En el complejo entramado de relaciones económicas, en Cuba el sector turístico juega un papel importante a nivel macroeconómico y por su contribución a la balanza de pago, a la solvencia de divisa y su flujo de caja; y en el impulso, balance e incentivos a sectores como la industria, la agricultura, la construcción, la energía, el transporte y la cultura.
También tiene un impacto en los territorios y en la vida cotidiana de las comunidades, de las familias, de los cientos de miles de trabajadores que están relacionados con la llamada industria del ocio; de manera que en ésta descansa una parte significativa de la recuperación de la economía cubana.
Por ello uno de sus principales desafíos o prioridades se evidenció en la reciente Feria Internacional de Turismo, con los encuentros con representantes de aerolíneas y tour operadores, con vistas a incrementar la emisión de visitantes internacionales hacia nuestro país, especialmente desde Europa.
FITCuba 2023 devino el espacio por excelencia para el establecimiento de acuerdos comerciales que garanticen un aumento significativo del flujo turístico hacia la mayor de las Antillas.
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El IMPACTO DE LA PANDEMIA
Pero al decir de la Doctora en Ciencia Maité Echarri, profesora titular de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, la pandemia obligó a repensar cómo seguir porque evidentemente el sector no ha estaba preparado para asumir una crisis de ese tipo, cuyo impacto conllevó a traer o incorporar protocolos biosanitarios y de seguridad, y a través de los procesos, de las diferentes entidades y de los destinos propiamente establecer cómo proteger de la manera más eficiente a ese visitante, en aras de que se sienta seguro incluso de la población.
Al calor de las limitaciones y temores que trajo la Covid-19 las personas se inclinaron por la llamada City Vacation, comenzaron a consumir sus ciudades porque era el único entorno donde tenían para poder flexibilizar su ocio, es decir, vacaciones en casa, en tu ciudad.
En la edición del programa televisivo Cuadrando la caja, del domingo 14 de mayo, tanto Maité como el Doctor José Luis Perelló, reconocido especialista en turismo, afirmaron que desde el punto de vista turístico ha cambiado la forma de concebir los viajes.
Hay un nuevo turista que busca seguridad, confort y limpieza. Todo esto está influenciado por los temores de la salud que ha dejado la pandemia y la incertidumbre del tiempo aislado, sin olvidar otros factores porque junto con la Covid-19, un evento no pronosticado, se rompieron las cadenas de suministros, se interrumpieron los viajes y comenzó también una guerra de mentiras y falsas verdades, algunos sectores cayeron en una crisis total con quiebra de aerolíneas, cadenas hoteleras, personas que perdieron sus empleos, mientras sectores como el farmacéutico se enriquecieron, subrayó Perelló.
La Master en ciencia Gihana Galindo Enríque, directora comercial del Ministerio de turismo, refiere que dentro de estas nuevas tendencias del viajero a nivel mundial tenemos los temas asociados a la digitalización.
Estudios de expertos han referenciado que en la actualidad el 80% de las reservas se realizan de manera online, y el 75% de la decisión de un viajero está condicionada a una publicación, a una promoción de un destino mediante las redes sociales, y entre ellas las más conocidas y seguidas son Instagram y TikTok.
Por esas y otras vías nuestro país se ha insertado en este camino y promueve una nueva campaña de destino, denominada Cuba Única, y dentro de ésta la implementación en los diferentes mercados.
Según la funcionaria en la actualidad el viajero programa su viaje de acuerdo con su interés. Estamos hablando de paquetes dinámicos, flexibles, ajustados a la medida no de un paquete ya preconcebido sino que yo viajo y visito los lugares que deseo.
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LOS RETOS DE HOY
A tono con el impacto de la Covid-19 y el complejo escenario internacional, el turismo cubano tiene grandes retos.
La profesora de la Facultad de turismo señala que están los asociados primeramente a un cambio necesario de modelo, como el de volver la mirada al territorio, es decir, tenemos que intentar marchar del modelo basado en el alojamiento al de destino del territorio porque es ahí donde están los recursos y hay un potencial bueno, que no se está aprovechando.
Un segundo es la diversificación de la oferta y de los mercados. Trabajar intensamente por recuperar la calidad. Una calidad que esté aparejada al precio porque realmente en todas las encuestas sale a relucir la insatisfacción por los visitantes, y también urge mejorar la cualificación de los recursos humanos del sector.
Es algo que hay que rescatar porque si algo distinguió al turismo en Cuba fue su alta profesionalidad y eso creo que ha mermado. Es una percepción que tenemos desde la academia, señala Maité Echarri.
Se requiere además, diversificar la oferta, una oferta que vaya a la experiencia y eso es una de las tendencias post Covid pues según estudios internacionales más del 80% de los clientes viaja porque esto los hace felices, y ser felices parte de tener buenas experiencias también.
Verdaderamente estas cuestiones, explicó la directora comercial del Mintur, son resultado de una serie de factores que nos han limitado a posicionarnos en el lugar que hubiésemos deseado, y todo está asociado al recrudecido bloqueo.
EL BLOQUEO Y LA INCLUSIÓN EN LA LISTA DE NACIONES TERRORISTAS AFECTAN EN GRAN MEDIDA
¿Cuánto nos limita acceder a plataformas de comercialización y promoción turísticas, a créditos, a financiamiento? Son limitaciones que nos han frenado, afirma la funcionaria.
