Las Madres de Plaza de Mayo realizaron el pasado jueves su primera marcha de resistencia frente a la Casa Rosada de Buenos Aires ante el peligro que entraña el discurso ultraderechista del presidente electo Javier Milei, quien no cree en la desaparición de 30 000 personas durante el régimen militar, y si ocurrieron las justifica porque el país, indica, estaba en medio de una guerra.
Milei, 54 años, un ultraliberal del partido La Libertad Avanza (LLA) ganó la primera magistratura el pasado día 19 al oficialista ministro de Economía Sergio Massa, de Unión por la Patria, por unos 10 puntos porcentuales de ventaja, en lo que muchos analistas califican como una muerte avisada a la población que le dio su voto a pesar de los peligros que entraña su pensamiento retrógrado y sus criterios políticos.
Tanto el futuro mandatario como su vice Victoria Villarruel, -hija, sobrina y nieta de militares-, y otros miembros cercanos a su gabinete son defensores del último régimen castrense (1976-1983) y de sus sicarios más relevantes, a quienes piensan liberar e indemnizar tras ser condenados por crímenes y desapariciones forzadas.
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Incluso en 2013, antes de su fallecimiento, Villarruel visitó al dictador Rafael Videla, condenado a cadena perpetua en 2010 cuando la Justicia le declaró culpable del fusilamiento de una treintena de presos políticos en 1976.
Esta derechista dirigente mantiene una continua defensa de los asesinos reconocidos de esa etapa, en la que se consideran desaparecidos más de 30 000 mujeres y hombres en su mayoría jóvenes, a quienes consideraban contrarios al régimen. La dictadura argentina formó parte del Plan Cóndor que recorrió América Latina y permitía el intercambio de prisioneros de distintas nacionalidades, a quienes encarcelaban y mataban incluso de manera brutal, como lanzarlos al mar desde aviones, o sepultarlos en lugares inhóspitos donde sus restos jamás serán encontrados.
La vicepresidenta electa, que piensa en la liberación de militares inculpados por sus crímenes, será la ministra de Defensa, Seguridad e Inteligencia de la nueva administración, es decir, jefa de las Fuerzas Armadas y de Seguridad Pública, según anunció Milei, quien no reconoce el terrorismo de Estado.
Durante su campaña, el nuevo jefe de gobierno también puso en duda el número de víctimas y reeditó la llamada “Teoría de los dos demonios” al afirmar que “estamos en contra de una visión tuerta de la historia; para nosotros durante los 70 hubo una guerra”. No se volvió a pronunciar sobre el asunto tras su triunfo en el balotaje del pasado día 19.
Su vice, abogada de profesión, también pretende que los acusados de asesinato y rapto sean indemnizados como víctimas del accionar de la guerrilla Montoneros, que operó en la época mediante un sistema novedoso de movilización en las alcantarillas de las ciudades, ante la carencia de montañas.
La decisión del economista Milei, un controvertido operador de las políticas más ultraconservadoras convergentes con las de Estados Unidos (EE.UU.), país que visitó esta semana tras demostrar su admiración por su sistema de gobierno, guerrerista e imperial, afirmó que queda en manos de Villarruel lo relacionado incluso con el uso libre de armas de fuego.
DE NUEVO EN LA PLAZA DE MAYO
Hace unos días la histórica Plaza de Mayo situada frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia nacional, fue otra vez escenario de expresión popular y del primer acto público contra el futuro gobierno. Primera ronda de resistencia de las Madres de la Plaza de Mayo tras la consagración de Milei. Como ocurrió durante muchos años, las ancianas tocadas por su pañuelo blanco –que en 1977 eran cosidos con telas de pañales infantiles como símbolo de los hijos perdidos- estuvieron rodeadas de cientos de personas que marcharon a su lado para repudiar las políticas que se avecinan en contra del 47% de la ciudadanía, en especial, que votó a Massa. Aunque, al parecer, las medidas afectarán incluso a quienes confiaron en el llamado El Loco por sus actitudes.
En esta marcha, la número 2 380 de la organización humanitaria, se reunieron estudiantes, sindicalistas, políticos que avizoran el futuro de la nación, y están dispuestos a enfrentarse a Milei. Aunque asumirá el próximo día 10, adelantó un fuerte recorte del gasto público, cierre de ministerios y privatizaciones de empresas públicas, entre otras regulaciones.
