El reparto y la banalización de la violencia machista (I)

Pensaba dejarlo, tomarme un buen tiempo sin escribir sobre el reparto, pero no me  deja; de bocina en bocina y de escándalo en escándalo. Por estos días, vuelve a ser comidilla en el ciberespacio cubano, contenido para influencers y centro de otros debates  un tanto más serios. Los que  informan de su masificación y de fenómenos conexos que lo trascienden en el tejido sociocultural de nuestro archipiélago. Me refiero, esencialmente, a la banalización de la violencia física y simbólica ejercida cotidianamente contra las mujeres.

El de la controversia en boga es Oniel Bebeshito, tras “un incidente con una fan que se subió al escenario durante su concierto en Camagüey. El episodio, que terminó con la joven siendo expulsada del escenario, ha generado una ola de críticas”. “Según informes, una fanática intentó aprovecharse de la situación para ganar fama, lo que llevó a un altercado en el que la seguridad intervino”.

Ante las críticas por no actuar frente al acto violento en su escenario, como trataron a su fanática seguidora, lo que hizo  Bebeshito fue compartir en sus redes  el video del “incidente”, con el mensaje siguiente:

“El chisme se trata de eso, de chisme. Yo en lo personal he tenido que tragarme todo lo que se está hablando de mí que si maltrato a las mujeres, que si no sé qué más, las personas que estaban en el concierto saben la verdad de lo que pasó yo no tengo que argumentar nada ni dar mi opinión de nada. Cómo estás Bebeshito, esa pregunta solo me la ha hecho mi familia, mis amigos y mis fans reales. Yo cancelé un concierto que tenía al otro día porque tenía la parte izquierda de la cara hinchada cuando terminé el concierto (sic)”.

“Yo tengo la conciencia demasiado limpia sabiendo que pertenezco al 5% de hombres que nunca en la vida le han puesto un dedo a una mujer arriba, YO ME CRIÉ CON MUJERES. Pero eso es algo que nunca discutiré y menos con personas que solo vienen a comentar cuando es algo negativo”, añadió  el reguetonero  en una de sus stories de Instagram.

• Consulte además:  Ni violencias, ni fincas: cultura para emancipar (V)

En medio de esta polémica, el repartero  del momento anunció a través de su perfil de Instagram la suspensión de los conciertos que daría  en Cuba. Incluido, según se ha dicho, el programado para este miércoles en el Salón Rosado de La Tropical. 

Para reiterar su determinación, a no pedir disculpa alguna: "Yo, Oniel Ernesto Columbie Campos, voy a ser el mejor del mundo. Mi mamá me enseñó a crecerme en medio de las dificultades". "Mi gente, ustedes no tienen nada que ver con esto. El hecho de que no pueda dar el concierto no significa que me vaya a dar por vencido. Ahora tengo diez veces más fuerza que antes. Los amo", fue otro de sus comentarios.

Su madre, como hizo antes cuando la polémica por “El Hacha” en la gala del Lucasnómetro, salió a  darle apoyo y a defender a su hijo. "En un momento te dije que siempre iba a estar contigo en los momentos difíciles. Aquí estoy porque eres un hijo maravilloso y un excelente ser humano. Hoy, por una actitud negativa de un seguridad que no es de tu equipo de trabajo, recuerda que todo ha sido con sacrificio, dolor y entrega. Lo que decidas, te doy mi bendición siempre. Te amo mucho (sic)".  Desde La Florida, también lo hizo su pareja.

• Consulte además: Del reparto y la vulgaridad (por un debate sobre el Lucasnómetro) III

Además, ha contado con el apoyo de otros exponentes del género, tan  machistas y misóginos como él.

El Taiger, por ejemplo, comentó en sus redes: "Conozco a @onielbebeshito porque estuve casado con su tía y puedo decir que es el mejor artista que tiene Cuba, un muchacho sin hipocresía, educado. Ahí subí una foto que la muchacha lo que quería era coger su fama y le diré, si el seguridad te cogió por el pelo y te tiró es porque a ti se te había advertido dos veces y hasta más le diste al @onielbebeshito por la cara, no sé qué tipo de fans eres (sic)". Y para seguir justificándolo añadió: "No justifico que fue correcto que la tenía que coger por el pelo, pero no fue seguridad y él ni cuenta se había dado."

Por otra parte, la joven maltratada se ha pronunciado en las redes, sobre lo que sucedió en el concierto y después. "Estoy completamente bien de salud, de estado un poco descontenta con el trato que me dieron, pero todo está bien", comentó en Instagram donde se identifica como “La tigreza hp”.

Para asombro de muchos fue ella quien le pidió disculpas al repartero. "Mil disculpas para ti. Mi intención fue abrazarte, si te di algún golpe o algo, disculpa Oniel no fue mi intención", le dijo en una directa y en mensajes  por Instagram.

"Tranquila espero que estés bien. Para la otra debes ser menos tosca", le respondió Bebeshito. "Afortunadamente estoy bien, gracias a Dios. No quise formar ese escándalo contigo, eres mi ídolo y te sigo. Espero algún día toparme contigo y darte el abrazo que quise, mis disculpas hacia tu persona y todos tus seguidores. Muchas gracias por tu atención, gracias Oniel. Discúlpame", culminó la adoradora violentada.

Hay que ver el video de la entrevista  que le hiciera el influencer Urbano YuriDJ  a la muchacha violentada. El desparpajo con que esta cuenta su “aventura” en el Camagüey. Lo había planificado, confesó, y anunciado en sus redes, hasta ropa nueva se había comprado para la ocasión. Buscó un rinconcito  y esperó el momento para  subir a la tarima y abalanzarse para abrazarlo, según sus declaraciones. Para reeditar lo que antes había hecho en el capitalino Liceo de Regla en La Habana, cuando lo pudo abrazar y hasta bailar con él.  

En Camagüey lo intentó dos veces. Primero, se lo impidió el equipo de seguridad y en la segunda oportunidad llegó a él,  la separaron del reguetonero  a la fuerza, empujaron, la agarraron por  el cabello y la lanzaron desde la tarima.

Por demás, la joven ha decidido no denunciar  al maltratador. “Acaba de estar la policía aquí en mi casa tomándome declaración de lo antes sucedido en el concierto de Oniel Bebeshito para hacer la denuncia que está establecida al seguridad cuyo nombre ustedes saben”, escribió en una de sus stories. “Quiero decirles que no acusé a nadie no tengo intención de hacerle daño a nadie ok allá arriba hay un dios y que él se haga cargo y las redes sociales muchas gracias (sic)”, añadió.

Cientos de foristas alarmados por la violencia que sufrió y ella  disfrutando sus minutos de fama. Enajenada, subsumida en una cultura de  violencia que no percibe como grave. Sin sonrojos, se declara adoradora de un intérprete que infravalora  y cosifica a las mujeres. Con temas sexistas, cargados de violencia simbólica machista, que banalizan el sometimiento de las féminas. Hasta el punto de que ellas lo tararean, lo gozan y normalizan.