La música clásica es una corriente que se desenvolvió aproximadamente entre 1750 y 1820, sobre todo en Europa. Es considerada como culta, propia de un ambiente muy formal, refinado y elitista. El medio donde se ejecuta es de gran solemnidad y el público conserva una actitud muy educada en todo momento, deleitándose en silencio con la emoción de lo que está presenciando. Habitualmente se vincula con las grandes orquestas con variedad de instrumentos de percusión, de cuerda y de viento. Los músicos de las orquestas son dirigidos por un director quien, con su varilla, dibuja en el aire el compás de la pieza musical que se está interpretando. En nuestro país existe una emisora de radio dedicada exclusivamente a la música clásica.
Por su parte la hipertensión arterial es una patología crónica en la que los vasos sanguíneos tienen una tensión permanentemente alta, lo que puede dañarlos. La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para impulsarla. Una de las características de esta enfermedad es que no presenta unos síntomas definidos y estos pueden demorar mucho tiempo en manifestarse. No obstante, constituye el factor de riesgo cardiovascular más prevalente.
La hipertensión es una enfermedad tratable, pero su falta de control puede desencadenar complicaciones graves, como infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca o accidente cerebrovascular. Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que sufren la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado el paso de sangre a través de ellas. Este daño en las paredes de los vasos sanguíneos favorece que se depositen colesterol y triglicéridos en las mismas, y eso hace que la hipertensión sea un factor de riesgo muy importante para el desarrollo de arterioesclerosis.
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Música clásica y tratamiento antihipertensivo
Un estudio indica que las medicinas contra la presión arterial alta tienen una acción más intensa sobre la frecuencia cardíaca en pacientes que escuchan música clásica luego de tomarlas.
Además de mantener un horario exacto para tomar correctamente los medicamentos antihipertensivos indicados y adoptar hábitos y estilos de vida saludables, los pacientes que padecen hipertensión arterial pueden incorporar una actividad placentera y beneficiosa a la rutina del tratamiento de la enfermedad como es escuchar música clásica inmediatamente después de tomar su medicación.
En un estudio realizado hace unos pocos años entre centros de investigación de Brasil e Inglaterra, se constató que esa música intensifica los efectos beneficiosos de los medicamentos antihipertensivos en un corto periodo de tiempo tras tomar la medicación. La música clásica mejoró la frecuencia cardíaca y los efectos de los medicamentos antihipertensivos en el período de hasta una hora después de administrarse los mismos. Una de las comprobaciones que hicieron indica que la música clásica fundamentalmente tiene el efecto de disminuir la frecuencia cardíaca.
También se comprobó que la música clásica activa el sistema nervioso parasimpático, el encargado de estimular acciones que le permitan al organismo responder a situaciones de calma, tales como la desaceleración de los latidos cardíacos y la disminución de la presión arterial, de la adrenalina y del azúcar presentes en la sangre y reduce la actividad del sistema simpático, el que puede acelerar los latidos cardíacos.
Los análisis de los datos indicaron que la frecuencia cardíaca de los pacientes disminuyó 60 minutos después de que fueron ingeridos y escucharon ese tipo de música. Sin embargo, cuando tomaron el antihipertensivo de rutina y no escucharon esa culta música después, su frecuencia cardíaca no sufrió una modificación tan intensa. También se detectó que la medicación antihipertensiva mostró efectos más intensos sobre la frecuencia cardíaca de los pacientes cuando escucharon la música.
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La razón de que esto suceda
Una de las teorías planteadas por los investigadores indica que, al activar el sistema parasimpático, la música produce un aumento de la actividad gastrointestinal de los pacientes hipertensos, acelerando la absorción de los medicamentos antihipertensivos ingeridos e intensificando sus efectos sobre la frecuencia cardíaca.
Por lo tanto, no está demás que los hipertensos con tratamiento escuchen por un rato la emisora cubana de música clásica después de haber ingerido sus medicamentos contra la hipertensión arterial.
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