//

domingo, 24 de noviembre de 2024

¿“Insomnio” de quién?

A propósito del último video de Orishas y de una entrevista a su autor Yotuel...

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 26/07/2019
0 comentarios
Orishas Gourmet
Gourmet es una reafirmación del amor que tienen “algunos músicos cubanos de las nuevas y medias generaciones por la música tradicional, por nuestras raíces, nuestra herencia, nuestra cultura”. (Caratula del CD)

La polisemia es una cualidad del buen arte, ese en el que se ve lo eterno en lo accidental, y parece de todos los tiempos y culturas, aunque nació puntual y de una vivencia personal concreta. Del buen arte político también, del que se proyecta a lo público y que además de expresar una valoración sobre “la polis” sirve a uno u otro interés.  Que no ha de confundirse ni con el panfleto cantado ni con el coqueteo ambiguo o “nini”, que no supera la neutralidad confusa o la confusión neutralizadora. Bien perecida al insomnio trasnochado, en la que todos los gatos son negros   y la incertidumbre amarra como un chicle a cada fibra de rebeldía.

La canción política corre entonces otra suerte y otros riesgos que la canción intimista. Eso ha pasado con “Insomnio”, el primer sencillo de Orishas después del lanzamiento de su último álbum Gourmet, en noviembre del 2018. Álbum que marcó la vuelta del trio cubano a los escenarios mundiales, tras más de 10 años separados, y al que nos hemos referidos en tres entradas precedentes.

Los platos que presentó – expresé - me resultaron apetitivos. Se degusta la cubanía de aquellos backgrounds que pusieron a bailar al mundo, con aderezos más contemporáneos, pero se extraña el retrato fustigador de realidades concretas y la voz de los sujetos que antaño representaron Yotuel, Roldán y el Ruzzo. Me quedé esperando y nunca salieron las propuestas audiovisuales de los temas más cargados de sentidos sociopolíticos y que incluyeron en Gourmet como “No Hace Falta Ná” y “Pienso en América”, con la mexicana Lila Downs.

La estrategia de mercadeo de Orishas y su disquera fue producir los videos a los temas más “mass”- consideré al presentar “Despójame”. Confiados en la fidelidad de sus anteriores seguidores -entre los que me cuento-, apostaron por sumar un público económicamente más rentable, el de los jóvenes. De ahí, el empleo de timbres y ritmos más conectables con sus amaestrados oídos, su envoltura más pop y las colaboraciones con marcas posicionadas en el mercado como Melendi, Beatriz Luengo, Yomil y El Dany, Silvestre Dangond y Jacob Forever. En su mayoría del catálogo de la Sony Music Latin.

La agrupación se mueve en la órbita establecida por las industrias culturales hegemónicas. Gourmet logró dos nominaciones a los Grammy latinos en las categorías de Mejor Rock Latino, y Álbum Urbano o Alternativo. El 15 de marzo HBO Latino estrenó “Havana Street Party Presenta Orishas”, documental acerca de lo que fue el primer concierto del grupo en la isla tras casi dos décadas décadas de ausencia.

Ahora en cambio, a escogen para presentar su próximo proyecto musical, “Caribe Sound System", un tema como los que le pedía, una canción más cercana a la ola descrita por sus discos Emigrantes y El Kilo.

El tema y el video oficial de “Insomnio” fue publicado el 19 junio pasado. El background con una composición minimalista (solo tres instrumentos acústicos, piano, tumbadora y trombón), luce un lirismo típico del bolero. Como una oda la música tradicional cubana. Lo que armoniza con la estética del audiovisual, similar al remake de su éxito “537 Cuba”. En Blanco y negro, tomas de la grabación en el estudio, con planos cerrados de los intérpretes y músicos acompañantes. Aunque el que nos ocupa presenta una factura más cinematográfica, con una fotografía más rica por su variedad de ángulos y movimientos de cámara. A lo que añade intencionalmente la letra de la canción.

Confieso que al escuchar por primera vez a “Insomnio”, interpreté como enemigo de los Orishas -y de los dormidos que intentan despertar- a “los que perecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad”- como calificó Bolívar a los Estados Unidos. Responsable fundamental de lo que le quita el sueño a su autor, tal confesó en una reciente entrevista: “la escasez y la pobreza de Cuba”, “la crisis humanitaria de Venezuela, la política de Puerto Rico, la situación que viven los migrantes en la frontera con Estados Unidos y las medidas del presidente estadounidense Donald Trump”.

Y no era para menos, solo los ricos pueden cubrir sus corazones con diamantes -como aluden en la portada y en el texto con el que presentaron el video: “Muchos cubren de DIAMANTES sus corazones apagados para que puedan BRILLAR. Pero, aunque eso pase nunca se librarán del INSOMNIO”. A los pobres de Nuestra América y del Sur global, - pienso yo-  es a quien sirve eso de despertar y de unirse para vencer.

