Se ha vuelto viral: cintillos con orejitas de gato rasguñan los espacios de La Habana, desde las cabezas de niñitas, jóvenes y hasta de no pocas mamitas. Como un tiempo atrás con el conejito de la revista Playboy, sus portadoras publicitan “con orgullo” signos y marcas que enriquecen a pocos, bien alejados de sus intereses y realidades concretas.
Desconocen, o poco les importa, sus trasfondos, orígenes y significados; o si hacen alusión a ciertos personajes del anime japonés, a la globalizada Hello Kitty, o reproducen connotaciones sexuales, como nos referimos en una entrada anterior. No calculan la poderosa construcción cultural que ha venido acumulando la industria pornográfica y su fusión financiera, operacional y semántica con la de la moda, la musical y la del entretenimiento.
La mayoría también ignora que fue la cantante y compositora mexicana Paty Cantú la más fuerte promotora de esta moda. Diademas con variados diseños de orejas de gato caracterizaron por mucho tiempo su imagen, en conciertos y presentaciones en la televisión.
Así, la vemos en el video musical de su repetitivo tema “Suerte”, incluido en su álbum Corazón bipolar (2012) y compuesto por Sitna Dávalos y la propia intérprete. Publicado el 25 de febrero del 2013, contaba con 52 424 967 visualizaciones al momento de hacer estas notas, un botón de muestra de cuánto puede impulsar la imagen de una “famosa” en la deliciosa imposición de una moda. Poderosa metáfora esa de que, poniéndote un cintillo dorado de la Cantú, te conviertes en una estrella.
Es una imagen que se ha venido empaquetado con la etiqueta de símbolo sexual, como consecuencia —y motivo— de sus poses, desde el 2013, para revistas de modas y de caballeros como Red Carpeta, Open, El siglo de Torreón y Glamour México. Y que con su cuenta de Instagram ha ido sementando.
De esta sexualización de su imagen dan cuenta además muchos de sus videoclips. Uno bien evidente fue el de “Amor, amor, amor” del 2015, donde luce las posturas más típicas de lo que se ha denominado como “pornopop”. El más reciente es el de “Cuenta pendiente”, junto al español Alejandro Sanz, del que compartiremos más opiniones.
El sencillo “Cuenta pendiente” fue compuesto por los dos intérpretes, junto a Andrés Saavedra y Omar Alfanno, y llegó a plataformas digitales y servicios de streaming el 17 de agosto del 2018 a cargo de una de los tres grandes, la Universal Music. Fue producido por el propio Saavedra y mezclado por otro grande de la música, Josh Gudwin, que le aporta un sonido potente y comercial, donde se destacan “detalles como la programación versus el rasgueo silencioso de la guitarra tocada por Alejandro”. Con él promueve su último disco #333.
El video oficial se estrenó el mismo día y había sido grabado en locaciones de Miami, bajo la dirección del demandado realizador cubano Alejandro Pérez. En él se representa el deseo de pareja como competencia, confrontación o conquista recíproca, un juego de seducción de uno por (y contra) el otro. De ahí que la locación sea un terreno de baloncesto, en cuyo centro se ha colocado una cama.
Sobre su edición comentó la propia Paty: “El video se corta más como un tráiler de película thriller que un videoclip musical. Parte nuevamente de ser una propuesta distinta”.
Es un video para poner “en el momento de los besos” con tu pareja —ha expresado la cantante—, quien también ha dicho: “Revela empoderamiento real, mostrando a las dos partes como iguales. Sin usar la sexualidad de forma vulgar en la lírica. Con finura, sugiere… pero deja mucho a la imaginación. Al igual que el video que trata estos deseos textuales y virtuales”.
“Eres el pecado de la tierra que mi cuerpo necesita/ Quítate la pena y el perdón, pero primero la camisa”, es una de las estocadas de la mexicana, con la que dice “pone poesía a la sensualidad, y un poco de sensualidad a la poesía”.
Sobre la moda de las orejitas de gatos ha manifestado que era su manera de “ir en contra de lo establecido”. Mucho conviene a las élites mexicanas y del mundo que sea con este gesto la manera en que los jóvenes expresen su rebeldía.
Ya no las usa, pero sus fans aún siguen asistiendo a sus conciertos con las orejitas de gato. Ahora la “famosa” promueve en su web otros accesorios que “tienen que ver con el 3, 3, 3, como el triángulo y los ojitos”. Nuevos artefactos con los que comercializará su marca. Tal vez, dentro de unos años los veamos de moda en Cuba.
