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jueves, 26 de diciembre de 2024

Delicada apertura

Una selección cubana de baloncesto masculino visitará a la República Popular de China...

Abelardo Gregorio Oviedo Duquesne en Exclusivo 01/10/2016
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Ninguna temporada se parece a la precedente. Para el bien del baloncesto cubano, esa apreciación tendrá su expresión en octubre, pues la federación de China cursó una invitación para que dos selecciones del país visiten la nación asiática.

Según trascendió en la nación donde radica la ciudad anfitriona de los XXIX Juegos de la Era Moderna, nuestros coterráneos enfrentarán a combinados de varias localidades.

La temprana comparecencia internacional tiene simpatizantes y adversarios. Los primeros subrayan que es muy pronto para asistir a las duelas foráneas, porque aún los jugadores tienen déficit de capacidad física. Los otros opinan que uno de los lastres de la disciplina en el archipiélago cubano es la concepción de la preparación, pues los muchachos se ejercitan por lapsos considerablemente extensos; y luego comparecen a una cantidad insuficiente de cotejos para verificar la calidad de la ejecución de las estrategias diseñadas.

Al parecer, en este ciclo las autoridades del baloncesto en la Isla Grande de El Caribe apostarán por la filosofía de jugar y entrenar, como se hace en numerosas estados; y una práctica aceptada por los estrategas del orbe; y es también compatible con el temperamento de nuestros paisanos.

Sospecho que liderar los marcadores en los parqués chino sea, en las primeras jornadas, un objetivo de segundo plano. Porque el conjunto lo integran varios jugadores con poca experiencia internacional y requieren de un lapso para visualizar, e interpretar, adecuadamente la magnitud de los desafíos. A mi modo de ver, lo primordial allá es lograr que ellos realicen acertadamente los sistemas tácticos ofensivos y defensivos.

La vida invita al colectivo técnico nacional que lidera ahora Rainier Panfet, a trabajar con pocas fisuras en la planificación de la ejercitación para acelerar el desarrollo de los gigantes Freddy Goicochea (2.05), Eliecer Quintana (2.03), Yoel Cubillas (2.06), German Clement (2.08), Abel Font (2.04 metros), por citar algunos ejemplos. Ellos tuvieron, por falta de fogueo, poco chance para ascender cualitativamente en el cuatrienio que concluyó el 21 de agosto en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, la Ciudad Maravillosa.

Pero, se encuentran en la fase de acercarse a los primeros escaños de la maestría deportiva. Si consiguen esa altura, el combinado tendrá mayor nivel de definición en la pugna por los rebotes y el ataque cercano a la cesta. Y entonces, el pivot Javier Justiz compartirá mejor la responsabilidad en esas tareas con más coequiperos; y se convertirá en un jugador más letal debajo de los tableros y en las proximidades de la cesta adversaria.

Sin dudas, ese realce propiciará que sean menos conservadores los vaticinios acerca del baloncesto, clasificación masculina, en los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia, 2018; así como sobre el rendimiento de la cita hemisférica deportiva que acogerá, una temporada más tarde, Quito, la capital de Ecuador.  

Tal vez para algunos, tras apagarse el pebetero de los Juegos de la Era Moderna, surge un período de inercia en las federaciones deportivas. Pero están equivocados. Desde ese mismo instante ellas inician un periodo tan importante como el finalizado, porque los estrategas utilizan tiempo en analizar las causas de los éxitos, y los fracasos, sucedidos en el mayor plató del deporte.

Por primera vez en este siglo en los arpegios de una campaña la federación cubana de baloncesto lanza una audaz proyección internacional. Identifica esa postura la oportuna escala en territorio de la nación asiática.


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Abelardo Gregorio Oviedo Duquesne


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