El arribo a América de Cristóbal Colón, a finales del siglo XV, inició la emigración hispánica a este continente, primordialmente de andaluces y castellanos en nuestro país, y luego de las diferentes regiones de España.
Curioso es que, al fundarse la república neocolonial, intrigados y fascinados por las transformaciones norteamericanas, llegaron más españoles a Cuba que antes de los siglos anteriores, sobre todo, gallegos, catalanes, asturianos y canarios.
Estos inmigrantes introdujeron productos como: ganado vacuno, gallina, caballo, cerdo, caña de azúcar, papa, arroz, limón, naranja, frijoles, harina, vino y tasajo. Cuando las provisiones traídas de España se agotaron, los colonizadores se aclimataron a los alimentos de los aborígenes: el maíz, la yuca y el boniato.
El casabe se convirtió en el suplente del pan de trigo. Y así comenzó la combinación cultural en los hábitos alimentarios.
Actualmente, los cubanos decimos que no comemos bien si falta el arroz, las viandas y carnes fritas.
Entre los platos favoritos están las sopas y potajes de textura densa y obtenida de variados frijoles; así como los guisos y la salsa criolla, con uso del tomate natural o industrial y enriquecido con sabores fuertes de comino, laurel, orégano, pimentón, cebolla, ajo y ají.
El cerdo se convertiría en el apoyo alimenticio fundamental, utilizándolo además en el arte de los chorizos, longanizas, y otros, sustituyéndose la falta de aceite por la manteca en la cocina criolla.
De igual manera los postres no faltan en el menú cubano, con alto contenido de azúcar, que poco a poco debemos disminuir.
Para acompañar todo, la fría cerveza es dominante ante el vino que nos trajeron los españoles, pero que no tomó auge en estas tierras. Actualmente, por ser más saludable, se está sumando.
Más adelante seguiremos con los españoles y las anécdotas y curiosidades culinarias de esta influencia.
Hoy ofrecemos dos de las deliciosas recetas que nos aportaron y que tanto marcó a la cocina cubana.
POLLO ASADO EN CALDERO
Ingredientes para cinco raciones
2 kg de pollo
5 g de sal
1 g de pimienta molida
10 g de ajo
150 ml de naranja agria o limón (jugo)
100 ml de aceite vegetal
70 g de cebolla
80 g de zanahoria
60 g de ajo puerro
100 ml de caldo de ave
Elaboración
Limpiar el pollo de sangres y grasas de la piel. Si es entero, bridarlo (amarrarlo con hilo para que no se deforme) si es en piezas no es necesario.
Salpimentarlo y agregar los ajos, bien trinchados, y el jugo de naranja; dejar reposar por espacio de seis horas aproximadamente.
Colocar en un caldero de hierro o fondo resistente el aceite, una vez caliente, agregar el pollo y sellarlo (dar cocción por todos sus lados para dorarlos y que retenga más su jugo). Cuando dore, retirarlo y en esa misma grasa sofreír los vegetales cortados finamente. Colocar el pollo y adicionar el vino y el caldo y dejar cocinar hasta que se ablande.
Recomendamos que esa salsa puede también utilizarse para cocinar unas papas cortadas en rodajas para acompañar este sabroso plato.
Yannia Baro desde FB
25/4/13 12:45
majestuoso
Maria Gonzalez Pomier desde FB
25/4/13 12:45
jajaja,que rico manaña cocino ,pollo asado y patatas...........
Lia Stevens desde FB
25/4/13 12:42
dios quiero comer comidita hecha por mi mamá!!!
Lenay Barceló Soto desde FB
25/4/13 12:41
ummmm...rico...unos garbanzos fritos con ese pollo...!!!!!!!!!..lo máximooooo...jeje
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