sábado, 22 de junio de 2024

Ni violencias, ni fincas: cultura para emancipar(I)

Están en debate fenómenos complejos y multicausales…

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 13/06/2024
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Suceso Finca de los Monos
Pie de foto: Un concierto de reparto era el plato fuerte del malogrado evento en la Finca de Los monos (José Ángel Téllez Villalón/ Cubahora)

Nadie tiene  la verdad  de lo que aconteció el sábado pasado en la Finca de Los Monos. Primero, porque esclarecer y contextualizar los hechos no fue la meta de los medios. Desde una orilla se manipuló, se exageró y mintió, en interés de descalificar al gobierno de Cuba, de estirar como un chicle la narrativa del apocalipsis social. Desde acá, circuló una nota del Gobierno capitalino y se montó, a destiempo, una defensiva, con réplica a las fake news de los adversarios más la reducción a una cuestión de autorizos. Lo que no tranquilizó a las madres que vieron la violencia demasiado cerca de sus hijos, aunque no hubo muertos,  ni borró la distopía desparramada por los vídeos  de una Cuba jungla, indecente, “haitianizada”.

La Finca de Los Monos, reconoció  en sus redes que no se calculó el masivo alcance que podría tener la actividad, y que “se subestimó el poder de convocatoria del evento”. “Lamentamos que se haya malogrado un evento tan importante para nuestros adolescentes, pensado con ellos y para ellos, con un programa cultural adecuado, con entradas y ofertas gastronómicas económicas en aras de que tuvieran un espacio habitual para todo el verano, algo tan necesario en estos momentos para ese tipo de público entre 12 y 17 años, que tantas carencias tiene de espacios similares”, se declara en la página de la entidad ubicada en el municipio Cerro.

En la misma línea que Araiz Torres, representante del emprendimiento privado Klatus Creativo, que días antes había presentado al proyecto Habanarte  en el programa de Tarde en casa, del Canal Educativo. Allí dijo que la actividad contaba con la aprobación del gobierno del Cerro. Planteo que reiteró en cuando era la comidilla en el ciberspacio cubano: “Nunca se informó que no se había autorizado, ni que estaba suspendida así que además, falló la comunicación institucional a todos los niveles, porque todos los implicados  estábamos ahí para su realización con total desconocimiento, después de una promoción nacional consentida”.

“Una vez más somos los más informados tres días después, nuestros adolescentes siguen sin opciones y hemos olvidado atemperarnos a las necesidades actuales y a las dinámicas actuales, es más fácil ampararse en la burocracia, a mí me queda la tranquilidad de que se informó por escrito,  que se protegieron a los adolescentes participantes que estaban dentro de la instalación que eran más de 400, de que se detuvo inmediatamente el acceso a la institución, cuando responsablemente vimos que el público ascendía de forma exponencial.  Los protocolos no tengo por qué saberlos ni conprobarlos, estaba dando un servicio y la petición de apoyos externos estaba hecha por escrito. Siento pena ajena y no voy a renunciar a un mundo mejor posible (sic)”, escribió en un post, luego de aclarar que era una  emprendedora, “porque no soy funcionaria, ni trabajadora estatal, soy independiente…”. Desmintiendo así, la mal intencionada matriz de que se trataba de una actividad organizada por la Unión de Jóvenes Comunistas.

Suceso Finca de los Monos

“¡Ven a disfrutar en La Finca de Los Monos con nuestro proyecto recreativo en el marco de Habanarte!. Un oasis de diversión y entretenimiento, rodeado de naturaleza y arte. ¡No te lo puedes perder! ¡Te esperamos para vivir momentos inolvidables juntos y para iniciar este verano 2024 por todo lo alto! (sic)”, se promovía desde el 6 de junio en las redes de  Klatus.

"HABANARTE " invita a todos los adolescentes, de 12 a 18 años, a su evento promocional por el inicio del verano en La Finca de los Monos, este sábado 8 de 5pm a 10pm!!! Te esperamos (sic)”, se anunciaba en una publicación del Facebook  de Araiz, acompañada del video de su presentación en la TV y del cartel de la actividad.

