Desde la totalidad estructurada que hemos descrito, se eyecta también ideología estructurada, ordenada y jerarquizada, que construye, a su vez, orden, jerarquía e ideología. Bajo este patrón de poder se posicionan los relatos de estos magnates, portadores de una racionalidad neoliberal que se hecho hegemónica por significarse exitosa. Mantra que hace sinergia, que pone funcionar a la sociedad, toda, dentro de una dinámica empresarial y competitiva.
La sagacidad de un tiburón, y no la sensibilidad de un músico, devino en la marca de éxito del actual Presidente y CEO de Universal Music Group. Su apuesta en el 2012, por la discográfica británica EMI music forma parte del relato que lo posiciona como un gran empresario. El hecho de que en tan solo 10 meses multiplicara su valor, y que Lucian Grainge le dijera “No”a la mismísima Vivendi, cuando quiso comprarlas por 8.5 billones de dólares. Esta adquisición del catálogo de EMI y la revitalización de su icónico sello Capitol Records, fortaleció, se dice, la posición de Universal como líder global del negocio del entretenimiento basado en la música. Lo que no se dice es lo que hizo para disminuir los gastos.
Irving Azoff llamó al empresario británico "'la gran esperanza para el negocio de la música'" y Jimmy Iovine comentó que Grainge "está trabajando para restaurar [un] espíritu de toma de riesgos e innovación" al estar "'dispuesto y abierto al espíritu empresarial”. Doug Morris el anterior presidente de UMG comentó que “detrás de esas pequeñas gafas y su rostro amable se esconde un tiburón asesino”. Bono, por su parte, describió a Grainge como un "hijo de puta despiadado... pero tiene buen oído".
El interés de estos magnates es maximizar las ganancias, no importa con qué tipo de música, ni su calidad estética ni los mensajes que socializan. Los hacen según la lógica de la eficiencia empresarial; sientes más goce en la competencia que en la más exquisita creación musical. Así piensan y sus decisiones determinan cómo se reparten y se delimitan los espacios y los tiempos en la industria de la música, de qué maneras se ven y significan cada una de esas partes, así como las relaciones que establecen los sujetos al interactuar con y dentro de estas estructuras.
“La industria de la música de hoy en día es virtualmente irreconocible al compararla con el negocio que era cuando yo comencé. Pero algo que no cambió es que la buena música y los grandes artistas son el corazón de todo lo que hacemos. Estamos orgullosos de demostrar cómo los medios tradicionales pueden reinventarse en la era del streaming, potenciar nuevas tecnologías y trabajar codo a codo con socios para desarrollar nuevas oportunidades para los artistas, los sellos y los fans”, comentó Grainge al convertirse, en 2017, en el primer ejecutivo de la industria de la música en ser premiado como “Media Person of the Year”
Daddy Yankee, Anuel y Kendo. (Tomado de Dembowpost)
Un párrafo que puede ser decodificado con lo que fue el anuncio de “uno de los contratos más caros de la industria de la música latina”, firmado en septiembre de 2020 entre Universal Music Group y el empresario musical y artista puertorriqueño Daddy Yankee. Me refiero al teaser del video de “Don Don” subido al Instagram de El Cangri: un corazón enorme que late y un coche que corre veloz por la carretera.
La canción es un remake del viejo hit “Thong Song” del rapero estaodunidense Sisqo; de la que Yankee había usado un sampleo en el 2001, en el tema “Tu Cuerpo En La Cama”, junto a Nicky Jam. La misma fórmula aplicada en “Con Calma” y “China“, el reciclaje de melodías antiguas y pegajosas llevadas al reguetón. El video de featuring con Anuel AA y Kendo Kaponi es mero producto para vender, hacerse viral y reproducir el consumismo de marcas (Burberry, Fendi, Gorilla glue, Richard Miller, Christian Dior, Louis Vuitton, Supreme…) y de otras drogas. Propósitos concretados en la medida de que en menos de diez horas, el videoclip logró sumar más de 1 millón de reproducciones y 147,000 mil likes en YouTube.
Sobre el acuerdo señaló Sir Lucian Grainge: “Daddy Yankee es un artista icónico y un emprendedor cuya creatividad extraordinaria influye en la cultura a escala global. Estamos encantados de darle la bienvenida a la familia UMG y tenemos muchas ganas de trabajar juntos para maximizar el impacto mundial de su increíble talento”.
