jueves, 19 de septiembre de 2024

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La llamada “dieta blanda” para situaciones especiales

La dieta blanda bien diseñada es un plan alimenticio saludable y sin desventajas...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 25/04/2018
3 comentarios
Sopa de Arroz con zanahoria
Prueba una rica sopa de arroz y zanahoria. (Foto: Difusión-Referencial).

La conocida como dieta blanda, originalmente era llamada “dieta blanda hospitalaria” y fue desarrollada precisamente en centros hospitalarios para facilitar a pacientes con determinadas enfermedades una fácil ingestión de alimentos. Fundamentalmente, la dieta blanda hospitalaria actualmente se indica en los pacientes en espera de alguna intervención quirúrgica, para quienes ya hayan sido recientemente intervenidos o según otros criterios médicos.

Se recomienda también después de un período de ayuno como parte de la recuperación de una gastritis, cólico, úlcera o virosis intestinal. Como algo muy importante se debe conocer que, de ninguna manera, está concebida como un programa para adelgazar o perder peso. Al pasar el tiempo la dieta fue adaptada a otras necesidades y por eso hoy es recomendada desde el punto de vista de los profesionales de la salud para llevarla a cabo en el hogar.

La dieta blanda bien diseñada es un plan alimenticio saludable y sin desventajas. Incluso, pueden también hacerla los niños con episodios de diarrea, gastroenteritis u otras enfermedades. Pero siempre esta dieta debe hacerse, por quien sea, a través de una adecuada indicación médica. La dieta blanda solo actúa como un paliativo para aliviar determinados síntomas, pero no tiene carácter curativo. Su objetivo principal es brindar una nutrición correcta al ser diseñada como un plan alimenticio completo, equilibrado y variado.

El tipo de alimentos permitidos así como los prohibidos son la base de la dieta blanda; también la forma de prepararlos, combinarlos y cocinar sus ingredientes, variándolos según prescripción médica para determinadas enfermedades. La dieta blanda es una “dieta de tolerancia” pues sirve para que el organismo se adapte progresivamente, a modo de transición o paso intermedio, a una alimentación normal después de una enfermedad, ayuno, dieta líquida o cirugía.

SUS CARACTERÍSTICAS

La dieta blanda es un plan alimenticio donde se incluyen ciertos alimentos y excluyen otros. Para ser efectiva es necesario diseñar cada menú de acuerdo a determinadas especificaciones. Siempre la dieta blanda tendrá como característica la base de alimentos de fácil digestión. Se incluyen platos pobres en grasa, sin condimentos, sin salsas y con poco residuo fibroso, sin cáscaras y sin semillas, con el fin de ser bien tolerados por el tubo digestivo.

De acuerdo a sus características existen ciertos parámetros a tener en cuenta para seguir una dieta blanda. Se debe comer cantidades limitadas de alimentos, pero hacerlo varias veces al día. La comida debe estar solo tibia y cocinada con poca o ninguna sal. Es necesario comer despacio y no hablar mientras se come para facilitar la digestión y evitar tragar aire, causa de molestos gases dentro del estómago. Después de cada comida se debe reposar unos 20 minutos. Este tipo de dieta solo deberá mantenerse por tres o cuatro días e ir progresivamente incorporando nuevos alimentos conducentes hacia una dieta normal. Si la dieta blanda fue prescrita por un médico, debe ser él quien recomiende dejarla.

ALIMENTOS PERMITIDOS EN UNA DIETA BLANDA

Los cereales deben ser refinados, o sea, en forma de pan blanco tostado, pastas, arroz blanco en forma de sopas y papillas, cereales con leche o yogur bien diluidos, papas hervidas o al vapor en puré o procesadas como cremas. Las carnes pueden ser de pollo o pavo, siempre cocidas al horno, hervidas o a la plancha. En cuanto al pescado, el habitual es el pescado blanco.

Al principio y con la aceptación médica pueden incorporarse a la dieta huevos pasados por agua o escalfados, pero en pacientes con determinadas afecciones digestivas se incluirá los primeros días la clara y unos días después la yema. En cuanto a los lácteos, pueden incluirse la leche y yogur descremado o algo de quesos frescos.

Las verduras siempre se consumirán cocidas, en forma de puré o caldos, evitando los vegetales y hortalizas crudos, pues pueden fermentar en el estómago. Las legumbres solo se tomarán pequeñas cantidades cocidas y en puré y previamente coladas para eliminar la cáscara. Las frutas siempre se deberán consumir en forma de compota.

Las grasas solo en muy pequeñas cantidades, evitando las saturadas o trans como mantequilla o margarina y prefiriendo siempre el aceite de oliva. En cuanto a líquidos, agua, algunos jugos de fruta preferentemente naturales y alguna infusión de hierbas naturales a temperatura normal e incapaz de producir irritación intestinal.

