domingo, 22 de septiembre de 2024

Solidaridad médica cubana: 45 años salvando vidas en Mozambique

Esa no es solo mi historia, sino la historia de muchos que hoy, dispersos por todo el mundo, en aquella entrevista antes de comenzar a estudiar medicina dijimos estar dispuestos a prestar nuestra ayuda solidaria en cualquier parte del mundo...

Mario Héctor Almeida Alfonso en Exclusivo 28/08/2022
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solidaridad medica cubana en Mozambique
Desde Maputo hasta Pemba, en Cabo Delgado, desde Maputo hasta Lichinga, en Niassa, o hasta la calurosa Tete. Por cualquier lugar de la geografía mozambiqueña se respira a Cuba. La ayuda internacionalista en asistencia médica está por doquier y es genuina.

Un dia soleado, Jaguey Grande, instituto preuniversitario en el campo (IPUEC), matutino, información. Hoy en la mañana se realizará entrevista para los estudiantes de duodécimo grado que están optando por la carrera de medicina. Los que estén interesados que se queden en la escuela y estén preparados para cuando lleguen los profesores de ciencias médicas.

Pero me fui al campo porque no estaba aun seguro de lo que quería, resultaba mas un sueño familiar que personal tener un medico en la familia. Hice la jornada como de costumbre en una granja aledaña a la escuela y sobre las 11am estaba de regreso. Si la curiosidad mató al gato, a mí me salvó la costumbre.

Cercano a la escalera que conducía de la biblioteca de la institución a las áreas exteriores, un grifo de agua permitía limpiar las botas del rojizo fango antes de subir a darnos una refrescante ducha. Sentados en los escalones, descalzábamos los ajustados zapatos de campo, jugábamos, reíamos y nos hacíamos maldades de adolescentes. 

De repente sin esperarlo se abriría la puerta de la biblioteca y una estudiante me increpaba de sopetón, donde estabas metido, faltas tu nada mas por la entrevista, dale, entra ahora mismo que se van. Para que contar lo que sucedió después y después y después.

Ha pasado un buen tiempo. Estudiamos, nos graduamos, hicimos el servicio social y cada uno labro su camino, el que escogió o el que pudo por las circunstancias del destino.  

Esa no es solo mi historia, sino la historia de muchos que hoy, dispersos por todo el mundo, en aquella entrevista antes de comenzar a estudiar medicina dijimos estar dispuestos a prestar nuestra ayuda solidaria en cualquier parte del mundo.

Lejos estaba yo de imaginar que casi 30 años después andaría por tierras africanas haciendo y aprendiendo medicina. Mozambique es sin lugar a dudas un sitio especial.

La colaboración medica acá tiene su historia fundada y fundida en el abrazo de Fidel y Zamora. En la sangre de Zamora junto a los médicos cubanos en aquel fatídico accidente.

Desde Maputo hasta Pemba, en Cabo Delgado, desde Maputo hasta Lichinga, en Niassa, o hasta la calurosa Tete. Por cualquier lugar de la geografía mozambiqueña se respira a Cuba. La ayuda internacionalista en asistencia médica está por doquier y es genuina.

Existen especialistas de experiencia sobrada junto a colegas jóvenes bien preparados salvando vidas por estos lares. Historias son muchas, que hacen reír o llorar. Desde aquel pediatra que además de curar, ama, cuando carga en sus brazos algún hijo humilde de este pueblo, hasta la neuróloga que, conociendo el costo de un anticonvulsivante necesario, saca de su bolso el equivalente y algo más entregándoselo a la abuela para que compre el medicamento a su nieto enfermo de SIDA. 

De las perretas de los intensivistas, cirujanos, ginecólogos porque algún proceder no fue realizado como se debía, echando por tierra lo que se pretendía con aquel paciente o las sonrisas de orgullo por que aquella materna con eclampsia que llegó literalmente muerta ya logra alimentarse recuperada. 

Las enfermeras y enfermeros, guardianes del cumplimiento de los horarios para la administración de los medicamentos y responsables sin discusión de cada vida salvada. Quienes pasando largas jornadas al lado de la cama del paciente también les alimentan, asean, complacen y acompañan. La mas hermosa de las profesiones según el Maestro, José Martí.

Las historias de vida de cada uno de los cooperantes cubanos en estas tierras reflejan la cotidianidad. Esa labor asistencial y docente ha sido continua desde los inicios de la colaboración médica.

Junto a los cooperantes cubanos, los colegas Mozambicanos nos acompañan en cada jornada. Algunos estudiaron en la hermosa isla del ajiaco étnico-cultural y otros se formaron como especialistas en las más diversas ramas de la medicina acompañados siempre de los profesores cubanos. Se ha fomentado la amistad. Todos hemos crecido profesionalmente.

Cuando el huracán Ida azotó la provincia de Sofala y en particular la ciudad de Beira, llegaron refuerzos desde Cuba para enfrentar la situación. La Covid-19 trajo una brigada de apoyo a Mozambique, siendo reconocida su labor por el impacto en la asistencia médica al lograr disminuir significativamente los índices de mortalidad que se registraban.  

Que un pedazo de tierra mozambicano en la provincia de Gaza lleve el nombre de Fidel le hace un sitio de visita constante. Ahí cubanos residentes en Mozambique construyeron una escuela y los médicos de la cercana Xai Xai realizan jornadas de salud frecuentemente.

Han pasado cuarenta y cinco años, la presencia de la brigada medica en Mozambique se consolida. Seguimos siendo fieles al compromiso de un adolescente frente a un profesor de ciencias médicas en aquella entrevista por los años 80. Continuamos brindando la ayuda solidaria con profesionalidad y humanismo. 


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Mario Héctor Almeida Alfonso

Médico cubano miembro del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias "Henry Reeve" que colaboró en Perú . Actualmente se encuentra en Mozambique en el enfrentamiento a la Covid-19.

Se han publicado 1 comentarios


Leidy lastra
 28/8/22 8:33

Excelente trabajo del Dr Mario,que suerte han tenido muchos de que aquel día entraras para aquella entrevista ,mucho éxito en su vida laboral y personal

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