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sábado, 23 de noviembre de 2024

Haití: viviendo un infierno en el Caribe

Es indetenible de inmediato la escalada de violencia en el pequeño país, sumido en el caos en medio de una crisis de ingobernabilidad...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 18/03/2024
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Repulsión del pueblo haitiano
Más de 200 bandas paramilitares, con fuerte armamento, causan pánico en Haití donde controlan un alto porciento del territorio nacional (Foto de Archivo)

Haití podría ser una joya del Caribe insular. Siglos de dependencia colonial y de una libertad pagada a Francia, hizo que naciera un país pobre. Su destino podría ser distinto sino fuera víctima de intereses políticos y personales que la mantienen ahora en una de sus peores crisis de gobernabilidad y violencia.

Estamos en el siglo XXI y esta porción de la isla La Española –compartida con República Dominicana, en una posición económica y social más confortable- devino en la más pobre del continente latinoamericano y caribeño y una de las del mundo. El hambre y la miseria sostenida, los desastres naturales, la corrupción institucional y un manifiesto desacuerdo entre la oposición política  convierten a ese país en pasto del narcotráfico y las pandillas que se enfrentan por el territorio. Esas bandas mafiosas dejan tras sí un rastro criminal de civiles asesinados, heridos, secuestrados, en especial tras el asesinato del presidente Jovenal Moïse el 7 de julio del 2021.

 

El homicidio perpetrado en su residencia por un grupo de mercenarios y la complicidad interna dejó un vacío de poder aprovechado de inmediato por su primer ministro de facto Ariel Henry, quien incumplió de manera continua sus promesas de celebrar elecciones. El último rasgo de la prepotencia política de Henry ocurrió el pasado 25 de febrero cuando precisó que los comicios se trasladaban a 2025. La violencia que desde ese mes desangró aun más a Haití tiene ahora mismo una fuerza extraordinaria.

 

VIOLENCIA EN HAITÍ

En Haití existen más de 250 grupos criminales, integradas en más de un 50 % por menores, entre las que destaca la G-9 y Familia (integrada por igual número de asociaciones pandilleras) dirigidas por el expolícia de élite Jimmy Chérizier, alias "Barbecue¨, quien según versiones de prensa tenía cierta empatía con el fenecido mandatario.

 

Sea o no cierto, Barbecue, contra quien este fin de semana se enfrentó a la policía haitiana, con unos 8 000 miembros mal armados, le demostró a Henry quien poseía el poder. Al cumplirse el primer año de la muerte de Moïse, el premier fue impedido por el jefe pandillero y sus hombres de colocar una ofrenda floral en su memoria. A tiros desalojó el memorial y situó sus ofrendas conmemorativas. Ahora le exigió la renuncia y tuvo que echarse a un lado.

 

Esta semana podría ser definitoria en muchos sentidos para la situación haitiana, donde la población sobrevive al borde de la hambruna. Este domingo, los pandilleros saquearon un contenedor con ayuda humanitaria enviada a los niños por la Unesco a Puerto Príncipe, la capital, cuyo puerto es controlado por los delincuentes unidos al narcotráfico.

 

Se estima que el 80 % del territorio capitalino es controlado por la gente de Berbecue y otros grupos rivales, que presumen de no recibir órdenes foráneas ni aceptan la intervención militar solicitada por Naciones Unidas.

 

"Privar a los niños de suministros sanitarios vitales en medio del colapso del sistema sanitario es una violación de sus derechos. Este incidente se produce en un momento crítico, cuando los niños más los necesitan", denunció Bruno Maes, representante de Unicef en el país caribeño.

 

Maes denunció que el robo de suministros esenciales para salvar la vida de los pequeños —entre los que se incluyen artículos para la supervivencia materna, neonatal e infantil— debe terminar de manera inmediata, subrayando la vital importancia de que el acceso humanitario continúe siendo seguro.

 

La agencia de la ONU explicó que las bandas controlan más de 260 contenedores de ayuda humanitaria en el lugar, la que se presume sea usada para su propia supervivencia.

 

Según esa fuente, uno de cuatro niños sufre desnutrición crónica ante la imposibilidad de que sus padres adquieran alimentos por demás casi inexistentes y en gran parte del país ni siquiera pueden trasladar a sus hijos a centros hospitalarios ante el hostigamiento de las armas.

 

En ese sentido, la Asociación Médica de Haití solicitó la semana pasada que se respete el derecho a la salud, vulnerado con el cierre de hospitales estatales y privados debido a la inseguridad reinante para su personal.

 

Se estima que el 80 % del territorio capitalino es controlado por la gente de Berbecue y otros grupos rivales, que presumen de no recibir órdenes foráneas ni aceptan la intervención militar solicitada por Naciones Unidas.