ALIMENTOS A EVITAR EN UNA DIETA BLANDA

Entre los alimentos a evitar se encuentran los cereales integrales, salsas, sobre todo las muy picantes, carnes rojas fibrosas o con mucha grasa, embutidos o carnes procesadas o enlatadas de cualquier tipo, ahumados, pescados azules, mariscos y conservas de pescado, quesos grasientos, picantes de todo tipo, flanes, natillas o pudines, chocolate de cualquier tipo, frituras en general, salsas, meriendas callejeras, condimentos picantes, encurtidos así como alimentos muy azucarados o con especias y todos aquellos que el sentido común aconseje eliminar. A todo trance deben evitarse las bebidas alcohólicas y el tabaco.

EJEMPLOS DE DIETA BLANDA

Sopa de arroz y zanahoria

La sopa de arroz es muy sencilla de preparar y en este caso se añade zanahoria para darle más nutrientes, sabor y color al plato.

Ingredientes

- 100 gramos de arroz

- 1 zanahoria mediana

- Aceite de oliva, preferentemente virgen extra

- Agua, un litro

- Pizca de sal, opcional

Preparación:

- En una cazuela colocar el litro de agua y una pizca de sal.

- Cuando el agua comienza a hervir añadir el arroz y también una cucharadita de aceite de oliva, cocinando a fuego lento durante 5 minutos.

- Lavar y pelar la zanahoria, rallar y añadir al arroz dejando que la cocción continúe por el tiempo necesario.

- Retirar del fuego y servir tibia.

Sopa de pollo casera

Ingredientes:

- 500 gramos de carne de pollo

- 3 tallos de apio

- 1 cebolla picada

- Una zanahoria troceada

- 2 dientes de ajo picados

- 1 hoja de laurel

- 150 gramos de fideos

- Un litro y medio de agua

- Pizca de sal, opcional

- Perejil picado

Preparación:

- Añadimos a la olla un litro y medio de agua y lo llevamos a ebullición.

- Cortamos en trozos grandes la carne de pollo y las verduras. Los añadimos a la olla.

- Cocer el pollo unos 35 o 40 minutos, y las verduras, o si acaso dejamos un poco de zanahoria y apio. Colar el caldo y en otro recipiente añadir los fideos y cocer tres minutos (si son finos tipo cabello de ángel, si son más gorditos mirar el tiempo en el paquete).

- Una vez tengamos lista la sopa la dejamos reposar. Cortamos trocitos del pollo que hemos cocido antes y los añadimos a la sopa. En este caso no se aconseja añadir mucha sal, si acaso, un poco de sal baja en sodio y un poco de perejil que le da sabor.

Crema de calabaza

La calabaza es ideal para añadir a sopas o guisos. Su sabor es delicado y combinan bien con otros alimentos como el pescado o la carne.

Ingredientes:

- 500 gramos (1 libra) de calabaza

- 1 cebolla mediana

- 100 gramos de apio

- 50 gramos de harina refinada

- ½ litro de leche descremada

- Caldo de vegetal desgrasado en casa (se prepara la noche antes y se guarda en el refrigerador. Al día siguiente se retira la grasa de la superficie con una cuchara y el resto se cuela utilizando una gasa encima del colador)

- Un poco de albahaca

- Una hoja de laurel

- Pizca de sal, opcional

- Pimienta al gusto

- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra

Preparación:

- Cortamos la cebolla fina.

- Se lava bien la calabaza y no se le quita la cáscara, pues en ella encontramos muchas vitaminas. La cortamos en pedacitos. Se introduce en agua y se ablanda en la candela

- En una cazuela añadimos un poco de aceite, y doramos la cebolla.

- Añadimos la hoja de laurel, el apio cortado, la harina y el caldo de verduras por cinco minutos.

- Ahora añadimos los trozos de calabaza ya pelada junto al ½ litro de leche. Dejar al fuego 10 minutos, luego dejar reposar y añadir la pimienta.

- Cuando haya reposado un poco ponemos la calabaza en un vaso de batidora y se bate hasta lograr una crema fina con textura homogénea.

- A la hora de servir añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra y para hacerla más nutritiva, un huevo duro rallado.

Una vez tenemos lista la crema se puede servir tibia o fría.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.

Se han publicado 3 comentarios


Isabela
 9/5/18 15:26

Muy buena la dieta y es muy saludable para muchas cosas

Raque
 7/5/18 18:03

LI, me imagino que no sea por el precio porque el aceite de oliva no se toma como una cola enlatada. Es tan poco a poco lo que se toma que la inversión inicial, para algunos elevada, se transforma en un gasto mensual de 30 pesos. Más dinero  la gente gasta en comida chatarra de todos los día un poquito. Cuando suma a fin de mes o a fin de año, ESO SI ES GASTAR DINERO Y PARA SOLO HACERSE DAÑO

LI
 5/5/18 16:04

Muy buena la dieta solo que con el aceite de oliva ya no se puede hacer

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