La piel es el parte de mayor tamaño del cuerpo. La piel y sus derivados como son las uñas, el cabello y las glándulas sudoríparas y sebáceas, forman el sistema tegumentario. Entre las primordiales funciones de la piel está la protección. Ésta resguarda al organismo de elementos externos como sustancias químicas, bacterias y de la temperatura. La piel produce secreciones que pudieran destruir bacterias, así como la melanina, que es un pigmento químico que utiliza como defensa contra los rayos ultravioleta que pudieran perjudicar a las células de la piel.
Otra función significativa de la piel es el control de la temperatura corporal. Al exponerse la piel a una temperatura fría, los vasos sanguíneos de la dermis se contraen, y esto hace que la sangre, que es caliente, no entre a la piel, por lo que ésta obtiene la temperatura del medio frío al que está exteriorizada. El calor se ahorra pues los vasos sanguíneos no continúan expidiendo calor hacia el cuerpo. Entre sus funciones principales se halla que la piel es un órgano sorprendente porque siempre resguarda al organismo de los agentes externos.
CONSEJOS BÁSICOS PARA TENER UNA PIEL SANA
Uno de ellos es beber agua en abundancia pues ayuda a que el cuerpo trabaje lo mejor posible y hace que la piel tenga una apariencia más fresca y tersa.
También se deben realizar ejercicios pues se mantiene la firmeza de la piel haciéndolos regularmente. Cuando se hace ejercicio, se aumenta el flujo sanguíneo hacia la piel, lo que hace que ésta reciba de la mejor manera las vitaminas y los nutrientes esenciales. Por otro lado, el ejercicio tonifica los músculos, y eso ayuda a darle forma a la piel.
Se debe mantener la piel resplandeciente y aseada pues una piel limpia es la mejor forma de prevenir olores corporales e infecciones. La mayor parte de los limpiadores faciales, jabones, geles de ducha y productos de este tipo han sido comprobados previamente para asegurar de que no estimularían reacciones alérgicas o irritaciones en la piel, por eso el tipo de productos que se seleccione sólo respondería a preferencias personales.
También es bueno para la piel tomarse una sauna pues al hacer sudar y expulsar las impurezas, la sauna ayuda a limpiar la piel. También produce mejoría a la circulación. Las personas de la tercera edad o aquellas con problemas respiratorios, cardíacos o dolencias crónicas deben evitarlas.
Debe cepillarse la piel pues cepillar con mesura tu piel en seco con un cepillo especial pues eso ayudará a eliminar las células muertas que pudieran hacer que la piel luzca deteriorada.
Se pueden utilizar exfoliantes. Algunos contienen ácidos provenientes de algunas frutas, los conocidos como alfa hidroxiácidos, que coadyuvan a quitar las células muertas de la piel. Para suavizar las zonas más rugosas de la piel, tales como codos, rodillas y talones, se pueden restregar con pulpa de aguacate en estas zonas. Se tendrá suficiente con una cantidad de aguacate comparable a la que cabe en la palma de una mano.
También hidratar la piel ayudará a conservarla tersa al aumentar los niveles de humedad. La piel muestra diferentes necesidades según el tipo de piel y la edad y, por ello, si no se está seguro de qué es lo más conveniente, es aconsejable consultar con un dermatólogo. Muchos humectantes tienen vitamina E, ácidos AHA, aloe vera, germen de trigo, extractos de plantas y otros ingredientes añadidos para mejorar la textura y la tonificación de la piel, así como para disminuir las arrugas y las marcas de la edad.
- Consulte además: Alimentos que pueden arrugar la piel y cómo resolverlo
Hay que utilizar protección solar y las mejores medidas preventivas radican en la protección y la moderación. Se debe evitar una exposición excesiva a los rayos del sol, así como emplear un protector solar.
Se debe observar la piel periódicamente pues eso creará un hábito y un conocimiento de la apariencia de la piel, lo que hará que se detecte cualquier modificación en ella con más rapidez. Se debe prestar atención especial a los lunares y si se ve que alguno cambia de forma o tamaño, consultar con un dermatólogo
Finalmente, quien es fumador, lo más importante que puedes hacer para mejorar el estado de su piel es dejar la adicción al tabaquismo. El humo del tabaco seca la piel, a la vez que estrecha los vasos sanguíneos y, por lo tanto, disminuye la cantidad de sangre que llega a la piel, robándole esenciales nutrientes.
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