¿Cuántos cruceristas no recibíamos en los años 2017, 2018 y en 2019? Estamos hablando de superar la llegada de 625 mil cruceristas al país, y de la noche a la mañana, el cinco de junio del 2019 y asociado a sanciones del gobierno de los Estados Unidos, sus compañías de cruceros desaparecieron esas embarcaciones de Cuba.
Por lo tanto, a la hora de hacer una comparación con destinos de la competencia no estamos al mismo nivel, precisamente por tales medidas unilaterales.
En opinión de Perelló ese es uno de nuestros más grandes retos y desafíos, y que no lo tiene el resto de la región.
El turismo internacional para nuestro país ha estado condicionado por el escenario de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos; todos son momentos coyunturales pero con constantes obstáculos, amenazas a empresas, multas a agencias de viajes, a los bancos, las listas negras, los hoteles sancionados, las inclusiones como país patrocinador del terrorismo. En esta relación Cuba-Estados Unidos han convertido el turismo en un arma política y así es muy difícil desarrollar cualquier actividad.
Gihana subraya que estar en una lista de estados patrocinadores del terrorismo nos ha limitado acceder a los cinco mercados tradicionales europeos de nuestro país.
EN LUGAR DE LOCOMOTORA UN DINAMIZADOR DE LA ECONOMÍA
En medio de las dificultades que enfrenta el sector muchos no se atreven a considerarlo locomotora de la economía cubana, sino en un ente dinamizador.
Gihana Galindo argumenta que para desarrollar la actividad turística, en el 2022 más del 60% de las compras realizadas fueron a la industria nacional. Estamos hablando de un 12 % de productos agropecuarios, un 38% de los productos alimenticios y en gastos en el 2019 el 10,3 del Producto Interno Bruto lo representó el turismo, y en el 2022 el 7,6 cuando a nivel internacional fue un 8%.
Por ello el Doctor Perelló lo considera motor impulsor de los sectores económicos en la medida que presione sobre una necesidad de la industria, de la agricultura, del transporte, de las telecomunicaciones, de la cultura...
Primeramente no podemos compararnos con los destinos del Caribe, dígase México, República Dominicana... porque no estamos en el mismo escenario aun cuando geográficamente hay cercanía pero las condiciones de Cuba son totalmente diferentes, opina el experto.
Recordemos que nuestro país cerró sus fronteras para proteger a su población y esos destinos nunca lo hicieron. En la actividad turística los cierres cobran factura y nosotros lo hemos visto básicamente cuando cerramos una instalación hotelera ¿Cuánto cuesta volver a posicionar ese producto en el mercado internacional? Por ello estamos trabajando en función de recobrar esos flujos turísticos.
Perelló subraya que cerramos dos años y dos meses las fronteras y al mismo tiempo nuestro principal emisor, Canadá, puso restricciones que duraron hasta hace muy poco.
Tampoco la región del Caribe y sus principales destinos no cerraron las fronteras porque el problema de la salud de la población es una cosa y la industria es otra. Los hoteles de Cancún, República Dominicana...son en su totalidad de empresarios extranjeros. Por lo tanto, ese es un factor que tenemos que tener en cuenta.
Pero está la tendencia de comparar al turismo cubano con el resto de los destinos del Caribe, lo cual es un error porque como bien dijo la directora comercial del Mintur tenemos que ir a un renacer, concepto que implica transformar y desaprender todo lo que no nos sirve para nada, porque si el mundo cambió tienen que cambiar los paradigmas.
Y a tono con ello la profesora de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana se refiere a un modelo basado en el alojamiento, en el crecimiento y en sol y playa aun cuando no es menos cierto que hay inversiones que se están desarrollando en las principales ciudades, para dinamizar esa planta envejecida y transformarlas con habitaciones de alto estándar.
Dentro de ese cambio de modelo tenemos una cartera de oportunidades de negocio con más de 100 proyectos, que no solo comprende el desarrollo de inmobiliarias asociadas al sector sino también todo lo que es la actividad extrahotelera.
También en el futuro el turismo de Cuba será de sol y playa; ese es nuestro producto estrella a nivel de Caribe, y por eso nuestro modelo obligatoriamente tiene que ir a buscar una calidad absoluta en el sistema Todo incluido.
El 74 % de la hotelería cuatro y cinco estrellas de nuestro país está en sol y playa; por eso hay una inversión millonaria en esta infraestructura hotelera, mas cuando la temporada de alta turística de nosotros va desde diciembre hasta principios de abril precisamente porque nuestros mercados huyen del frío en Europa, por ejemplo.
Pero en opinión de Maité Echarri el cambio de modelo no es aumentar solo la calidad en el hotel. Este se halla en un territorio y los recursos humanos están allí al igual que los recursos de los cuales se abastece esa instalación. De ahí su insistencia en explotar valores agregados, endógenos y exclusivos, por ejemplo, en materia de biodiversidad, del ecosistema marino, de brindar productos agrícolas orgánicos.
Pese a estos y otros desafíos y retos, los panelistas de Cuadrando la caja reafirmaron que nuestro turismo debe caracterizarse por su prosperidad y desarrollo sostenible, y por ser auténticamente cubano.
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