En la vida todos nacemos con una misión positiva que cumplir en bien de nosotros mismos, de nuestra familia y de la humanidad.
Pero muy lamentablemente existen aquellos y aquellas catalogados como alcohólicos con serios problemas para controlar el consumo de alcohol; muchos de ellos, por no decir la mayoría, se sienten preocupados por eso. Es cuando su consumo continuo, aun cuando aún no llegue a causar problemas sociales, les ha creado la necesidad de tener que beber cada día más para lograr el mismo efecto.
LOS SÍNTOMAS DE ABSTINENCIA ALCOHÓLICA
También pueden presentarse los llamados síntomas de abstinencia cuando disminuye o se suspende rápidamente, habitualmente por propia iniciativa, este perverso consumo. Principalmente, luego de un intenso y prolongado período bebiendo sin control.
Las manifestaciones clínicas pueden aparecer en un plazo de varias horas o hasta cuatro o cinco días después; consisten en sudoración, aceleración de los latidos del corazón, temblores incontrolados en las manos, problemas para dormir, náuseas y vómitos, alucinaciones, inquietud y nerviosismo, ansiedad y, a veces, convulsiones. Los síntomas pudieran ser lo suficientemente graves como para afectar el desempeño laboral o los momentos sociales.
CONSUMO INADECUADO DE ALCOHOL
El llamado consumo no saludable de alcohol incluye todo uso capaz de poner en riesgo la salud o la seguridad, o que provoque otros problemas relacionados. Porque el empleo muy elevado de alcohol provoca riesgos significativos para la salud y para la seguridad de cualquiera.
Cuando su consumo produce una gran angustia reiterada y problemas de desenvolvimiento en la vida laboral, familiar o social es probable ya estar padeciendo de un trastorno por consumo de alcohol. Puede variar entre leve y grave. No obstante, incluso un trastorno leve puede intensificarse y dar lugar a problemas graves. Por eso el tratamiento precoz es tan importante.
LOS TRASTORNOS POR CONSUMO DE ALCOHOL
Un trastorno por consumo de alcohol puede ser leve, moderado o grave, según la cantidad e intensidad de las manifestaciones clínicas presentes. Entre los signos y síntomas pueden encontrarse la incapacidad para limitar la cantidad de alcohol consumido, pérdida de mucho tiempo bebiendo u obteniendo el alcohol, o recuperándose de su consumo, deseo o intentos fracasados de reducir la cantidad del alcohol consumido, un fuerte e irresistible deseo o necesidad de beber alcohol, no cumplir obligaciones importantes en el trabajo, la escuela o el hogar debido al consumo reiterado de alcohol, su consumo continuo, incluso conociendo que esto causa problemas físicos, sociales o interpersonales, disminución o abandono total de las habituales actividades sociales o laborales y diversos entretenimientos, consumo de alcohol incluso en situaciones donde no es seguro, como al manejar o nadar, desarrollar tolerancia al alcohol, necesitando más cantidad para sentir el mismo efecto o ya tener un efecto reducido por la cantidad habitual que se está ingiriendo y presencia de síntomas de abstinencia, como náuseas, sudoración y temblores, cuando no se bebe y tiene que beberse para evitar estos síntomas.
El trastorno por consumo de alcohol puede incluir períodos de intoxicación por la cantidad y/o la calidad del alcohol ingerido y síntomas de abstinencia.
INTOXICACIÓN POR ALCOHOL
La intoxicación por el consumo de bebidas alcohólicas se produce mientras más aumenta la cantidad de alcohol en el torrente sanguíneo. Mientras mayor es la concentración de alcohol en sangre, mayor el deterioro del organismo. Dicha intoxicación también puede causar problemas de conducta y cambios mentales, como son comportamiento inadecuado, estados de ánimo inestables, alteración de la capacidad de juicio, dificultad para hablar, problemas de atención o memoria y mala coordinación.
También se pueden tener los momentos denominados “apagones”, donde no se recuerdan los hechos. Cuando son muy elevados los niveles de alcohol en sangre se puede provocar un coma o incluso la muerte.
Hay personas que no se dan cuenta de cuánto bebe o cuántos problemas en su vida están vinculados al abuso de alcohol. Deben escuchar a sus familiares, amigos o colegas que lo aprecien cuando le digan que elimine sus hábitos con el alcohol y, si no puede solo, que busque ayuda.
Cuando estime que ya está bebiendo mucho alcohol o si beber le está causando problemas, incluso la preocupación de sus seres más queridos, debe asistir al médico o buscar la asistencia siempre efectiva en los grupos de Alcohólicos Anónimos donde, con seguridad, si es firme propósito, abandonará definitivamente tan funesta adicción y podrá hablar con muchos que hayan tenido este problema y estén ya recuperados definitivamente.
Peña
27/10/20 7:48
Muy oportuno y muy bien tratado este tema. Hay muchas personas que beben y como excusa le echan la culpa al enclaustramiento. El que reflexione bien, que busque ayuda pues el único trago que no hace daño es el que no se toma.
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