La Guerra de Cuarta Generación (4G) que se enfila contra la Revolución Cubana, tiene como antecedente más cercano la sufrida en los últimos años por el hermano pueblo de Venezuela. Una agresión orquestada desde Miami y con respaldo de la derecha internacional. Híbrida en tanto son diversos los campos de ataque y los agentes articulados para promover el cambio de régimen; lo que comprende la guerra de símbolos y la instrumentalización de los famosos, esos fetiches producidos por las imperialistas industrias culturales. Con operaciones mediáticas, a través de las redes sociales, que importan el ethos de las “tirarera”; con amenazas, descalificaciones y golpes bajos.
Como evidenció el reconocido analista español Julián Macías Tovar, la más reciente campaña manipuladora contra nuestro país, previa y durante al domingo 11 de julio, contó con el uso intensivo de robots, algoritmos y de cuentas recién creadas para la ocasión, así como con la enorme influencia de los famosos de la industria musical y del entretenimiento. Se articularon ambos impulsos, campanas de resonancias, para posicionar el hastag que devino en el núcleo de los mensajes emitidos. Montándose en la tendencia y con el peso de su marca contribuyeron a amplificar el coro y la narrativa movilizadora en relación a una “crisis sanitaria en Cuba” y la necesidad de una “ayuda humanitaria”.
Señala Tovar en su acuciosa pesquisa que se hicieron campañas para que los artistas compartieran el HT #SOSCuba. Para ello se lanzó un tuit que recibió más de 1 100 respuestas. Invitaban a los usuarios a etiquetar a sus artistas favoritos. Los medios internacionales se encargaron de visibilizarla por más canales la campaña, al reseñar la participación de los estrellas. El viernes 9 y el sábado 10 estuvo circulando en los móviles de nuestros jóvenes un video posteado por el instrumentalizado Baby Lores donde agradecía a todos las estrellas de la farándula que se habían sumado a la campaña; entre ellos Don Omar, Daddy Yankee, Ozuna, Romeo Santos Farruco, Kany García y Natti Natasha.
"SOS Cuba. Todos los médicos del mundo. Cuba los necesita", escribió el reguetonero Ozuna en su cuenta de Twitter. "SOS CUBA", expresó su compatriota Lunay, en la misma red social. “Gracias Daddy, el broche de oro. Siempre fuiste un aliado a la causa de la libertad de Cuba. Gracias por tu apoyo, no hay palabras. Lo vamos a lograr. Viva Cuba libre, el mundo debe saber lo que sufren los cubanos. Abajo la dictadura”, respondió el activista argentino Agustin Antonetti, quien es parte de la derechista Fundación Libertad y un activo participante en las campañas de bulos y bots en redes sociales contra los procesos de izquierda en Nuestra América.
El domingo, con cientos de miles de tuits y la participación de muchas cuentas de artistas, la etiqueta se convirtió en tendencia mundial y en varios países. De ahí la rapidez con que se difuminó el primer tuit que se refirió a la primera manifestación, la de San Antonio de Los Baños, publicado desde Estados Unidos por el influencer contrarrevolucionario Yusnaby, con miles de RTs. Así se regó la chispa en varias localidades del país, con el llamado incendiario de tomar las calles y derrotar a la “dictadura“.
La mayoría de los tuits de los artistas tuvieron el hastag como único texto. Sin embargo, a René Pérez Joglar, conocido como Residente, no le bastó el respaldo. “Entre la ineficacia del Gobierno Cubano y el bloqueo de USA tienen al pueblo jodido en medio de una Pandemia. Pa mandar ayuda busquen una vía alterna al gobierno no vaya a pasar los mismo que en PR durante el Huracán María. Por eso eternamente de un pájaro las dos alas”, compartió en su cuenta de Twitter, con más de 6 millones de seguidores.
Su posicionamiento no dejó de sorprender a muchos de sus seguidores en la isla. Era para algunos una postura traidora. Equidistante para otros, en tanto combinaba la condena al bloqueo y el apoyo al hastag #SOSCuba, tendencia en Twitter ese día. Comedida para quienes la comparaban con sus críticas al gobierno de Duque, y con su activismo para apoyar la campaña de solidaridad con los manifestante colombianos, bajo el HT #SOSColombia.