Lucian Grainge contrato con Daddy Yankee (Tomado de UMG)
Un “impacto mundial” que se cotiza por su capacidad de asentarse como referente para el comportamiento de sus adoradores; por su gran poder simbólico para activar las sinergia de su imagen y su conducta con los discursos dominantes, los relatos que se avienen a los intereses de las que dominan la industria musical mainstream. El “rey de los reguetoneros” - como Bad Bunny, J Balvin y Farruko-, es un símbolo de éxito, un ganador de la competencia neoliberal.
- Consulte además: Daddy Yankee se retira: lo que no dicen en las noticias (I)
Por tales servicios, por engordar con sus decisiones el capital financiero y simbólico de UMG (y de Vivendi), Sir Grainge ha sido ostensiblemente renumerado. Tan solo en 2021 su salario ascendió a 45.237.587 dólares, lo que comprendió 14.59 millones de dólares en salario base, más de 27.30 millones de dólares en bonificación. También ha sido reconocido, con varios premios y distinciones, por las élites anglosajonas.
En la “familia UMG” solo caben lo que piensan y toman decisiones bajo la misma racionalidad de Lucian Grainge. Es el caso del Presidente y CEO de Universal Music Latin America-Iberia, Jesús López, el gurú detrás de hits globales como “Macarena”, de Los Del Río, “Camisa negra”, de Juanes, “Bailando”, de Enrique Iglesias junto a Descemer Bueno y Gente de Zona o “Despacito”, de Luis Fonsi con Daddy Yankee. Al gallego se le reconoce su capacidad de hallar oportunidades de negocios en los cambios suscitados en este “negocio de la canción”, adivinar el potencial del mercado latino y de no vender una voz, sino un estilo, “porque sabe que la música, además de una emoción, es un relato, y que hace falta comunicar”.
López también ha estado involucrado con los dos últimos contratos del reguetonero J Balvin con Universal Music Latin Entertainment. El primero, se anunció en mayo de 2016, cuando el colombiano acababa de estrenar “Bobo”, el segundo sencillo de su álbum Energía que rompió tres record al salir: el del video en español con más reproducciones en su día de estreno en YouTube, con más views en la semana de estreno y el record por la canción en español con más streams en sus primeras 48 horas en Spotify.
El vídeo musical, filmado en Ciudad de México y lanzado el 13 de mayo de 2016, es una tosca versión de “El príncipe y el mendigo”. Se inicia con un joven millonario en medio de una fiesta demostrando todas las "bobadas" que puede llegar a hacer para probar su poder, para tensar los límites de la hipocresía. Su pareja, molesta, busca refugio en otro hombre que resulta ser J Balvin, con quien pasa muy gratos momentos. Al final, cuando decide dejar al joven millonario, descubre que aquel era J Balvin disfrazado. En el cierre feliz, el del placer y el de la riqueza, resulta ser el mismo.
Balvin, por su parte, banaliza así la historia: "La canción habla sobre un chico llamado Carlos David que es prácticamente un bobo en las relaciones, todos alguna vez en la vida hemos tenido derrotas amorosas, nos sentimos mal y no entendemos lo que pasa. Así como le pasa a Carlos David, quien se siente como el ‘Bobo’ de la relación. Por eso hoy vamos a reírnos nosotros mismos y vamos a gritarle al mundo que yo soy Carlos David, tú eres Carlos David, todos somos Carlos David y alguna vez hemos sido el bobo de la relación".
A razón de su estreno el colombiano trinó: “Si a un bobo con plata, le quitan la plata que queda?
Bobos, millones, son los que se reproducen con tales banalidades, para que ganen mucha plata otros.
En marzo de 2020, Balvin renegoció su contrato con UMG. El acuerdo, según las fuentes de Billboard, ascendía a cientos de millones, uno de los contratos más lucrativos para un artista “latino”. Se incluía así un nuevo programa de marketing y promoción iniciado el año anterior con Billie Eilish.
