Hace bastante tiempo, diversas investigaciones han demostrado una evidente relación entre mantener una dieta rica en pescado y una menor mortalidad por enfermedades cardiovasculares y por accidentes cerebrovasculares, así como un menor riesgo de desarrollar demencia y de anomalías vasculares cerebrales. Del mayor consumo de pescados en la dieta dependen los mayores niveles circulantes en sangre de los conocidos por la ciencia como ácido docosahexaenoico y ácido eicosapentanoico, ambos llamados ácidos grasos poliinsaturados esenciales, pertenecientes a la serie omega-3 presentes en los pescados, los cuales se han relacionado con un menor riesgo de demencia.
UNA INVESTIGACIÓN REVELADORA
En el último número de la revista Neurology aparecen los resultados de una investigación realizada en una Universidad de los Estados Unidos. En la misma se explica que utilizando resonancias magnéticas, donde se demuestra cómo aquellos con menor consumo de pescado en su alimentación tienen un menor volumen cerebral, equivalente a dos años de envejecimiento de las estructuras del cerebro.
Esta investigación vuelve a corroborar evidencias anteriores donde se demuestra cómo una dieta rica en pescados, preferiblemente los llamados azules como el jurel, la sardina o el atún, favorecen una menor atrofia y menos envejecimiento cerebral.
EN QUÉ CONSISTIÓ LA INVESTIGACIÓN
Para esta investigación se creó un grupo de 1 575 varones y 854 mujeres de entre 67 y 69 años de edad.
Se les determinó las cantidades de una sustancia involucrada en una mayor sensibilidad a contraer la enfermedad de Alzheimer y de otra, cuyos niveles aumentados pueden indicar riesgo de infarto o de accidentes cerebrovasculares, así como los factores de riesgo vasculares y también el índice de masa corporal de los participantes.
Los datos revelan que las personas con menores niveles de ácido docosahexaenoico tenían un volumen cerebral menor en comparación con los que consumían mayores cantidades de pescado. Pero, además, los que menos omega-3 ingerían eran los que puntuaban más bajo en la función ejecutiva como resolver problemas o pensar en abstracto además de tener menor memoria visual.
DESDE LA MEDIANA EDAD
En esta investigación, fue hallado que, en la mediana edad, aquellos con menos niveles de ácido docosahexaenoico y de ácido eicosapentanoico, los presentes en los pescados, tenían señales asociadas a un envejecimiento cerebral tanto en su estructura como en la esfera cognitiva.
Se necesitan más investigaciones para confirmar estos resultados, pero la base de este trabajo y también de otras investigaciones similares apuntan a que el consumo regular de pescado, sobre todo los ricos en ácidos grasos omega-3 puede ser beneficiosa no solo para el corazón, sino también para el cerebro.
LA IMPORTANCIA VIGENTE DE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLES
Con los datos de esta investigación se apoya una vez más el papel preventivo de la alimentación saludables, tal como la importancia de seguir una dieta estilo mediterránea, rica en pescados entre otras cosas, para prevenir tanto las enfermedades cardiovasculares como un menor deterioro cognitivo.
Por eso es importante ser generosos con el consumo de pescado en la dieta en base de las evidencias científicas de antes y de ahora.
Daurys
1/12/20 18:17
El pescado aparece pero hay que comerlo como costumbre y no como última opción
Mecuido
30/11/20 15:40
Vale la pena tener en la casa su buena reseva de pescado. Cualquiera es bueno para la salud pero sobre todo para el cerebro.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.