El hastag de aquella campaña con la que se condenaba la desmedida represión de las fuerzas militares y paramilitares colombianas, con decenas de muertos y desaparecidos, había sido reciclado semanas antes por activistas de Movimiento San isidro (MSI) y por el colonizado Yotuel Romero, para sus campañas contra el Socialismo cubano. "Que este fin de semana todos los perfiles de Instagram se queden con feet de SOS Cuba en negro. Por favor, les ruego a todos los que me siguen, a todos los que aman a Cuba, a todos los que aman al pueblo cubano y a todos los que sienten a Cuba realmente en el corazón, que pongan en sus perfiles de Facebook y de Instagram, un feet que sea SOS Cuba", demandó el pastichero.
El lunes 13, cuando la narrativa de un régimen represivo en Cuba, se había posicionado en las redes, a base de selectivas imágenes, exageraciones y fake news, Residente solicitó a sus millones de seguidores en Twitter que “por favor” compartieran un cartel facturado por activistas del MSI con los nombres de los detenidos y desaparecidos en la isla caribeña. Luego el cantante y compositor boricua fue a su tribuna habitual, a su espacio favorito para estos temas, su cuenta de Instagram, con 6,7 millones de seguidores.
“Este es un mensaje de apoyo a las manifestaciones en Cuba para que se manifiesten con toda la fuerza”, dijo después en un video publicado en su Instagram personal. “Manifestarse es un derecho humano en cualquier parte del mundo y Cuba lleva toda una historia sin hacerlo. Esta manifestación nace de un pueblo cansado. Fue la gente del pueblo la que despertó”- expresó. “Hay muchos videos en las redes sociales donde presentan la brutalidad por parte del gobierno. Y algo que no existía para los tiempos de mi padre es la cámara en los celulares. Así que no hay excusa para entender que la violencia aplicada es la misma que denunciaste por el ideal contrario. Eso mismo que denunciaste de la derecha, lo está haciendo la izquierda”, añadió.
Consciente o no, se prestaba para posicionar el discurso intervencionista del enemigo histórico de Cuba y Puerto Rico. Segundaba a la campaña de contrarrevolución cubana y de la derecha internacional, que amplificaba cierta gritería reptiliana, compulsiva y anárquica, un discurso golpista y que se presenta como el único discurso del pueblo cubano. La misma que vende como pacífica a la horda de violentos que arrebataron la voz a los insatisfechos y desalentados y pretendieron acallar las expresiones de respaldo al proceso revolucionario y descolonizador que se da en Cuba. Los enardecidos manifestantes eran jóvenes en su mayoría, desconectados del momento socialista y que admiran más a los ídolos del reguetón que a los creadores de nuestras vacunas.
Con tales opiniones el exCalle13 se niega 13 veces; a su propia postura outsider en la industria de la música y cercana a las causas de la izquierda, como niega sus propias advertencias sobre la manipulación mediática y la desinformación al servicio de los grandes de las transnacionales. Como hiciera en su tema “Multi Viral”, escrito junto a Julián Assange, donde versaba: “ El que controla, el que domina/ quiere enfermarte pa’ venderte medicina y nos endrogan, nos embrutecen/ cualquier pregunta que tengamos la adormecen son las mentiras recalentadas…”
¿Qué fue de aquella postura anti-mainstream media y contestaría por la que lo tildaron de comunista? ¿Será esta la expresión de una deriva a lo “políticamente correcto”, al “pendejismo” que le recomendó su psicóloga? ¿La confirmación de que el hombre piensa como vive, y que aquel que destrozó su costoso Maseratti es ahora un pequeño burgués, dueño de una marca de cerveza? ¿Será equivalente a ese corrimiento temático manifiesto en sus últimos temas hacia lo provocador, erótico-sexual , más cercano al storytelling , que a la aguda crítica social, que apuesta por el gancho emotivo y que apenas propone reflexiones transformadoras?
¿Será un Residente atrapado en sus laberintos?
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