobre la parrilla.

-Cuando se ha encendido la brasa, poner la parrilla a una distancia de más o menos unos 10 centímetros de altura. Con el lomo lavado, solamente se deberá aplicar una capa de mantequilla.

-Ya realizado todo lo anterior, colocar solamente la carne sobre la parrilla lo más cerca del carbón y sellar ambos lados por dos minutos.

-Posteriormente, colocar la parrilla a unos 10 centímetros y se continúa asando hasta que la carne comience a verse jugosa en su superficie.

-Dar vuelta la carne con ayuda de unas tenazas una vez que se nota el jugo en la superficie.

-Pasado este proceso, bajar la parrilla y sellar dos minutos por ambos lados, levantar la parrilla de nuevo a 10 centímetros aproximadamente.

-Continuar con el asado de 20 a 30 minutos. Ya cuando la carne se ha terminado de asar, esta se debe frotar con mantequilla y sazonar con pimienta al gusto.

Una recomendación en toda carne que vamos a llevar a la parrilla es que la retiremos del refrigerador por lo menos una hora antes, así cuando la llevamos al fuego estará a temperatura ambiente.

Enchilado de pollo y frijoles

Ingredientes:

-1 ¼ de taza de pollo asado sin pellejo y desmenuzado

-¾ de taza de frijoles hervidos

-2 cucharaditas de aceite de la mejor calidad posible

-1 cebolla pequeña picada

-2 dientes de ajo picado

-2 cucharadas de cilantro picado

-¼ taza de caldo de pollo desgrasado, preferentemente hecho en casa

-1 taza de queso amarillo rallado

-2 tortillas de un huevo cada una

Preparación:

-Precalentar el horno a 400°F.

-Calentar una sartén y sofreír la cebolla en el aceite por 2 minutos. Agregar el pollo, los frijoles y el ajo. El caldo de pollo se agrega a la sartén, así como el cilantro, y retirar del fuego.

-Dividir el pollo mezclado en las dos tortillas. Enrollarlas y colocarlas en un recipiente apto para el horno. Rociar el resto del caldo encima y luego el queso.

-Cocinar 15 minutos hasta que el queso esté dorado.

Receta de sopa de tomate y albahaca

Ingredientes:

-8 tomates pelados y cortados en trozos

-2 dientes de ajo pelados y cortados finamente

-2 zanahorias peladas y cortadas en cuadraditos

-1 cebolla finamente picada

-1 litro de caldo de pollo, preferentemente hecho en casa

-¼ de taza de albahaca finamente picada

-¼ de taza de perejil finamente picado

-2 cucharadas de jugo de limón

-2 cucharadas de mantequilla

-Pimienta al gusto

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Pochar primero los dientes de ajo, las zanahorias y las cebollas en una olla grande con la mantequilla y a fuego medio. Cuando la cebolla comience a ponerse transparente, añadir el caldo de pollo, remover y tapar. Bajar el fuego y dejar cocinar por 20 minutos.

-Transcurrido el tiempo, añadir los tomates y dejar otros 10 minutos a fuego suave. Retirar del fuego, salpimentar al gusto, añadir el zumo de limón y pasar todo por la batidora eléctrica hasta convertirlo en una sopa líquida y suave.

-Servir en platos individuales y espolvorear la albahaca y el perejil por encima.

Se puede espolvorear un poco de queso rallado por encima al momento de servir la sopa. ¡Está deliciosa!!

Garbanzos con verduras y pollo

Se trata de un plato muy completo y saludable que combina legumbres, verduras y carne.

Ingredientes:

-6 muslos de pollo

-500 gramos de garbanzos

-1 zanahoria

-1 pimiento rojo

-1 pimiento verde

-2 cebollas

-1 puerro

-1 diente de ajo

-750 mililitros de caldo de verduras o de pollo, preferentemente casero

-1 cucharadita de pimentón dulce

-Pimienta al gusto

-Pizca de sal, opcional

-Aceite de la mejor calidad posible

Preparación:

- En un recipiente apropiado, poner los garbanzos y cubrirlos con agua. Tapar y los dejar a remojo alrededor de 12 horas o una noche entera. Al día siguiente, los escurrir y los lavar bien.

-A continuación, poner los garbanzos en una olla y cubrirlos con agua, pudiendo sustituir el agua por caldo de verduras o de pollo para darle más sabor. Dejar que se cocine a fuego medio durante 1 hora y media, hasta que se ablanden.

-Mientras se cocinan los garbanzos, en una cazuela grande, añadir un chorrito de aceite y calentar a fuego fuerte. Cuando esté caliente, poner los muslos previamente salpimentados, y dejar que se cocinen aquí unos 3 minutos por todas sus caras y, cuando estén dorados, retirar a un plato y reservar.

-Después, en la misma cazuela, bajara fuego medio y corregir de aceite. Añadir las zanahorias, el pimiento rojo, el verde, las cebollas y el diente de ajo, todo picado. Salpimentar y dejar que se cocinen las verduras de los garbanzos con verduras y pollo durante unos 15 minutos, remover de vez en cuando.

-Con las verduras ya cocinadas, añadir la cucharada de pimentón y remover durante 30 segundos, hasta que se mezcle. Después, añadir el pollo reservado anteriormente junto con sus jugos, y los garbanzos con el agua o el caldo de la cocción. Corregir de pimienta y remover un poco para integrar todo.

-Finalmente, dejar que todo se cocine durante otros 25 minutos para que los sabores acaben de mezclarse, y servir inmediatamente.