Chocolate y salud

El chocolate es originario de tierras mexicanas y las semillas de cacao, de donde se obtiene, eran tan valoradas por los aztecas que las empleaban como moneda de cambio en el comercio.

Cristóbal Colón pudo haber sido el primer europeo en beber este producto en uno de sus viajes a América. Fue introducido en la corte española por Hernán Cortés, en el siglo XVI. Manifestaba que "cuando uno lo bebe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse".

Las plantaciones de cacao toman auge en todo el mundo a comienzos del siglo XIX y a partir de entonces fue organizada y perfeccionada la industria del chocolate. La primera fábrica de chocolate se desarrolla en Suiza, en 1819.

Daniel Peter, en 1875, comienza a mezclarlo con la leche en polvo creada por Henri Nestlé, elaborando sólidas barras de chocolate. De ahí surge el nombre de las tabletas conocidas mundialmente como "peter".

El chocolate negro, llamado también chocolate puro, es el chocolate propiamente dicho. Se obtiene de la mezcla de la pasta y manteca del cacao con azúcar, sin el añadido de ningún otro producto excepto una cantidad menor del uno por ciento de vainilla, como aromatizante, y lecitina de soja, como emulsionante y estabilizante.

Para que se considere negro, el chocolate debe presentar una proporción de pasta de cacao superior al 50 por ciento del producto. Se fabrican tabletas de chocolate negro de diferentes proporciones crecientes, algunas hasta con un 99 por ciento de pureza.

VIGILANDO AL CHOCOLATE

Al chocolate industrial se le critica debido a que contiene exceso de calorías, lo cual se debe a que habitualmente es resultado de la mezcla con determinadas cantidades de leche, condensada incluso; grasas hidrogenadas o trans y azúcares, todo con el fin aumentar la demanda al incorporar sabores y texturas agradables.

El chocolate que suele venderse en los comercios tiene unas 500 calorías por cada 100 gramos, lo cual representa un valor energético demasiado elevado. Una tableta de chocolate, por ejemplo, contiene aproximadamente 800 calorías.

El chocolate claro de elevada densidad calórica, cuando se consume abusivamente, puede provocar obesidad, enfermedad relacionada a su vez con la diabetes y con diferentes problemas cardiacos.

Muchos fabricantes de chocolate le eliminan las sustancias protectoras por su gusto amargo, añadiendo como contrapartida endulzantes calóricos y grasas.

LA PARTE BUENA

El chocolate negro es rico en polifenoles, potentes antioxidantes también presentes en el aceite de oliva extravirgen.

Los polifenoles combaten eficazmente los radicales libres, señalados como culpables de las enfermedades cardiovasculares y en general de todas aquellas asociadas con el envejecimiento.

Para algunos investigadores, el consumo de una pequeña barra de chocolate negro por día reduce la presión sistólica en un ocho o nueve por ciento.

Según un artículo publicado por la revista British Medical Journal, la reducción del riesgo cardiaco se debe a los efectos antiinflamatorios y antioxidantes de los polifenoles.

El consumo de chocolate negro favorece la disminución de la mortalidad cardiovascular, del riesgo de diabetes, del infarto de miocardio y de accidentes cerebrovasculares, así como un mejor bienestar psicológico.

Según un reciente estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition, el consumo de chocolate negro también reduce significativamente los niveles del colesterol "malo".

Consumir chocolate es provechoso para la salud, pero solo cuando la selección y la cantidad es la adecuada.

Es una manera más de proteger la salud y alargar la vida.