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sábado, 23 de noviembre de 2024

Residente vs J Balvin, “Brocoli” o “Hot dogs”, ¿y nada más que eso? (I)

“Una cosa es ser artista, otra cosa es ser famoso”, rapea Residente en la polémica sesión de Bizarrap...

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 11/03/2022
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Residente y JBalvin Tiradera
Los titulares son sintomáticos, para ciertos intereses conviene más servirlo como asunto personal. (Foto: El Confidencial)

Los titulares son sintomáticos de una propensión sistémica, por lo epidérmico y no esencial, por lo anecdótico, por el registro amarillista y efímero, fragmentado y falto de referentes articuladores, sin abscisas para los sentidos; con nada que los imante o relacione con las causas más profundas de la angustia de los consumidores, de lo sensacional, de tendencias y memes. Por el contrario, se constituyen en pasto crujiente para engordar las columnas de “entretenimiento”, en excitantes distractores de las reales telarañas de la manipulación y la explotación capitalista.

“Residente compara a J Balvin con un hot dog”, “Residente y J Balvin continúan con su enemistad”, “en el centro de la polémica”, “están en boca de todo el mundo”. Hasta ahí. Y si se alarga el chicle para explicar el porqué de la polémica, no pasan de septiembre de 2021, cuando se conocieron las nominaciones de los Grammys Latinos, y según se dice se inició la pelea, tan solo un problema personal entre René Pérez Juglar y José Álvaro Osorio.

En un tuit que luego borró, J Balvin pidió boicotear la producción de dicha ceremonia, asegurando que los organizadores no respetaban a los artistas urbanos y que solo los usaban para tener rating. “Los Grammys no nos valoran pero nos necesitan. Es mi opinión y nada contra los otros géneros porque se merecen todo el respeto. Pero ya el truco está aburrido. Les damos rating, pero no nos dan el respeto. (Pd. Estoy nominado para que no vengan que estoy dolido)”.

El “niño de Medellín”, nominado en tres categorías en aquella edición —entre ellas Mejor Canción Urbana, por “Agua”, la banda sonora de la película de Bob Esponja”—, había dado perretas anteriormente porque el más comercial reguetón se englobe bajo la etiqueta de lo “urbano” junto al rap y al trap; porque no ostenta una categoría propia, lo que amentaría sus posibilidades de obtener más gramófonos, por su mercamúsica.

Recordemos que para la pasada edición varios pesos pesados de la llamada “música urbana”, entre ellos el propio J Balvin, llamaron a un boicot contra el Grammy Latino, bajo la etiqueta #SinReggaetonNoHayLatinGrammys, tras conocer los nominados. Todo porque les parecieron muy pocas las nominaciones o porque se excluyeron algunos exponentes con los más abultados “números” de la industria. A pesar de que en aquella 20 edición aparecieran en las categorías dedicadas al género “urbano” las marcas: Bad Bunny, Farruko, Daddy Yankee, Anitta, Ozuna y el mismísimo J Balvin.

Aunque ahora se sublime, no fue el ex Calle 13 el único que reaccionó ante el comentario del colombiano, por desestimar a los otros exponentes del género que habían sido nominados en esa última edición y que habían sido premiados en las anteriores. Lo explicó el boricua en un video de Instagram, que el colombiano le pidió borrar.

“Si los Grammy no nos valoran, entonces por qué yo tengo 31 premios. ¿Yo no soy urbano, yo no rapeo?”, le respondió Residente. “¿De qué género estamos hablando? Porque por lo que vi ayer, nominaron a muchos colegas que le metieron, C. Tangana, Rauw Alejandro, Akapellah, Nathy Peluso, Bad Bunny, Eladio Carrión, Ozuna, Karol G, Farruko, DJ Nelson, Jhay Cortez, Farina, Rafa Pabón, Yotuel, Beatriz Luengo, Myke Towers... O sea, ¿tú le vas a decir a Myke Towers, que posiblemente es su primera vez nominado, que no vaya a los Grammy porque a ti te sale de los c… ?".

“Yo te creería lo del boicot si, no sé, el año pasado cuando te nominaron 13 veces no hubieses ido a los Grammy. Pero ahí tú no pediste boicot. Seguro que tenías hasta cambio de ropa para cada premio. Pero como de las 13 nominaciones te ganaste un solo Grammy, ahora vuelve el boicot (…). Tienes que entender, José, es como si un carrito de hot dogs se molestara y se encojo… porque no se puede ganar una estrella Michelín. Si quieres que te nominen tienes que dejar de hacer hot dogs y abrir un restaurante, o también puedes hacer un hot dog bien hijo de p… El punto es, José, que si tú no tienes lápiz, le tienes que bajar 20″.

Luego de varios mensajes a través de terceros, Residente y J Balvin tuvieron una conversación donde el antioqueño le rogó que borrara el video, para luego publicar la foto del carrito de hot dog con el merch. Frente a lo cual Residente se sintió engañado y reaccionó con un segundo video, más contundente aún.

La reacción de J Balvin fue la propia de un “famoso” construido por el marketing, aprovechó el escándalo para sacar una línea de ropa con salchichas.

Aquella chispa quedó encendida y meses después Residente desarrolló sus reflexiones como mejor sabe hacer, rapeando; ahora sobre los beats del productor y DJ argentino Bizarrap (BZRP). “El tema iba a salir en diciembre, le dije a Biza ‘hermano no te puedo escribir una cumbia fiestera, porque no me siento así’. Él entendió perfectamente lo que quería hacer. En ese momento escribí eso porque lo sentí”, comentó al editor de Rolling Stone en español, Diego Ortiz.

Aunque es bien explícito en los dos primeros capítulos de la Bizarrap Music Session #49, esta se ha constreñido a otro capítulo de telenovela, se ha banalizado a una “tiradera” con una serie de acusaciones contra J Balvin. Pese a que Residente ha explicado que el “plato fuerte” no es la marca colombiana, sino el “fast food” y el “hot dog”, recurridas metáforas para referirse a la preponderante “música chatarra” que propician las reglas de juego que ordena hoy la industria mainstream.

La canción, aclaró en entrevista, funciona como una crítica al mercantilismo y los criterios de “éxito” impuesto por la industria, para “darle valor a lo que no se le está dando valor” y porque el “negocio nunca puede ser más importante que el arte”.

Usa las “tiraderas”, como en sus inicios usó al reguetón, según confesó hace tiempo en La Habana, para que el público se dé cuenta de las cosas que pasan tras bambalinas en la industria musical, y de muchas de las injusticias que suceden día tras día y que no salen a la luz.

El blanco del tiroteo es la industria (“Hoy me cojo a la industria de la fama/ Hasta romperle los resortes a la cama”), pero para ciertos intereses conviene más servir la narrativa de un mero asunto personal.


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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