Cómo mantener la diabetes bien controlada para evitar complicaciones

En Cuba hay en estos momentos cerca de un millón de diabéticos diagnosticados. Por eso no está de más volver sobre el tema de los cuidados  que deben tener estos pacientes para mantener bien controlada esta enfermedad crónica. Sería una manera de repaso para los bien entrenados así como también una forma de preparación para los de reciente diagnóstico.

Cuidar el control de la diabetes es una responsabilidad del propio paciente durante toda su vida. Seguir un cuidado adecuado de esta enfermedad necesita de un compromiso permanente; pero ese esfuerzo vale la pena, pues su buen control puede reducir o eliminar el riesgo de complicaciones que pudieran ser graves e incluso riesgosos para la vida.

CONOCIMIENTO Y ENTRENAMIENTO

Lo primero a realizar por un diabético es entrenarse en el manejo de su enfermedad gracias a cursos de entrenamiento, hablando con su médico o leyendo de fuentes autorizadas sobre la misma en esta era digital. Es necesario aprenderse los conceptos básicos de la diabetes y a partir de ahí, el control de esta afección depende del propio paciente que debe saber lo que hay que hacer en cada momento y a dónde acudir en caso de necesidad.

Por encima de todo se debe mantener una alimentación saludable variada basada en frutas y vegetales, eliminando comida chatarra. La actividad física forma parte de una rutina diaria y así como mantener un peso saludable.

NO OLVIDARSE DE LAS GLICEMIAS

Se debe de realizar las glicemias por el glucómetro las veces indicadas por el médico y anotarlas en una libreta, manteniendo controlado el nivel de azúcar en sangre, tomando los medicamentos indicados por un facultativo a las horas previstas.

NO FUMAR Y NO BEBER ES PARA SIEMPRE

Además de que fumar aumenta el riesgo de padecer diabetes de tipo 2, esta adicción puede provocar anticipadamente diversas complicaciones relacionadas con la diabetes, incluidas una disminución del flujo sanguíneo en las piernas y los pies, lo que puede provocar infecciones, úlceras y hasta amputaciones; también aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y serias enfermedades oculares, capaces de causar ceguera; puede lesionar a los nervios periféricos, provocar enfermedad renal y fallecimientos prematuros. Los diabéticos, dicho tajantemente, no deben nunca fumar o eliminar de raíz esta peligrosa adicción.

Las bebidas alcohólicas debe ser eliminadas totalmente de la vida del diabético pues pueden elevar o disminuir bruscamente las glicemias. Recientemente se ha conocido según bien avaladas publicaciones, que ninguna cantidad de alcohol, por mínima que sea, es segura sobre todo si se bebe de manera frecuente; y mientras más edad se tenga, es peor.

PRESIÓN ARTERIAL Y COLESTEROL VAN DE LA MANO

Los diabéticos deben mantener su presión arterial controlada así como su colesterol para evitar dañar sus vasos sanguíneos. Cuando estas enfermedades se suman, pueden provocar un infarto, un accidente cerebrovascular u otras enfermedades graves, riesgosas para la vida.

Con una alimentación adecuada, haciendo ejercicios de forma regular y observando un peso saludable se pueden controlar  la presión arterial alta y el colesterol y si es necesario, llegar a tomar determinados medicamentos orientados por el médico.

CON LAS CONSULTAS MUCHA DISCIPLINA

El diabético debe asistir a la consulta especializada cuatro veces al año o cada vez que sea citado por su médico de asistencia u otras especialidades como son oftalmología o estomatología y mensualmente a podología, etcétera, manteniendo al día su vacunación sobre todo si viaja a otros países.

TRANQUILOS TODO EL TIEMPO

El diabético no debe estresarse, pues debe aprender a priorizar sus tareas, incluso aplicando técnicas de relajación aun en tiempo de enclaustramiento como se vive en los momentos actuales. Debe dormir lo suficiente y mantener una actitud positiva cualesquiera sean sus circunstancias.

El cuidado para que la diabetes no haga estragos en el organismo está bajo el control del propio diabético. Quien esté dispuesto a cumplir con su parte, la diabetes no impedirá para nada llevar  una vida activa, provechosa y saludable.