Serie del Caribe:Hay males que ni con guayabas verdes

Lo que más abunda en redes sociales (digitales y físicas) son críticas a Carlos Martí y sus Agricultores, como si ellos fueron los únicos responsables del pésimo resultado en la Serie del Caribe.

Quedaba un hálito de esperanza, vuelto bocanada grande durante 26 outs, pero reducido a nada en ese out que nunca llegó, cuando el camarero suplente Yosvani Millán pifió con una conexión que hubiera matado el último inning y con él el juego.

Así es el béisbol, impredecible, testarudo. Como la vida misma. El equipo puertorriqueño de Indios de Mayagüez se colgó de esa pifia para voltear la pizarra y dejar al campo a Agricultores.

El error está en el juego; es de pelotero y más aún de humanos. El de Millán va a las hojas de anotación; pero hubo otros durante el campeonato de los que muchos se van a olvidar y costaron más, mucho más, que esa bola que el muchacho va a recordar siempre atravesándolo y rodando hasta lo último del bosque derecho.

Cuando se haga un estudio abarcador de lo sucedido en el campo de juego debe emerger la indefensa pradera izquierda, donde más de una bola picó inexplicablemente y permitieron varias vueltas al cuadro.

Pongo el ejemplo porque cuando pasen los años, y a veces menos tiempo, lo que era importante no lo fue según los archivos y lo que no lo era tanto pasó como el villano de la película.

Volvamos al partido ante la tribu boricua. Cuba bateó por primera vez más de una decena de imparables. Fueron 12 exactamente, pero apenas tres carreras, todas en un mismo inning (el segundo) que tuvieron estresado al picheo todo el tiempo.

Carlos se decidió, al parecer por los resultados de los ajustes en el orden del día anterior, a profundizar en los cambios del lineup. Le dio juego a Alexquémer Sánchez y al capitán Carlos Benítez, volvió a darle confianza a Rafael Viñales después de su jit el lunes y mantuvo a Yordanis Alarcón sin tanta presión.

Los cuatro, por cierto, pegaron imparables y el que mejor rédito ha sacado de su movimiento en la alineación es Yordanis, de 3-3 el lunes y de 4-3 ayer. De 7-6 en ambas jornadas. Su hermano, Yosvani ligó de 4-2 y en casi todos los partidos se ha embasado por jits.

Alexquémer se fue de 2-2, Benítez sonó un cohete remolcador en cuatro viajes al plato y en igual cantidad de turnos Viñales largó su segundo indiscutible del clásico regional. El resto de los incogibles fueron a la cuenta de Yunieski Larduet (2).

Otra vez César García firmó una apertura de calidad (6.0 INN, 2CL, 7H, 3K), que debió concluir en su primera victoria en estos torneos, con salvamento a la cuenta de Andy Vargas (2.2 INN, 3H, 2K y 3BB), pero ante este talentos joven sucedió el error que dejó con vida a los ya moribundos Indios, y lo demás ya usted lo sabe: el muerto revivió y mató al vivo.

Es la quinta derrota seguida de los cubanos, tres de ellas por una carrera. Perder así duele, yo digo que incluso más que el 20-3 ante Venezuela.

Cuando un juego se va de un solo lado, uno quiere que termine y ya, a pasar la hoja, pero cuando se tiene una victoria ahí, tan cerquita, y se escapa, y al día siguiente es lo mismo, y al otro también…

A Agricultores le ha pasado de todo en sentido negativo. Esos muchachos se han entregado al máximo, pero no pueden hacer lo que no saben o no están acostumbrados.

Para muchos colegas extranjeros que están cubriendo la Serie del Caribe la deuda de Cuba es con los fundamentos de juego. No saben aplicarlos bien, me dice un experto en Grandes Ligas, y eso debería preocupar y ocupar en las oficinas nacionales del béisbol.

Para ganar los partidos chiquitos hay que ser lo más exactos posibles. Y eso va desde el picheo escogido para hacer swing, hasta el tipo de swing según sea ese picheo. Parece un juego de palabras, pero en ese «juego» van las claves para decidir la suerte en un choque.

Queda un rival para decir definitivamente adiós a la Serie del Caribe Gran Caracas 2023. Será el panameño Federales de Chiriquí, cuyo balance es de 2-4, igual que Curazao.

Ambos cedieron este martes también. Los canaleros por 1-2 ante Cañeros de los Mochis, líderes de la serie con saldo de 5-1; y los curazoleños fueron remontados con pizarra de 6-8 por los Leones de Caracas (4-2).

En el otro duelo de la penúltima fecha preliminar, Vaqueros de Montería (4-2) sacudieron a Tigres del Licey (3-3) con marcador de 11-1.

La jornada de hoy se completa con los pareos entre Curazao y República Dominicana, Puerto Rico y el ya clasificado México, y los vecinos Colombia y Venezuela.

Veremos cómo quedan los cruces. El hecho de que un equipo que parecía favorito como lo es Tigres de Licey esté agonizando para avanzar ratifica que cualquier expectativa es poca para lo que puede suceder. Ha sido, y eso nadie lo puede rebatir, una Serie del Caribe exitosa.

Para Cuba no hay experiencia nueva que sacar. Son las mismas desde 2014. Pero nadie entiende al poeta: con tantos palos que te dio la vida…