La industria del turismo en Cuba aspira a superar durante este año los dos millones y medio de visitantes. Un objetivo que en primera instancia pudiera parecer poco ambicioso, pero que refleja el impacto negativo generado por la pandemia de COVID-19 en el sector.
Desde que el país reabrió sus fronteras se implementan estrategias con el fin de potenciar una de las fuentes de ingresos imprescindibles para el desarrollo nacional. La construcción de cuatro mil nuevas habitaciones para la red hotelera, la presencia de más aerolíneas con operaciones constantes y el regreso de los cruceros a los puertos de varias provincias son algunas de las acciones que no solo pretenden devolverle la vitalidad a dicha rama, sino también revalorizar la marca Cuba más allá de sus playas y entonos paradisiacos.
Para cumplir con lo previsto en medio de un contexto todavía marcado por la crisis sanitaria y el aumento de la competitividad entre destinos, se antoja imprescindible lograr un crecimiento paulatino de visitantes en el primer semestre y, sobre todo, explotar al máximo la llamada temporada alta del turismo. Algo que resultó imposible en 2021 por la significativa reducción de los vuelos, aun cuando las instalaciones de Cayo Coco, Varadero y La Habana se mantuvieron operativas.
Por ello resulta necesario fortalecer el vínculo entre las propuestas turísticas y la seguridad sanitaria en momentos en el que esta adquiere una mayor significación en los estándares de calidad e influye en los motivos para realizar un viaje. El reto de reestablecer la confianza de los consumidores pasa también por el cumplimiento y perfeccionamiento constante de los protocolos antiCOVID-19 diseñados para los distintos servicios, los cuales, hasta la fecha, han mostrado una alta eficacia.
De acuerdo con las declaraciones ofrecidas por el Ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda, el pasado mes de noviembre en una presentación con turoperadores, para la atención a turistas contagiados se disponen de cuatro hoteles-hospitales en Villa Clara, Varadero, La Habana y Holguín, con la garantía de confort y atención médica de calidad. Asimismo, el directivo aseguró que 2 mil 200 instalaciones contaban con la certificación “Turismo Más Higiénico y Seguro”.
Incluso, la modificación de las medidas de control sanitario puestas en vigor en los primeros días de enero a raíz del incremento de los viajes internacionales y la rápida propagación de nuevas cepas del virus SARS-COV-2 busca mantener el dominio de la situación y evitar restricciones.
La consolidación de los mercados más importantes se hace vital. Según los últimos datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística e Información, el principal motivo de viaje a la Isla continúa siendo ocio, recreo y vacaciones. Por lo que diversificar las ofertas ayudaría a conservar la preferencia de las principales naciones emisores como Europa y Canadá.
De lo que pueda generar el turismo dependerá, en definitiva, buena parte de la recuperación económica y el crecimiento del Producto Interno Bruto. Sin embargo, requerirá del apoyo y la eficiencia del resto de los renglones productivos y pondrá a prueba la fortaleza del sistema empresarial a partir de su reajuste y flexibilización
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