Con Diseño, en sus más variadas vertientes, culminará la primavera visual de este 2019. Un año en que se alinearon desde inicios de abril hasta finales de mayo la XXI Bienal Internacional del Humorismo Gráfico, la XIII Bienal de La Habana y la 2da. Bienal de Diseño de La Habana.
Muchos consideran que el diseño no es arte, porque este último plantea los problemas y el primero los resuelve, o porque en una concepción romántica el artista plástico crea y se expresa libre de encargos y funcionalidades. La historia y los comportamientos de los creadores visuales, devalúa sin embargo esta manía enciclopedista - y un tanto elitista- de separar en estancos. Ya en “arte decorativo” y “arte aplicado”, o en artesanos, pintores, escultores, humoristas gráficos, diseñadores…
Tanto uno como los otros apelan a la subjetividad del homo videns y a recursos formales y comunicacionales comunes. Los artistas por igual han vivido del encargo, ya de la iglesia, los reyes o la burguesía. La pintura o la escultura no tienen como único objeto decorar. Hay diseñadores gráficos que pintan y también connotados artistas que hacen diseño gráfico. Lo mismo pasa con sus creaciones, pueden observarse en Youtube - videoclips que parecen spots extendidos, poemas visuales presentados como videoartes...
Cuba no escapa de esta tendencia. Los diseñadores no solo acompañan a los realizadores de videoclips en la dirección de arte o en la animación, también devienen en directores de estos.
El primer ejemplo que me viene a la mente es “Bailando Suiza”. La recreación visual de un instrumental interpretado por Harold López-Nussa, facturado por los jóvenes diseñadores Raupa, Nelson Ponce y Edel Rodríguez (Mola). Un videoclip que en el 2009 se agenció los Lucas de los apartados de Música Instrumental, Artista Novel, Ópera Prima y Animación.
Construido con animación 2-D, con una identidad que es al de sus carteles y cercana a la del cómic animado. Con tres partes claramente diferenciadas, por sus niveles de codificación, una para la ejecución de los músicos y otra más “infantil” y grotesca para una pequeña historia que se desarrolla en un gimnasio, el enfrentamiento entre los fuertes del músculo y los empoderados por el espíritu del jazz. Estilos gráficos que contrapuntean armoniosamente en la segunda mitad. Un artístico montaje que me remitió a un texto leído hace muchos años, “El sentido del cine”, del director de cine y teatro ruso Sergei Eisenstein.
Otro video con la dirección y el guion de los ya mencionados diseñadores es el “El vuelo del moscardón”. Un video musical protagonizado por otro gran músico cubano, Aldo López Gavilán y que mereció los Premios Lucas 2013 en las categorías de música instrumental y coral, mejor dirección, además del video del año.
En su momento, el talentoso pianista compartió sobre cómo se gestó el video. "Desde que me contaron la propuesta definitiva me pareció original y de gran imaginación. Esperamos con calma porque la filmación duró casi un año de ardua tarea. Hicieron toda la escenografía de cartón, los robots e imitaron los efectos de una verdadera película silente de aquella época. Filmaron una araña real, la recortaron y le aumentaron el tamaño con una lupa. Tienen el gran mérito de haber recreado la trama sin recurrir a la facilidad que hoy brinda la computadora", afirmó orgulloso López Gavilán.
Para Joel del Río los reconocimientos de Lucas confirieron “el espaldarazo definitivo a la excepcionalidad estética” de esta “virtuosa reinterpretación del pasado, en un tejido de citas múltiples consagrado a mostrar, entre decenas de referencias y significantes, la ejecución al piano del joven cubano Aldo López-Gavilán” a quien convirtieron en “un personaje dramático de su propio video”. El “maravilloso clip” devino en ingenioso “recorrido por ciertos senderos de la historia del arte, respetuoso gesto de multiplicación cultural, desde una televisión (compleja, contemporánea, estetizada) capaz de integrar otras prácticas artísticas ya de por sí interdisciplinarias, como la ópera, el cine y los seriales”.
Esta “apuesta sensible contra la banalidad” - al decir del crítico-, solo “padece de un detalle demasiado literal, en el epílogo, que perjudica su inmensa capacidad alusiva. El letrero en la pared del cine nunca debió anunciar: «Llegó el cine sonoro», sino «El cantante de jazz», para así mantener el altísimo nivel de citas y apropiaciones en que venía discursando la obra”. Un problema de cartel, miren que ironía.
Más reciente, es el video oficial del tema “Libre” con música y letra de Eme Alfonso. Un videoclip donde el “trio mortal”- al decir de la joven cantautora- construye un mundo onírico, al combinar la animación (stop motion) con la filmación de escenas en un ambiente de ríos y bosques.
Estrenado en octubre del año pasado, cuenta con la dirección de Fotografía de Alexander González y el original vestuario de la también diseñadora Celia Ledón. Los efectos especiales son responsabilidad de Trapichestudios Inc. “Libre” acompañó en septiembre pasado el lanzamiento de la tercera entrega discográfica de Eme, Voy. Álbum, grabado en Cuba y en Brasil, que en la recién concluida edición del Cubadisco fue premiado en la categoría de Mejor Álbum Fusión.
Por estos días se ha anunciado el estreno de su Making Of.
Otra de las producciones gestadas por este trío creativo es el videoclip "Mamífero Nacional", de Buena Fe y Eliades Ochoa (2011), al que se sumó el también diseñador Tupac Pinilla.
Raúl Valdés (Raupa), Edel Morales (Mola) y Nelson Ponce Sánchez, son graduados de la especialidad de diseño gráfico en el Instituto Superior de Diseño (ISDi). Los tres han sido reconocidos en Cuba y en el extranjero. Han formado parte de los grupos creativos “Camaleón” y de “Nocturnal” . Participaron el pasado año, junto a reconocidos cultores del arte, en el Festival Artes de Cuba en el Kennedy Center.
Para cerrar, vale compartir sus consideraciones respecto a la interrelación del diseño con las artes plástica y el videoclip.
Raupa -quien trabajó por dos años en el Museo de Bellas artes concibiendo catálogos para exposiciones, se siente como diseñador gráfico cerca del arte. “De hecho, trato de que haya una gran porción de arte en lo que creo, en lo que concibo, aunque jamás olvido que mi responsabilidad sigue siendo comunicar”-dice. Cuando realiza videoclips siempre está pendiente de “la selección tipográfica, de los colores, la composición”; elementos que nunca deja de la mano. “De cualquier modo, a un diseñador lo vuelve muy competente el hecho de que se pueda auxiliar de distintas herramientas para alcanzar mejores resultados”- nos cuenta.
Nelson Ponce confesó a Bohemia que “Siempre tuve una inclinación muy acentuada por las artes plásticas en general y aunque nunca pasé una escuela en esta especialidad, me destaqué por mis habilidades como dibujante, era el muchacho al que siempre escogían para estos menesteres.
Mola, por su parte, expresó: “Me encanta ilustrar. Para mí es un arte. Aplico la ilustración en todo, pero la desarrollo más cuando trabajo con editoriales como Gente Nueva y la Casa Editora Abril (donde hice mi tesis de licenciatura y el servicio social), pues sus encargos me exigen que sea creativo. Lo cierto es que me aburre mucho hacer lo mismo todo el tiempo”.
Sus impulsos creativos, galopan por sobre estancos y etiquetas. Para bien del Arte.
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