Pero después de varias visualizaciones consideré la posibilidad que apuntó cierto forista en el mismo tono interrogatorio del estribillo del tema: ¿Es contra el Comunismo? Entonces, quedé alerta para el alud que desencadenó un mes después la opinión de Yotuel a la Agencia EFE. Plato servido a los que atacan a Cuba, que replicó en su web OnCuba bajo el título: “Yotuel: Cuba se paró en el tiempo” y. una decena de libelos mercenarios; completo o sesgado y con una etiqueta más ácida: “‘Me quitan el sueño’ la escasez y la pobreza de Cuba, dice Yotuel de Orishas

"Hice la canción pensando en una foto que me mandaron de una bronca, de gente que estaba con mucha hambre, por comprarse un pedazo de pollo. Y ahí me salió la melodía", -les contó el autor del tema a los entrevistadores. Bien agitado debió estar el exAmenaza antes de actuar en el festival "Noches del Botánico" en Madrid, para sugerir que en una sola instantánea de una cola de pollo se podría reflejar el hambre. 

Como me resulta contradictorio que una bronca le inspirase a un rapero una melodía con un tempo tan pausado como el de “Insomnio”. Que no es tal porque más que guerra parece por momentos un diálogo: “Tú eres él, tú eres yo, tú eres Dios”. Aunque, se confundan objeto y sujetos, y lo mismo se dirijan a un “tú” que a un “nosotros”, a los que “morimos y no estamos contentos” y al que le demandan hacer “feliz a la gente que vive infeliz”.

Me llama además la atención que Roldán, quien se destacaba en las entrevistas de antaño como el más preclaro de los Orishas, se abstenga de posicionarse en “Insomnio”.  ¿Será que sabe bien si es sueño o es pesadilla? ¿Que prefiera tan solo regalarnos en el estribillo esa musicalidad que lo caracteriza?

Debería extrañar que en una entrevista a un músico de lo que menos se hable sea de su profesión y de sus creaciones.  Que cuando en el onceno párrafo parece que sí se va “hablar de música”, sea tan solo para limpiarse de cualquier sospecha de elitismo con el título Gourmet. Para volver a caer en una especie de sociología musical de marcado positivismo, por Yotuel y por los becarios de la Fundación Carolina , el brasileño Luís Lima y el mexicano Pedro Pablo Cortés.

Luce mal el MC habanero. Se lo sirven bien los de la agencia oficial española. Lo hacen ver como un desconocedor de toda la buena música que se produce en esta Isla. Pero peor aún, para los más despiertos aquí, quedó como un desinformado de nuestras realidades y batallas.

No pretendo quitarle la parte de mareo que a Yotuel le toca -por ese vivir entre la capital española y la pretendida da capital de los latinos, por ese dejar de ser un emigrante en Europa y convertirse en parte de la farándula de Miami-, pero prefiero achacarlo a la desesperación de los maestrantes de Periodismo de la Agebcia EFE y la Universidad Carlos III de Madrid  por estigmatizar a Cuba y corresponder así a sus tutores de la Agencia y a los bancos y empresas que patrocinan su beca. Son los intereses por el relato de socialismo fallido, por apagar las chispas de rebeldía que le quitan el sueño.  Es su apetencia por el estribillo de la Isla cerrada y   “congelada en el tiempo”.

La imagen de Cuba como una nación que "se detuvo en el tiempo" también sirvió de inspiración para que compusiera otra canción, "Donde nací"-confesó el cantante. Sin embargo, quien escuche el tema comprobara que solo en el segundo verso se dice “la tierra donde yo nací se paró en el tiempo”. El resto, la resultante de la canción, es la enunciación con orgullo, por los tres integrantes de Orishas y del invitamos al tema el colombiano Silvestre Dangond, de aquello que nos identifica y que para bien conservamos, de los valores de nuestra cultura que compartimos con quienes nos visitan. Yotuel específicamente canta “la tierra donde yo nací nunca pierde el brillo” y “en la tierra donde yo nací se habla poco el inglés”.

Hace unos meses,  Yotuel compartió con el  periódico 5 de septiembre,  que Gourmet era una reafirmación del amor que tienen “algunos músicos cubanos de las nuevas y medias generaciones por la música tradicional, por nuestras raíces, nuestra herencia, nuestra cultura”. “El cubano tiene grandes sentimientos, apreciación de la música, conocimientos estéticos, amor hacia esa buena letra que se retrotrae a Sindo Garay y pasa por Nicolás Guillén y su poética inspiradora de textos musicales, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez…”.

Con "Donde nací", como con “Cuba Isla bella”, Yotuel parece responderse que sí es bueno una isla conservadora de sus tradiciones y más libre de la globalizada cultura de masas. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿De qué tiempo necesitamos despertar?  ¿Qué realidad de Cuba produce insomnio y a quiénes trastorna la concreción de sus sueños?


Compartir

José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


Deja tu comentario

Condición de protección de datos