Almir Ulises Mestre León
12/10/18 15:42
Yo recuerdo haber visto primero las orejas de gato relacionadas con un artista musical en la película Josie and the pussycats de 2001
sachiel
5/10/18 8:59
Estimado autor, y Loida: achacar a la Paty Cantú ser la promotora de esta moda, y ademas en Cuba, creo que no está a tono con la realidad. ¿saben ustedes que en Cuba hace años existe la corriente otaku y el cosplay, con mayor demanda a lo anime-manga? ¿Y en el mundo? leanse este articulo (http://www.debittoinjapan.com/2011/06/entrevistando-los-creadores-del.html) y sigan buscando las genesis y difusión de tal moda. Más bien esto me parece un articulo promocional para la Patty, en realidad.... Otra cosa: la globalizacion de todo es un hecho irreversible, aqui y en cualquier parte de este mundo mundial.
Tellez
5/10/18 13:15
Estimada Sachiel, acaso crees que la mayoría de las que usan las orejitas , consumen animes y saben de sus orígenes o conexiones con Japón o Asia? Por otro lado, no se por qué Ud y Firefly, circunscriben su significados a los que se dan allá, mas cerca, en iberoamérica y en occidente, gata y gatica, tiene los significados a los que me refiero, y de lo que la mexicana es un ejemplo. De eso comenté en un post anterior:.http://www.cubahora.cu/blogs/candil-del-clip/lolita-se-siente-gata-sera Han oído hablar del pornopop? Saben las relaciones comerciales entre los que promueven a las famosas, la convierten en símbolos sexuales y los que el uso acrítico de estos aditamentos, imponen la moda y nos hacen creer que somos los que decidimos?
Firefly
8/10/18 9:20
Entiendo lo que usted dice, estimado autor. Pero el consumismo y la fuerza de la moda no va a desaparecer por publicar uno o mas cual articulo. La moda siempre existió, y se basa en el deseo de los individuos de encajar en la sociedad y de ser participes d ealgo nuevo y novedoso. Esta tendencia no se mitiga atacando a la moda, sino haciendo ver a la spersonas que no necesitan seguir una tendencia para ser aceptados. No es una tarea cultural, sino social. yo salgo a la calle con la ropa que tengo porque yo misma decido ponermela, porque me gusta. Cualquier otra persona hace lo mismo. Nadie al que le no le guste determinada moda va a imitarla, por muy influenciable que sea. Está claro de que si lo usan, es porque les gusta, porque hubo una atracción inicial y si encima de eso sirve para encajar, bueno... ya sabe como sigue el cuento. Que se usen a las estrellas como simbolos sexuales no es nuevo, como tampoco es nuevo que el rey impulsor de esto se llame Dinero. Pero está atacando el punto equivocado. No se trata de satanizar un par de orejitas, o el nuevo peinado, o un par d epantalones como si fueran ellos los que definen a las personas. Esas personas ya estan definidas, y se viste acorde a como se perciben o desean percibirse. es simplemente lo que creo. A la gente no le a importado nunca de donde vienen las cosas, ¿Usted conoce el origen de cada una de las cosas que usa o tiene en su casa? ¿O el significado de sus detalles?
Loida
28/9/18 15:55
Coincido plenamente con el autor. Mostrar las simbologías, desperezar a la gente de lo que usa muchas veces sin saber. A firefly la veo en todos los comentarios de la reforma en esta revista defendiendo a todo dar más que el tema de género un feminismo a ultranza que en mi humilde opinión tampoco ayuda. Y deje de gritar (en mayúsculas) or favor, que eso no le da más razón. Gracias, Téllez por su comentario y me he vuelto una seguidora de lo que escribe.
Tellez
29/9/18 13:22
Gracias Loida. Aquí seguiremos aportando luces .
Firefly
1/10/18 8:07
Estimada Loida, si le he dado impresión de feminista por defender el matrimonio igualitario, permitame aclararle que no, no soy feminista, no en ese extremo que me parece exagerado e hipócrita. Lamento si le molesta mi escaso uso d emayusculas, lo uso para recalcar, no para gritar, pues de otra forma escribiría por completo en mayusculas. Entiendo lo que dice el autor, el problema es como lo expresa. Es como si pusiese a quienes usan estos aditamentos como victimas del consumismo, o como si solo fuese algo banal. La necesidad de encagar en una sociedad no es algo banal, ocurre no solo en la raza humana. Por ejemplo, hello Kitty es un personaje lindo, ¿Que tiene de malo si una persona quiere algo de este personaje? ¿Que estamos criticando? ¿la moda, o el gusto personal de alguien? No se si me expresé bien...
