El Alzheimer es una alteración del cerebro que destruye poco a poco la memoria y la capacidad de pensar. Con el paso del tiempo, el Alzheimer llega a perjudicar incluso a las tareas más sencillas dañando a la calidad de vida de las personas que lo padecen. Además de esto, esta enfermedad puede terminar evolucionando hacia en enfermedades peores, como, por ejemplo, la demencia total.
El Alzheimer no es un hecho habitual del envejecimiento, aunque el factor de riesgo conocido más importante es el aumento de la edad; la gran mayoría de las personas con Alzheimer son mayores de 65 años. Pero esta enfermedad no es solo una mal de la vejez. Según estadísticas, alrededor de 200,000 norteamericanos menores de 65 años tienen enfermedad de Alzheimer de inicio precoz, también llamado Alzheimer de inicio temprano. Esta enfermedad es la sexta principal causa de muerte en los Estados Unidos; las personas afectadas viven alrededor de ocho años después de que las manifestaciones clínicas se hacen evidentes, pero la supervivencia puede variar entre cuatro y 20 años, según la edad y otros padecimientos de salud.
Se trata de una enfermedad gradual, donde las manifestaciones de demencia habitualmente empeoran progresivamente con el paso de los años. En sus primeras etapas, la pérdida de memoria es ligera, pero en su etapa final las personas, incluso, pierden la capacidad de mantener una conversación y responder al entorno.
- Consulte además: Las señales precoces del Alzheimer
PRIMERAS MANIFESTACIONES
Como cualquier otro padecimiento, evidenciar a tiempo los primeros síntomas del Alzheimer puede ayudar a confrontar mejor la enfermedad. Uno de los más comunes son los cambios que se producen en la memoria. Las personas con Alzheimer en sus comienzos tienden a olvidar información a corto plazo. Es importante seguir valorando el resto de síntomas y evitar no confundirlos con las manifestaciones propias de la edad.
Otro síntoma usual en el inicio es la dificultad para planear tareas o concentrarse. Esto progresa hacia complicarse en las tareas habituales del día a día, como puede ser llegar a determinado lugar o confeccionar un plato de comida por sencillo que pueda ser.
Otra de las manifestaciones habituales del Alzheimer en sus primeras fases suele ser que la persona comienza a extraviar cosas al no saber dónde las ha guardado, tiene dificultades para leer o escribir y comienza a tener problemas de socialización debido a las dificultades que presenta.
DIAGNÓSTICO DEL ALZHEIMER
En el pasado, la enfermedad de Alzheimer solo se diagnosticaba con total seguridad después de la muerte, cuando el examen con microscopio del cerebro describía las placas y los ovillos característicos de la enfermedad.
Los nuevos métodos de obtención de imágenes utilizados actualmente en centros médicos o en ensayos clínicos importantes, permite detectar cambios específicos en el cerebro provocados por la enfermedad de Alzheimer.
Con toda seguridad surgirán futuras pruebas, incluidos análisis de sangre, capaces de mejorar la precisión de los diagnósticos y que permitan establecer un diagnóstico más precoz, incluso antes del inicio de los síntomas.
FORMAS DE RETRASAR EL ALZHEIMER
Una vez que se empiecen a manifestar las primeras señales de esta enfermedad es fundamental comenzar a retrasar éstas lo máximo posible.
Con este fin es dable llevar a cabo una serie de terapias que van más allá de lo farmacológico. Una de las más comunes sería trabajar la memoria. Para ello es importante poner en práctica ejercicios que precisen retener información importante durante determinado tiempo o a establecer patrones. Uno bueno sería repetir listas de palabras que, por ejemplo, aparecen en el periódico o las noticias.
Además de afanarse en la memoria es importante mantener la actividad de la persona afectada en la medida de lo posible. Esto conlleva mantener las relaciones sociales y tratar de que haga más diligencias. Procurarle más salidas a la calle, buscarle un pasatiempo nuevo, intentar que aprenda cosas nuevas, practicar algo de deporte, etcétera, o sea, cualquier cosa que les permita a estas personas permanecer más activos será esencial con el fin de retrasar el Alzheimer.
También se debe tratar de disminuir los niveles de estrés al mínimo posible. El estrés no se aviene con el Alzheimer y puede ser bastante dañino para la persona que lo sufre. Se debe procurar mantener hábitos de sueño saludables y descansar con frecuencia para estar bien relajado durante la parte activa del día. Un detalle importante es asegurarse de que la persona con el mal de Alzheimer, por precoz que sea, lleve consigo una identificación de sí mismo con nombre completo, dirección, teléfono y diagnóstico de su enfermedad.
- Consulte además: Enfermedad de Alzheimer y depresión
EN LOS MOMENTOS ACTUALES
En la actualidad, el Alzheimer no tiene cura, pero hay tratamientos para los síntomas que se presenten y se continúa investigando. Si bien las medicaciones actuales para el Alzheimer no pueden detener el avance de la enfermedad, ellas junto a la toma de diversas medidas de la vida diaria tal como las explicadas anteriormente, pueden demorar por un tiempo variable el empeoramiento de los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad y de sus cuidadores. Hoy, se trabaja a nivel mundial, incluida Cuba, para encontrar mejores formas terapéuticas de tratar la enfermedad, evitar o retrasar su inicio y también su progreso.
Norma
25/7/22 10:45
Este artículo es muy esperazador y todo lo que dice es verdad
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