Ciertamente, paridad no tiene porqué ser sinónimo de calidad en el ámbito deportivo. No obstante, si las expectativas por el desempeño y definición de un torneo, se colman en su última fecha competitiva, entonces se podría decir que cumplió su objetivo.
Y eso fue lo sucedido en la fase eliminatoria de la edición 103 del Campeonato Nacional de Fútbol. Es cierto que, técnicamente, el certamen aún tiene muchas deudas, máxime cuando sus jugadores más capacitados se desempeñan en ligas foráneas, ora por contratos oficiales, ora por gestiones personales. Pero se disfrutó que debiera llegarse hasta la jornada 12 y última, para conocerse a todos los equipos que disputarán la fase hexagonal final, en pos del centro que ostenta Santiago de Cuba.
En la temporada cubana compiten 12 conjuntos divididos en tres grupos, y los dos primeros de cada llave, avanzan a la hexagonal. Y en la última ronda, aún quedaban dos boletos libres, de los cuales se apropiaron Sancti Spíritus –que retorna a la disputa de medallas después de varias campañas- y Camagüey.
Entre los partidos definitorios de esa fecha, Sancti Spíritus firmó una histórica victoria de 1-0 ante el ya clasificado y monarca exponente Santiago de Cuba, con la cual aseguró el segundo cupo del grupo A, disputado en la grama de su Escuela Formadora de Maestros. El gol fue obra del volante mixto Eduard Puga, al minuto 59.
Pero igualmente, había mucha paridad por la segunda plaza en el grupo B. Y las cortinas cayeron con el empate 1-1 entre Camagüey y el también clasificado Pinar del Río, en el estadio Luis Pérez Lozano, de la Perla del Sur.
Resulta que, para mayor tensión, Reinaldo Pérez había puesto delante en el marcador a los pinareños, con gol en el minuto 35. Pero una diana del volante mixto Armando Coroneaux al minuto 62, le sirvió a Camagüey para conseguir el ansiado y decisivo empate.
Esto se debió a que Cienfuegos venció 2-1 a Isla de la Juventud, con dianas de Reinier Celdeira y Yoelvis Armenteros, en los minutos 26 y 82, por ese orden, para remontar el gol en propia puerta de Neisser Sandó, que había adelantado a los pineros en el 12’. Agramontinos y sureños terminaron con 17 puntos, pero los Miuras camagüeyanos obtienen el ticket por tener mejor promedio de goles (7-5) que los sureños, luego del empate a dos victorias entre ambos conjuntos.
Tras estos resultados, y aunque los seis equipos clasificados a la hexagonal no compitieron en el mismo grupo, aquí les va la puntuación de cada uno: Santiago de Cuba (26), Ciego de Ávila (23, con un juego menos), Pinar del Río (22), Granma (18), Camagüey (17) y Sancti Spíritus (16).
Cienfuegos, Isla de la Juventud, Guantánamo y Las Tunas, mantienen su categoría, en tanto las decepcionantes escuadras de Villa Clara y La Habana, de tradicional fuerza en el fútbol cubano, deberán disputar el Torneo de Ascenso, en 2019, ya que fueron los dos peores equipos de la fase preliminar.
Los números demuestran que el conjunto más capacitado fue el de los Diablos Rojos de Santiago de Cuba, que firmó 20 goles a favor y seis en contra, para liderar la llave A con 26 puntos. Pero vale citar que, en sus últimos cuatro partidos y, después de ocho triunfos consecutivos, asimiló dos derrotas y firmó par de empates.
Mientras, Camagüey fue el peor del sexteto, con la mayor cota de derrotas (5), dos igualadas y cinco éxitos, 15 dianas favorables y 13 negativas.
El granmense Ruslán Batista y el avileño Jesús Rodríguez, compartieron el liderazgo entre los goleadores, con seis dianas. El pinareño José Ciprián, el cienfueguero Yoelvis Armenteros y el avileño Osmel Núñez, terminaron con cinco.
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