sachiel
3/10/18 14:21
Dejame romper una lanza por la Fly.... dice la enciclo que las catgirls no son exclusivas del manga y anime de Japón, han aparecido desde el debut de Catwoman de las series de Batman en los años 1940. Josie and the Pussycats, un cómic de Archie Comics de los 70's presenta una banda musical de tres chicas adolescentes que se caracterizan de gatos y visten atuendos de "animal print" de leopardo. Los rasgos distintivos de una catgirl son sus orejas, su cola y , en algunos casos, sus garras. Suele representarse a la catgirl con las características de un gato doméstico: hábil, linda y tierna, lo que convierte al cosplay de una catgirl en algo muy popular entre mujeres. Los accesorios de cosplay de éste tipo incluyen bandas, diademas, tiaras o broches de orejas de gato, colas, gargantillas de cascabeles, guantes y calzado en forma de garras. Las catgirls son frecuentemente representadas con la onomatopeya del maullar del gato en japonés nyā (にゃあ) y con diseño tipo bishojo. Las catgirl es un tipo de kemonomimi muy popular. Los gatos, conejos y zorros suelen relacionarse con el kemonomimi femenino, mientras que el masculino incluye regularmente perros y lobos, como Inuyasha. El kemonomimi masculino y los catboys son frecuentemente encontrados en el yaoi (para nada me gusta el tema, pero para gustos se han hecho colores...). ¿Y si yo uso Inumimis, quien me va a criticar, Milo...?
Firefly
28/9/18 8:37
Ya hay un artículo en juventud rebelde donde se hablaba de este tema un poco en la sección de sexo sentido, y que por cierto, el artículo en sí resulta molesto y casi insultante, pues el autor hace referencia a una leyenda urbana que es mas bien creepypasta y que ha hecho que muchas familias en el mundo tiren los juguetes de Hello kitty de sus hijos por pura ignorancia. Voy a repetir una cosa: Quien vea a las orejas de gato como un componente sexualizador y como motivo de preocupacion, que sepa que el ser humano ha sexualizado la fauna y flora casi en su totalidad. Lo dificil sería encontrar un animal no sexualizado por el hombre. Si las famosas orejitas fueran de conejo, se quejarían porque parecen playboys, si fueran de de perrito, dirían que hace referencia a las bitch, si fuera una cresta de pollo, que si el cock, si fueran de vaca, ay la ubre....
YA BASTA. Dejen a la gente usar lo que desee, preocupemonos mas por la persona que hay bajo la ropa que la ropa en sí misma. Si a mi me da por ponerme un par de orejas de esas y salir a la calle, ¿Me volverá eso una maniatica sexual? ¿O seguiré siendo yo con orejas en un cintillo? ¡Esto es lo mismo que hace unas décadas cuando molestaban a los hombres por llevar el pelo largo!
Tellez, el autor.
28/9/18 12:32
Respeto su opinión, pero al parecer no entendió el mensaje, ni la intención. El problema está en que no te pones sobre tu alma el ropaje que deseas, sino el que se vende, el que desea otro, portador de los significados que también decidió el socio del que los produce y los promueve. Este como el de J.R., solo pretenden dar luces sobre ello, para un consumo, critico, consciente y soberano.
Firefly
28/9/18 15:52
¿Y no puede pensar tambien que hay personas que se ponen esto porque les gusta, no porque es lo que está de moda? No todo aquel que se viste con algo que está de moda es porque quiere estar actualizado, tambien es porque les gusta como luce, y tienen todo el derecho para hacerlo. A mi me gustan las nekomimi desde que era pequeña, ¿Ahora resulta que si decido comprarme un par y salir con el a la calle estoy siguiendo la moda? ¿Y que hay de mi gusto? ¿Que tiene de malo vestirse para sentirse satisfecho? Estoy de acuerdo con adquirir un poco de cultura y no me gusta el consumismo, pero no me parece adecuado asumir que toda persona que usa algo actual es porque es victima del mismo. Por muy actual y de moda que esten un par de pantalones naranjas, si no me gusta como luce o como me hace sentir, simplemente no me lo pongo. Es simple. Y claro que hay personas que se visten solo para encagar mejor en la sociedad, Pero la culpa de que algunos necesiten recurrir al como visten para acoplarse mejor, ¿No es de la misma sociedad?
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