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Abrazadas por militantes peronistas, las Madres de la Plaza de Mayo, algunas muy ancianas en sillas de ruedas, rindieron un especial reconocimiento a una de sus fundadoras, la valerosa Hebe de Bonafini, a un año de su muerte, el pasado día 20, e iniciaron una semana de homenajes en su honor ante la cercanía de su nacimiento el próximo 4 de diciembre.
Hebe de Bonafini constituye un símbolo del sacrificio de 14 mujeres que en abril de 1977, durante la ocupación castrense del país, se unieron para circular alrededor de la Pirámide de Mayo, exigiendo la ubicación de sus hijos raptados. En meses, las cifras de féminas se multiplicaron en centenares. Cada jueves, a las 15:30 (hora local) ocupaban el lugar y ante los uniformados mostraban las fotos de sus seres queridos, sus nombres, y el lugar de donde se los llevaron.
Bonafini, (Ensenada, 4-12-1928-La Plata, 20-11- 2022), una ama de casa más, sin muchos conocimientos de política, reclamó hasta su fallecimiento por la vida de sus hijos. El 8 de febrero de 1977 su primogénito Jorge Omar fue secuestrado en La Plata. El 6 de diciembre de ese año ocurrió un suceso similar con su otro hijo varón, Raúl Alfredo, en Berazategui. El 25 de mayo del siguiente año también fue raptada su nuera María Elena Bugnone Cepeda, esposa de Jorge. Nunca más supo de ellos ni sus restos han sido localizados.
Esta activista que abrazó la causa por los derechos humanos en su país y en muchos otros, afirmó que ella "era una mujer del montón, pero tras lo sucedido en su familia, el ansia por exigir que le entregaran a sus hijos, el ansia compartida con otras madres que sentían igual anhelo que el mío me han puesto en un mundo nuevo. Ahora me voy dando cuenta que todas esas cosas de las que mucha gente todavía no se preocupa son importantísimas, porque de ellas depende el destino de un país entero; la felicidad o la desgracia de muchísimas familias", expresó en octubre de 1982 en una iglesia de Legazpi, en Madrid, capital de España.
La presencia de estas féminas con sus pañuelos blancos frente a la Casa Rosada despertó la admiración mundial. Viajaron a distintos países donde denunciaron a la dictadura y su desmedida represión; participaron en reuniones de solidaridad en escenarios donde se defendía la libertad y siguieron con sus exigencias hasta que triunfó el fallecido presidente izquierdista Néstor Kirchner en 2003. ¨Ya no tenemos un enemigo en Casa Rosada¨, afirmó Bonafini.
Sólo retornaron a la calle cuando el derechista Mauricio Macri ocupó la primera magistratura en 2015 y reinstaló el neoliberalismo impulsado por el también mandatario Carlos Menem, quien dejó una deuda enorme con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ahora, luego de que el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández (quien sustituyó a su esposo y gobernó durante dos mandatos) resultara derrotado en las urnas, las Madres retornaron.
Con lágrimas, vítores y enarbolando las tradicionales pancartas con fotos de las víctimas de los represores, fue leído parte de un discurso de Bonafini, considerada la histórica presidenta de las Madres.
"No nos podemos quedar callados ni quietos ni amargados ni llorando ni pegándonos en la espalda con un palo. La resistencia y el combate son derechos de los pueblos que nosotros no vamos a abandonar, porque esta plaza es esto”, dijo en 2017 contra el gobierno de Macri –aliado político de Milei- y repetido ahora entre aplausos, vítores y convicción seis años después, cuando comienza otra etapa de lucha para los desposeídos de la que fuera una de las naciones de economías más estables en América Latina.
Las Madres recorrieron de nuevo el histórico espacio sosteniendo un cartel con la consigna “No al pago de la deuda externa”, en relación con el préstamo de 45 000 millones de dólares entregado por el FMI a Macri y que dejó endeudado a Argentina por más de 100 años, según calculan economistas.
"Alerta, alerta, alerta que están vivos todos los ideales de los desaparecidos”, gritaban las ancianas durante el recorrido, junto a centenares de sus seguidores que las consideran una inspiración en etapas difíciles para el país, como la que ahora se avecina.
Esta organización argentina, un ejemplo para los defensores de derechos humanos de otros países, creció con filiales en varias provincias, y mantiene sus medios de comunicación propios desde los que moviliza y alerta sobre los acontecimientos locales y mundiales.
Una dura batalla comenzó a librarse ya por estas dignas madres las que, a pesar de sus edades avanzadas, no dudaron en convertirse en las primeras en alzar sus manos y sus voces contra el controvertido Milei, de 54 años, misógino, racista y defensor de las horas más oscuras vividas por su país.
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