Suceso Finca de los Monos

El evento “malogrado”, pensado “para adolescentes y con adolescentes”, y que según arguyen su organizadores  sobrepasó sus cálculos, tenía como plato fuerte  un concierto de reparteros, de exponentes emergentes del “reggaetón cubano”. No de uno, sino de un “piquete”, para decirlo como los convocados. En el  poster circulado aparecían los identificativos siguientes que hago acompañar con el número de seguidores en sus cuentas de Instagram, la red social más popular entre ese grupo etario: Niwo (3271), KingStar (1382), L. Talent Fuego (22700), Weré (132000), BR (94500), Itanga Fuego (14800), Markony¬Yumaokok (17000), Yandito (918), Jerry La bandera (44900) y Yohas (33000).

A consumir su música  fueron convocados  los 400 que entraron y los que se quedaron fuera, entre estos últimos los protagonistas de las riñas tumultuarias  acontecidas en los alrededores  del Palacio Tecnológico y  que escandalizaron a tantos, sobre todo  por las imágenes de  los  armados con machetes y cuchillos.

“Si esos eran los `artistas´-comento a propósito Abel Sosa- no podía ser diferente el público asistente: muchachos salidos de nuestros barrios sin referente cultural, con carencias formativas y educativas, muchos de hogares rotos y disfuncionales. No puede aspirarse a una vida social tranquila y sin sobresaltos si el producto que se promueve exalta y convoca a la violencia. Otro aspecto, es que cuando el fin es el lucro, recordar aquello del genial Quevedo `poderoso caballero es don dinero´, es decir cuando el fin y el propósito es ganar por encima de todo, todo puede ocurrir”.

“Creo que urge revisarnos, pero profundamente, remover las raíces de ésta historia hasta que podamos efectivamente actuar al respecto para que no se convierta en costumbre y luego en terror,  si hay que buscar lugares, habilitar locales para que nuestros hijos que aún no alcanzan la mayoría de edad o están muy cercana a ésta pero estudian y no logran pagarse la entrada a los costosísimos bares capitalinos puedan divertirse sin quererse cortar la cabeza como animales habrá que hacerlo, pero YA....(sic”) fue el llamado de la Doctora Nayla Ayrado  Rivero.

“Si el problema fuera la alharaca del enemigo, sus tergiversaciones y campañas, la solución sería fácil y ya la dio Humberto: desmentir públicamente. Pero ese no es el problema, el problema es el hecho en sí que motivó la noticia, reflejo de males incubados y de transformaciones sociales a la cara de todos”, comenzó un pertinente  comentario del Dr Ernesto Estevez Rams.

Por su parte, el cantautor Israel Rojas advirtió: “Lo que pasó en la Finca de los Monos es el avance.  La película se estrenará este verano, o el próximo. Todas las condiciones están creadas para situaciones así en cualquier rincón de Cuba. La grave crisis económica. El descuido en la atención de los gustos y preferencias de los grupos etareos protagonistas de estos sucesos. Adolecentes sometidos a contenidos digitales sin contrapesos éticos ni estéticos y a los que más dinero se les ha invertido para posicionar ¿cultura? portadora de antivalores. Ni hablar de la crisis del sector educativo. Todo eso y más está ahí, cuál sol que no se puede tapar con un dedo”.

Se trata de fenómenos complejos y multicausales,  de procesos de expresión y de comportamientos orientados y condicionados por subjetividades. Y la subjetividad, advertía F. Guattari, se toma en forma de rizomas, como los capilares sanguíneos o las raíces de los árboles. Un "agenciamiento creador productor de sentidos, productor de actos, productor de nuevas realidades, es algo que conjuga, asocia , neutraliza, monta otros procesos. Se dan fenómenos de implosión, o de agujeros negros", como de magnificación acumulativa. Pasa así,  con los procesos de marginación y con los procesos de expresión de los marginales.

La marginal puede crecer como   una bola de nieve, al rodar en la permisibilidad, con el rompe-rompe de las normas  y al centrípetar micromarginalismos, sucesivas  rupturas de los límites que ordenan y organizan la sociedad. Y hay un entrenamiento   en ese no importar las normas y en ese probar  fuerzas, que engorda y se excede, se reproduce y socializa mediante prácticas diversas, incluidos los actos de musicar y de consumir el reparto.  


 


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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