La comida chatarra o comida basura por lo general contiene elevados niveles de grasas no saludables, sal, alimentos refinados, condimentos y azúcares, así como numerosos aditivos alimentarios para potenciar el sabor. También colorantes artificiales para hacerlos más atractivos a la vista.
La palabra chatarra significa un conjunto de desechos de metal. La denominación despectiva hacia esta comida es traducción literal de la frase en inglés “junk food” o ”comida chatarra”.
LA BASE DESU PERJUICIO
La comida chatarra es perjudicial para la salud pues se necesitan menores cantidades en relación a otros alimentos para producir efectos adversos.
También se consumen más frecuentemente y pueden sumar mayores cantidades dada su facilidad para adquirirlas. Además, los azúcares, los condimentos o la sal contenidos en ellos estimulan el apetito y la sed y por ende la necesidad de ingerirlos de nuevo.
Quienes padecen previamente determinadas enfermedades como son la obesidad, la diabetes mellitus o la hipertensión arterial, son más sensibles a sus efectos dañinos.
PROVOCAN ENFERMEDADES
El consumo frecuente de comida chatarra se relaciona con la aparición de enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, diabetes tipo 2, caries dentales, obesidad y celulitis.
Los alimentos poco nutritivos en su composición inducen a consumir grandes cantidades de grasas habitualmente no saludables, colesterol, azúcares refinados, sal y productos químicos como colorantes, conservantes y saborizantes artificiales.
Una alimentación saludable debe aportar proteínas de elevada calidad, carbohidratos complejos, fibra vegetal, grasas saludables, vitaminas y minerales.
PROBLEMA INFANTIL
Es posible afirmar como la comida chatarra o comida basura es un factor principal en el serio problema actual de la obesidad infantil.
Cada vez con mayor frecuencia los menores presentan problemas de mala e inadecuada nutrición.
El índice de obesidad puede condicionar en su mañana problemas psicológicos, sociales o cardiacos entre otros. El futuro nutricional de estos menores es derivado en gran medida de las costumbres poco saludables aprendidas en sus propios hogares.
UNA RACIÓN CHATARRA
Un emparedado untado de mantequilla o mayonesa, con lascas de jamón y queso en su interior o una hamburguesa con queso con acompañamiento de un plato de papas fritas, refrescos azucarados y postre puede llegar a contener más de 2 mil calorías.
Si un trote consume 85 calorías por milla, se necesitaría correr más o menos el equivalente de un maratón para ser quemadas.
Pero sucede todo lo contrario. El sedentarismo en los hábitos de vida actuales en combinación con este tipo de mala alimentación incrementa notablemente sus malos efectos.
LOS NEGOCIOS SON LOS NEGOCIOS
La comida chatarra es solo una mercancía ofrecida con mucha facilidad en las cafeterías y restaurantes de comida rápida de cualquier calle del mundo y de nuestro país.
Para nada importa el valor nutricional de las mismas sino la mayor cantidad de ventas posible en base al lucro obtenido de ellas.
Por eso constituyen un daño y no un bien para cualquier sociedad.
Pero también algunos alimentos basura son comunes en muchos hogares como son las hamburguesas y croquetas, alimentos fritos y refinados como el pan blanco, productos congelados para la preparación en microondas, azúcar refino, bebidas gaseosas y dulces y helados variados al por mayor.
TRAMPAS MUY PELIGROSAS
Este tipo de comida tan poco saludable lamentablemente es muy popular por lo sencillo de su elaboración, amplia distribución comercial, fácil acceso así como sus relativos bajos precios.
Asunto aparte son los engañosos bajos precios. Si cada uno de los amantes de este tipo de comida hiciera un saldo a fin de cada mes del total del dinero gastado con alarmante frecuencia en estos supuestamente baratos alimentos, su cuantía arrojaría una enorme erogación de dinero prácticamente desperdiciado.
Además, las comidas callejeras, envasadas o confeccionadas en el lugar de venta, no necesitan ningún tipo de trabajo para su preparación por parte del consumidor, es cómoda de ingerir, seducen por la vista o los olores de ellas mismas o de sus anuncios y tienen una gran diversidad de apetitosos colores, aromas y sabores.
LA FRECUENCIA
Cuando una persona consume comida basura todos los días es diferente a hacerlo una vez a la semana.
Con el consumo diario se tienen más probabilidades de padecer, a mediano y largo plazo, de elevaciones en las grasas de la sangre, obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, algunos tipos de cáncer y varias otras consecuencias desagradables.
Estas secuelas pueden llegar a ser irreversibles y hasta muy lamentables.
Como los factores del entorno explotan las vulnerabilidades biológicas, psicológicas, sociales y económicas que promueven el consumo excesivo de comidas poco saludables, cada persona debe ser instruida por todos los medios posibles del peligro de estas comidas como base de su alimentación.
Aunque cada cual debe hacerse responsable de su propia salud, necesita contar con suficiente apoyo educativo de la sociedad en su conjunto y de sus organizaciones.
Así, cada ciudadano armado con suficientes y sólidos conocimientos podrá elegir las mejores ofertas para su salud y la de sus seres más queridos.
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6/10/22 11:13
Nunca había escuchado la denominación "comida chatarra", pero me parece bastante oportuna jajaja fuera de broma, la sociedad tenemos un gran problema con este tipo de comidas, sumamente adictivas y que generan tantísimo efectos negativos en nuestro organismo a largo plazo. Deberíamos tener más conciencia y cuidar mucho más nuestra alimentación.
Dr. Quirantes
19/4/15 7:12
Estimado José Ramón:
En relación a su opinión lo invito a que lea nuevamente el primero y el segundo párrafo de la penúltima sección del artículo que titulé “Trampas Muy Peligrosas” donde abordó con argumentos incontrovertibles el gasto en las supuestamente “baratas” comidas chatarras.
Solo se trata de coger papel y lápiz, sacar cuentas y redistribuir el presupuesto. No es gastar más, sino hacer una mejor inversión de nuestro presupuesto.
Además, en todas partes del mundo hay un acuerdo unánime de que se gasta mucho menos dinero en meriendas o almuerzos cuando se llevan preparados de la casa que cuando se compran los supuestamente “baratos” alimentos chatarra.
Se compran más por comodidad que por el precio. Muy pocas personas estiman lo gastado en “chatarra” a finales de cada mes y mucho menos toman medidas para beneficio de sus finanzas personales.
En cuanto a la soya, debido a su elevado valor proteico ha sido llamada “carne vegetal”.
Mis saludos,
Dr. Quirantes
Jose -ramon
14/4/15 12:33
Quirante, muy buenos tus consejos pero difícil de cumplir por nosotros los cubanos. La crisis económica y el bajo poder adquisitivo nos lleva a abusar de lo que acabas de criticar. Gracias de todos modos, no obstante me gustaría saber la incidencia de la soya sobre nuestro cuerpo.
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