Enfermedad de Alzheimer y depresión

La demencia de Alzheimer, la más frecuente de las demencias, está constituida por síntomas causados por determinado daño cerebral. En ella existen dificultades para recordar, aprender y comunicarse. Cuando pasa el tiempo, estos cambios van haciendo difícil a las personas hasta llegar a cuidarse por sí mismas. También pueden existir cambios en el estado de ánimo y de la personalidad en la persona afectada.

La depresión es muy frecuente entre quienes tienen demencia de Alzheimer y en muchos de ellos se presenta cuando al comienzo se percatan de cómo la capacidad y la funcionalidad de su memoria se están deteriorando. Una depresión asociada a la demencia de Alzheimer de manera coincidente pudiera causar otras manifestaciones cómo no querer salir a diferentes lugares, incluidos los sitios habituales o no desear ver gente, y por eso la calidad de sus vidas puede sufrir determinado deterioro.

TIPO DE DEPRESIÓN

Existe una llamada depresión mayor y es en quienes tienen síntomas de ella casi todos los días, durante todo el día y por dos semanas o más. Entre estos síntomas se pueden incluir sentirse triste o adormecido, más lento, inquieto, irritable, inútil o culpable y llorar fácilmente o sin motivo, tener dolores de cabeza o de espalda o presentar problemas digestivos o para recordar, para enfocarse o para tomar decisiones, bajar o aumentar de peso involuntariamente, dormir demasiado o tener problemas para dormir, sentirse cansado todo el tiempo, tener falta de interés o placer en las cosas que solía disfrutar incluido las relaciones sexuales o llegar a tener pensamientos relacionados sobre la muerte o el suicidio.

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Una forma más leve de depresión puede causar síntomas menos severos, pero ambas, la mayor y la menos evidente, tienen las mismas causas y el mismo tratamiento. Una persona mayor con depresión puede incluso sentirse confundida o tener dificultades para comprender pedidos simples.

SE DEBE RECONOCER LA DEPRESIÓN

A veces puede no ser fácil conocer si un familiar está deprimido, pero en caso de duda puede buscarse algunos de las manifestaciones típicas de depresión. Además, su ser querido puede enojarse y perturbarse fácilmente o perderse en calles sobradamente conocidas y confundirse de dirección hasta de su propia casa, llegando a rechazar la ayuda con el cuidado personal o con salidas fuera de su domicilio, vestirse o tomar sus medicamentos.

Quien considere que la depresión es un problema para un ser querido que tiene demencia de Alzheimer, debe hablar con su médico, pues hay muchas cosas que pueden hacerse para ayudar a alguien que tiene demencia de Alzheimer junto con depresión.

UN AMBIENTE AGRADABLE

Mientras tanto se debe crear un ambiente agradable para el enfermo donde se incluya personas y cosas con las que esté familiarizado, pues eso puede alegrar su espíritu y ayudar a calmar cualquier miedo o ansiedad. Además, se debe tener expectativas realistas de lo que esa persona pudiera hacer y ayudarlo con tareas que no puede hacer solo sin esperar o exigir demasiado para que no se sienta frustrado o molesto, dejándolo ayudar con tareas simples y agradables como pueden ser preparar comidas sencillas, fáciles labores de jardinería o hacer manualidades elementales.

Se le deben evitar ruidos fuertes, lugares llenos de gente o demasiada estimulación, pues eso puede hacer que se encierre o reaccione inadecuadamente.

Con el enfermo siempre se debe ser positivo y nunca reprocharle o criticarle nada pues los elogios frecuentes lo ayudarán a sentirse mejor.

UNA NECESARIA VISITA AL MÉDICO

El médico puede recetar medicamentos para tratar algunos síntomas depresivos y los medicamentos antidepresivos pueden ser útiles. pues ayudan a mejorar los síntomas emocionales y mentales y también pueden mejorar los problemas para comer o dormir, además de que los medicamentos antidepresivos no crean hábito.