Dos gimnastas que emularon a ver quién ganaba más títulos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, Marcia Videaux y Manrique Larduet, llegaron al Campeonato Mundial de Stuttgart con un solo objetivo: lograr la clasificación olímpica a Tokío 2020.
Tras cumplir la rutina individual del concurso I, los antillanos conquistaron su pretensión de llegar a la cita cuatrienal, aunque en el caso de la Marcia no quedó en puesto de discusión de medallas para el all around ni en aparatos individuales; mientras el subcampeón del orbe del 2015 sí se incluyó para ese magno evento con nota de 81,898 puntos y el lugar 21 entre los que disputarán el podio de máximos acumuladores este 11 de octubre.
La particularidad de sus boletos olímpicos obedece a lo dispuesto en el tercer criterio aprobado por la Federación Internacional de esta disciplina, que establecía cupos para 20 mujeres y 12 hombres en la general individual, siempre y cuando no pertenecieran a los países que clasificaron como equipos en los mundiales del 2018 y 2019.
Es decir, el puesto 53 de Marcia y el 21 de Manrique les permitió cumplir ese requisito una vez que todos los que estaban por delante de ellos ya habían alcanzado las visas olímpicas por sus selecciones. No ocurrió así con los otros dos cubanos que conformaban nuestra delegación: Randy Lerux y Rafael Rosendi, bien alejados de los 24 primeros.
El valor de estos desempeños es que ocurre en el regreso de Larduet a las competencias de más alto nivel tras su operación en las muñecas en marzo de este 2019, que lo privó de asistir a los Juegos Panamericanos para garantizar su recuperación total; mientras su compañera de equipo lo hizo a pesar de estar aquejada de continuas lesiones en los últimos meses, que le privaron de una presea en la cita continental de Lima.
El joven santiaguero Manrique Larduet
Asimismo, ambos lo lograron sin sus entrenadores guías, Carlos Rafael Gil y Yaremis Vázquez, apartados inexplicablemente de las respectivas selecciones nacionales después de haber sido los artífices del renacer de este deporte tras una sequía de premios que duró una década; y sobre todo, tener una alta ascendencia en sus muchachos, con quienes vienen trabajando desde categorías infantiles y juveniles.
A puro talento, las dos M de la gimnasia artística cubana regresarán de Alemania convencidos en que su segunda participación olímpica puede ser mejor a la que experimentaron en Río de Janeiro 2016, cuando Marcia terminó en el escaño 48 del all around y tuvo su mejor actuación en el caballo de salto (18); en tanto Manrique entró 15 para la final de máximos acumuladores, pero una lesión lo sacó de la lucha por las medallas, al tiempo que estuvo en las finales de paralelas (5to con 15.625) y en barra fija (6to con 15.033).
Ellos dos fueron acompañados en la lid brasileña por Lerux, quien se repone de una lesión en su hombro y le quedan dos opciones para unirse a ellos, al igual que a Rosendi. La primera, acumulando puntos en las Copas del Mundo previstas hasta marzo del 2020 o ganado el campeonato continental del próximo año.
La gimnasia se suma al tiro, canotaje, pentatlón moderno y lucha con nombres asegurados de Cuba para los Juegos Olímpicos de Tokio. Se espera que en los próximos meses lo puedan lograr atletas individuales en ciclismo, judo, boxeo, taekwondo, remo, bádminton y atletismo; mientras las formaciones colectivas masculinas de voleibol y béisbol son las cartas principales en cuanto a las disciplinas de equipo.
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