"Balvin está dentro de un sistema de mercadeo y promoción que es muy innovador, y es el primer artista latino en estar allí", dijo entonces López. “Hay objetivos económicos muy claros en todos los países del mundo y objetivos muy claros. Para mí es muy importante que un artista latino pueda competir económicamente con cualquier [otro] acto". Agregó que su objetivo es "duplicar tanto la penetración [de Balvin] como sus ventas de música" y "aumentar no solo el consumo, sino también los ingresos". Ejemplificó López que aunque Balvin tenía más de 56 millones de oyentes mensuales en Spotify, todavía había un "margen de crecimiento" en otras plataformas en diferentes regiones, como Apple Music en el Reino Unido, Canadá, Australia y Japón. "Es un enfoque global, proveniente de una etiqueta latina", afirmó. "Hemos mejorado la suma de los dos mundos".
A propósito del contrato comentó J Balvin: “Uno de mis grandes sueños es ser multimillonario. No por el dinero, no es como si pudieras volar dos aviones privados al mismo tiempo si tienes mil millones de dólares en lugar de 100 millones. Se trata de hacer una declaración: sí, podemos”. “Carlos Slim es multimillonario en México. Excelente. Pero estamos hablando de multimillonarios en el mundo del entretenimiento, como JAY-Z, que ha sido una inspiración para mí. ¿Por qué no hay un latino allí?”
He aquí el relato que “hace falta comunicar” para reproducir ese otro de que todos pueden ser como “Carlos David”, no bobos, sino ricos. Un mito sintetizado en aquel post del ídolo de Medellín junto a su tercer avión, más grande que su jet privado. Aquel storytelling “reflexivo” sobre su ascenso al Olimpo que terminó así: “Aquí inspiramos, no alardeamos. Disfruten el proceso y sueñen en grande". El “persigue tus sueños”, y el “si quieres, puedes”, de los “expertos” de la “Happycracia”.
Así, con el respaldo de UMG, se venden a Balvin como experto en “ganar”, en acumular dinero y ostentarlo. Como un émulo de la racionalidad empresarial, según la cual la calidad de un músico se mide en términos de eficiencia y rentabilidad, por las métricas que acumula en los canales de distribución de su merca-música.
De tal modo se reproduce esta totalidad estructurada de la que las Power Lists Billboard son solo muestras. Un patrón que se proyecta en cualquier Top 10, como ejemplificamos.
Entre los 10 videoclips más vistos en Youtube entre 2005 y 2015, nueve pertenecían a Universal y Sony; la única excepción resultó el de “Gangam Style” de PSY, financiado por una de las “Big Free” surcoreanas, YG. Como apuntó a Jon E. Illescas propósito de esta observación, no hay nadie que haya llevado a la cima sin el previo apoyo de esta poderosa oligarquía. “No `es la moda´, es la música que la élite decide `poner de moda´”.
En marzo del 2018, 15 canciones en español superaban los mil millones de visitas en YouTube. Los cinco primeros eran: “Despacito”, de Luis Fonsi y Daddy Yankee (4.972 mil millones de reproducciones), “Bailando” de Enrique Iglesias con Descemer Bueno y GdZ (2.483 mil millones), “Chantaje” de Shakira con Maluma - (2.126 mil millones), “Mi Gente” de J Balvin y Willy William (1.701 mil millones) y “Vente Pa' Ca” de Ricky Martin con Maluma (1.381 mil millones). Tres de estos videos, contando a los dos primeros, fueron distribuidos bajo la licencia de UMG (“Despacito”, “Bailando” y “Mi Gente”). Los otros dos salieron bajo el sello de Sony Music.
Durante la pandemia, hasta mediados de 2021, los diez músicos que más dinero habían generadon eran: Taylor Swift ( 23.8 millones de dólares), Post Malone (23.2 ), Céline Dion (17.5), Eagles (16.3 ), Billie Eilish (14.7), Drake (14.2), Queen (13.2 ), The Beatles(12.9), YoungBoy Never Broke Again (11.9 ) y Lil Baby ( 11.7). Siete de ellos, incluidos los dos primeros, distribuyen su música a través de discográficas pertenecientes a la multinacional holandesa-estadounidense UMG. El resto son de la Warner (2) y de Sony Music (1).
Son estas manifestaciones contundentes de los poderes apenas enunciados.
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