 

El jefe pandillero alertó que exigía la salida de Henry, acontecida la semana pasada cuando quedó varado en Puerto Rico, luego de que la nave en que viajaba procedente de Kenia y Estados Unidos (EE.UU.) no pudo aterrizar en el aeropuerto de Puerto Príncipe y República Dominicana le negó la entrada.

 

Para que no haya dudas, como advirtieron, de que van en serio, hace unos días cumplieron su amenaza de atacar a quienes trabajaron en el régimen de facto, y comenzaron por la vivienda del director general interino de la Policía Nacional, Fratz Elbé, la cual invadieron, saquearon y quemaron. Elbé estaba ausente tras su huida de la Comuna de Croix-des-Bouquets.

 

SIN ACUERDOS EN POSIBLE CONSEJO DE TRANSICIÓN

A la salida del premier de facto debió seguir la inmediata formación de un Consejo de Transición Presidencial integrado por siete miembros, el que daría paso a elecciones y un nuevo Ejecutivo.

 

Sin embargo, la división entre la oposición haitiana impidió la conformación de ese cuerpo cuya creación fue un acuerdo de la cumbre de la Comunidad de Estados Caribeños (Caricom) el pasado día 11 reunida en Jamaica.

A la cita acudieron representantes haitianos, de la ONU y el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken. Hasta este domingo no había un consenso interno partidista y el Consejo sigue pendiente, aunque hubo consenso en que los problemas de Haití deben ser resueltos por sus ciudadanos.

 

Esta semana, según se espera, es muy probable que haya algún avance en ese sentido, pero ningún político se alienta a dar una fecha.

 

En su reciente visita a Kenia, el entonces primer ministro haitiano ultimó detalles sobre la llegada a Haití de una fuerza de ese país africano integrada por 1000 miembros de su controvertida policía, que, si llega, pisará un terreno e idioma desconocidos y deberá enfrentarse a grupos fuertemente armados que no desean su presencia.

 

Kenia encabezaría una fuerza multinacional que trataría de arreglar la situación interna de una nación en la cual se ha sentido durante siglos la presencia extranjera con tristes resultados para la población. Haití siempre ha sido robada por las grandes naciones que solo brindan la solución de dineros que no llegan,  violencia sexual contra sus mujeres y niñas y transmisión de enfermedades desconocidas en esa porción de la antigua La Española.

 

Berbeceu ya se pronunció al respecto y advirtió que si llegan esas tropas habrá un genocidio, lo cual todavía no recibió una respuesta de los involucrados.

 

En las últimas horas, y ante la escalada de la crisis armada y de la inexistencia de un gobierno, numerosos países están trasladando su personal acreditado en Haití hacia la cercana Dominicana.

 

Así lo confirmó la Unión Europea, EE.UU. y otras naciones, proceso que se acelerará luego de la ocupación por los pandilleros del consulado de Guatemala este domingo. Según voceros de la sede diplomática de la nación centroamericana, ningún miembro de su personal sufrió daños ni hay un balance de los objetos sustraídos.

 

La mayoría del personal extranjero se haya resguardado en los pocos lugares seguros existentes en Puerto Príncipe en espera de su traslado a Santo Domingo a través de un constituido puente humanitario.

 

HAITÍ SIEMPRE CONTARÁ CON EL APOYO SOLIDARIO DE CUBA

Cuba ha brindado cooperación solidaria y desinteresada a Haití en áreas de gran impacto para su pueblo como son la salud pública, la educación, la agricultura, el deporte, la energía, los recursos hidráulicos y otras esferas claves para la estabilidad social y económica del país. 448 355 haitianos se han alfabetizado a través de programas cubanos y 1 606 jóvenes se han formado en nuestras universidades.

Nuestro país ha mantenido de forma ininterrumpida, desde 1998, una brigada de profesionales y técnicos de la salud junto al pueblo haitiano, que con su labor humanista y altruista han atendido 38 580 215 casos, realizado 774 236 operaciones quirúrgicas y 73 331 intervenciones oftalmológicas como parte de la “Operación Milagro”, asistido 204 090 partos, aplicado 1 014 806 dosis de vacunas y salvado 252 433 vidas. Esa cooperación se ha sostenido incluso en los momentos más difíciles de ese país, incluyendo la intervención extranjera de 2004, los terremotos del 2010 y 2021, las epidemias de cólera y la pandemia de la COVID-19, y la coyuntura que vive ahora.

El pueblo haitiano aprecia y reconoce el servicio humanitario, desinteresado y altruista que prestan los colaboradores cubanos en las difíciles circunstancias en las que siempre han tenido que desenvolverse.

El gobierno cubano mantiene comunicación fluida y permanente atención a los 53 colaboradores de la salud que permanecen en el sur de Haití, donde la situación es más calmada, así como a los otros 7 que, junto al personal de la Embajada de Cuba, se encuentran bien y han tomado las medidas necesarias para su seguridad y protección.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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