Los reflectores hacia luchadores y judocas (+Video)

Voy a descubrir hoy el agua tibia. Sí, por supuesto, es una broma. Pero creo estaremos de acuerdo en que, cuando sea posible, al periodismo se le debe intentar echar una gotica de humor. Y hasta en algunos temas serios…

Llegó la hora de abrir la llave: debe salir a relucir en breve la importancia que tienen para Cuba los deportes de combate, entre ellos el boxeo (tema de otro comentario), las luchas y el judo (los cuales me han sentado otra vez frente al teclado).

Nos encontramos ya muy cerca de los tan esperados Juegos Panamericanos de Santiago 2023 (20 de octubre al 5 de noviembre), y, como se ha divulgado, se conoce que la porfía en la capital chilena será muy difícil para los atletas de Cuba.

La primera gran medalla, es muy justo valorarlo así, es que nuestro país va a participar en ellos, y lo hará incluso con una delegación amplia: casi 400 deportistas en 31 disciplinas y más de 500 integrantes.

Lo antes dicho no puede desligarse, por solo mencionar algunos aspectos, de la situación económica que atraviesa el mundo y Cuba, unido al brutal e inhumano bloqueo económico y comercial a nuestro país de Estados Unidos. Y, digámoslo con valentía, el peso de un importante número de deserciones: 109 en el año 2022, y unas 80 en lo que va de 2023. Entre ellas la de posibles medallistas y hasta campeones en Santiago 2023.

Se unen dificultades con la alimentación adecuada (en algunos deportes es más específica todavía), los recuperantes, insumos, condiciones para el ciclo trabajo-descanso (debe ser con aire acondicionado), posibilidades de fogueo al máximo nivel, incluidas de tipo práctico para adquirir los boletos aéreos (por una tercera vía)… por solo mencionar algunas.

¡En tales condiciones desventajosas compiten!

Pero Santiago 2023 ha permitido también demostrar la voluntad del Estado de mantener al deporte como una prioridad.

Es por todo lo dicho que los pronósticos oficiales muestran un lógico decrecimiento en los resultados: de 18 a 22 de oro, de ocho a 12 de plata y de 36 a 40 de bronce, con la posibilidad de un lugar del quinto al séptimo (más bien sexto o séptimo).

Hace cuatro años, en los de Lima 2019, en los cuales ya retrocedimos, logramos 33 de oro-28 de plata-39 de bronce=100 en el total, sexto lugar por países, lo que nos alejó más del tradicional segundo escaño histórico.

PARA ARRIBA

Es muy justo recordarlo: los luchadores cubanos atravesaron por las mil y unas dificultades en su preparación de cara a los recientes Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023 (23 de junio al 8 de julio). Pero se crecieron, en faena digna de aplausos: alcanzaron 15 de las 18 coronas, unidas a tres de bronce. Los de la modalidad grecorromana conquistaron las seis de oro.

Y no fue nada fácil ese desempeño en San Salvador 2023. También tuvimos exponentes de poco recorrido internacional, peleas muy difíciles, incluso, como se dice en el argot deportivo, “sacadas del refrigerador” (es decir: perdiéndolas).

Luego fueron los días de los Campeonatos Mundiales, otra vez en Belgrado, la capital de Serbia, donde hace un año, al no podernos preparar como es debido, quedó trunca la racha mágica de que en los últimos 28 años en los que habíamos participado, y casi no hemos dejado de asistir a ninguno, se alcanzó al menos una medalla.

Pero esta vez se ganaron tres en la grecorromana: ¡dos de oro (Gabriel Rosillo, de la división de los 97 kilogramos, y Luis Orta, de 67/campeón olímpico en 60 de Tokio 2020), una de bronce (Oscar Pino, 130)! A ello debemos sumar, también clasificada para los Juegos Olímpicos de París 2024, el quinto lugar en 76 de Milaymis de la Caridad Marín.

Y esa valentía se muestra ahora con vistas a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023:

“La idea inicial que tenemos es la de poder alcanzar cuatro de oro”, dijo sin titubear Martín Torres Peguero, comisionado nacional de este deporte, y presidente de la federación cubana.

“Sí, claro, nuestros tres medallistas del mundial, Orta, Rosillo y Pino, más el librista Alejandro Valdés, si se lo propone a fondo”, agregó.

“Somos el único país que va con equipos completos en la lucha, en las 18 divisiones: seis del estilo grecorromano, seis de la libre masculina, y seis de la libre femenina. Estados Unidos no consiguió la clasificación en la división de Orta”.

En Lima 2019 nuestros luchadores terminaron en segundo lugar, con 5-2-9=16, por detrás de Estados Unidos (9-2-4=15). Y entre los campeones estuvieron dos libristas que repiten ahora su participación, Alejandro Valdés (65) y Yurieski Torreblanca (86), y uno del greco, Gabriel Rosillo (97).

Queda pan por rebanar, pero todos los dedos parecen apuntar a que las luchas será el deporte del año 2023 en Cuba.

MENTE POSITIVA

En Lima 2019 los judocas de Cuba terminaron en primer lugar, con 5-2-5=12; pero es muy oportuno recordar que Brasil ganó tan solo una de oro menos: 4-1-4=9.

Hay una buena noticia:

Nuestros cinco campeones de aquella vez estarán vistiendo sus judoguis con posibilidades muy sólidas: Magdiel Estrada (73), Iván Silva (90), Andy Granda (+100), Maylín del Toro (63), Idalis Ortiz (+78), abanderada de la delegación, junto al boxeador Julio César La Cruz.

Rafael Manso, comisionado nacional presidente de la federación cubana, miembro de la junta panamericana, ofreció valoraciones muy importantes con su optimismo contagioso:

“El propósito es de tres medallas de oro, una de plata, tres de bronce, junto a dos quintos lugares y tres séptimos Vamos con la frente muy en alto. Y con esa fe en la victoria que siempre nos inculcó nuestro Comandante en Jefe. Y con mente positiva. El que tenga mala vibra que se vaya para allá”.

Siguió como en un combate:

 “Creemos que cumpliendo con esto quedamos con bien con nuestro organismo deportivo, y con el pueblo, en la calle me preguntan mucho sobre nuestras posibilidades”.

A los tres del quinteto antes mencionado que se le otorgan nuestras posibilidades más sólidas de volver a conquistar las medallas de oro son a Idalis Ortiz (+78), Andy Granda (+100) e Iván Silva (90).

 “Son tiempos de pies en la tierra, y de fe en la victoria. Vamos a los Juegos Panamericanos con todas las de la ley”, agregó.

“Maylín del Toro es tremenda atleta. Ha ganado hasta Grand Slam. La damos para bronce porque tiene rivales muy fuertes. Pero ella puede crecerse y terminar campeona”, comentó. “Magdiel, hace pocos días, en el panamericano del deporte, celebrado en Calgary, Canadá, terminó con bronce, perdió con el canadiense, que es un contrario muy difícil, pero no es Superman. Hay que tener en cuenta también al brasileño”.

Se refirió al canadiense de origen francés Arthur Margelidon (plata esta vez), bronce en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, en los cuales Magdiel fue invencible, y al brasileño Daniel Cargnin, bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y en el mundial de Taskent 2022.

 “Pero en estas competencias Magdiel se crece: ganó en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y Lima 2019”.

Se considera también que hay otros judocas cubanos con posibilidades de cambiar a nuestro favor esos pronósticos sobre los tatamis.

Hoy empecé con una broma. Voy a cerrar con un apunte muy serio: los reflectores en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 también van a dirigirse hacia el desempeño de los luchadores y los judocas de Cuba.