Las razones para dejar de fumar son muchas y muy convincentes, pero a veces se les da de lado y se les ignora a propósito, todo por la fuerza que la adicción ejerce sobre los fumadores. La principal razón para eliminar este perverso envenenamiento es preservar la salud y la calidad de vida. Y desde este punto de partida, se obtiene un gran estímulo para quitarse definitivamente esta maléfica adicción. Sin embargo, las razones que pueden esgrimirse para fumar son nulas, sencillamente no existen. Generalmente, se trata de una adicción en adquirida mayormente en la adolescencia inducida por otros, tal vez con malas intenciones, donde la víctima ignora que luego generará una dependencia física y psicológica difícil de romper.
La mayoría de los fumadores en realidad no disfrutan verdaderamente el consumo de tabaco pues lo hacen de forma compulsiva, aunque sientan que esto les rasga los pulmones, les provoca mal aliento y los deja sin resuello. Es tan fuerte la atadura que siguen haciéndolo, aún sin que esto les provoque un evidente placer. Por eso lo adecuado es tomar conciencia de los beneficios que tiene una vida sin tabaco tanto para el fumador como para sus familiares más cercanos y queridos.
- Consulte además: El mal aliento puede evitarse
Los motivos
Ahorrar dinero es uno de los motivos más fuertes para dejar de fumar.
Hoy en día los cigarrillos y el tabaco en general tienen altos costos en nuestro país. Si se suma lo que se gasta en la adicción durante un año, cualquiera se queda desagradablemente estupefacto. Uno de los más fuertes incentivos para dejar de fumar puede ser precisamente el de ahorrar el dinero gastado en tabaco, sobre todo en los tiempos actuales, para destinarlo a otras cosas que se quiera hacer o se quiera comprar por elementales necesidades propias o de la familia.
El consumo de cigarrillos quita años de vida según todas las investigaciones hechas al respecto. Es un hecho probado científicamente, fumar acorta la vida. Un fumador vivirá en promedio diez años menos, como mínimo, que un no fumador. Aumentar la esperanza de vida en pos de los soñados 120 años y llenos de salud, es una razón determinante para dejar el tabaco.
Otra fuerte razón es prevenir enfermedades que afectan la calidad de vida pues la adicción al tabaco puede dar lugar a una gran cantidad de serios padecimientos e incluso a una disminución del deseo sexual. Las enfermedades más graves son los diferentes tipos de cáncer, los problemas cardiovasculares y los males respiratorios. Todas estas, y muchas más, pueden llevar a disminuir notablemente la calidad de vida. No es solo que la vida se acorta, sino que se puede llegar a vivir varios de los años finales entre gastos monetarios, medicamentos, hospitales, etc. sufriendo junto con la familia de manera inmerecida y además tonta para ellos.
Dejando de fumar se mejorará la actividad sexual y la apariencia física tanto en hombres como en mujeres, pues el cigarrillo daña la apariencia de la piel, haciéndola más reseca, arrugándola y envejeciéndola tempranamente. También el tabaquismo genera un terrible mal aliento y variados problemas dentales. Los dientes casi siempre se ven manchados, con caries y amarillentos, color que también toman las uñas y los dedos. A esto se suma el desagradable olor que emana de la persona que fuma. Al dejar el tabaco, mejora totalmente la apariencia personal.
Cuando se elimina el cigarro se elevar el rendimiento físico y la persona se ve más ágil y con mayor gracia en sus movimientos. Los fumadores se cansan con mayor facilidad y subir las escaleras o caminar un largo tramo pueden convertirse en una verdadera proeza para ellos. Esto los priva de la práctica de muchos deportes y de actividades físicas que requieren cierta fortaleza respiratoria. Uno de los motivos para dejar de fumar es aumentar el rendimiento físico, mejorar la gestualidad y acceder así a actividades saludables y divertidas.
Otro motivo es servir de buen ejemplo a los más jóvenes, incluidos los propios hijos. Es muy común que el hábito de fumar se adquiera durante la inexperta juventud. Si se deja de fumar, se está enviando un poderoso mensaje a los más jóvenes de la familia de que el tabaco es perjudicial. Más que con las palabras, se les enseña a las nuevas generaciones con el propio ejemplo. Así que uno de los motivos para dejar de fumar es evitar que los más nuevos caigan en esa dependencia, que, sin duda, nada bueno les traerá.
Dejar de fumar incrementa el sentimiento de autocontrol al tratarse de un proceso difícil, en el cual se debe vencer una adicción. No es nada fácil, pero tampoco es tan difícil, ni es nada imposible cuando hay una decisión consciente. Actualmente en el mundo existen más ex fumadores que fumadores en activo. Exige carácter, temple y perseverancia. Es un desafío y lleva a incrementar la voluntad y, por lo tanto, el autocontrol. Entonces, no solamente se beneficia el cuerpo, sino también la mente y se sale fortalecido como persona.
Dejando de fumar se protege la salud de quienes rodean al fumador, pues
quienes están cerca terminan afectados por la adicción. Al fumar en el hogar, es un grave peligro, pues de algún modo los demás terminarán respirando algo de humo de segunda mano por la contaminación ambiental, y eso también acarrea muy malas consecuencias.
Quien haya dejado de fumar siente mayor libertad, pues fumar es una actividad que conlleva a múltiples requisitos. Quien tiene un vuelo largo o asiste a alguna reunión social o religiosa en la que sea imposible fumar, si es un fumador se siente tenso y fuera de lugar y tiene que salir fuera de muchos sitios cada vez que quiera consumir tabaco. Para quien deja de fumar, todas esas exigencias desaparecen y se puede mover e integrarse más y mejor en todas partes.
Conclusiones irrefutables
Como conclusión puede decirse que fumar solo da grandes pérdidas y dejar de hacerlo solo reporta buenas ganancias constantes y sonantes.
Norma
6/9/22 10:42
Todo lo que dice el artículo debe ser verdad, pero tengo miedo de leerlo.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.